Trump se esforzó por ser el candidato del “cambio”

28 Septiembre 2016

James Oliphant - Agencia Reuters

HEMPSTEAD.- Con su postura como un candidato antisistema en Estados Unidos, Donald Trump subió el lunes por la noche al escenario del primer debate frente a su rival Hillary Clinton para recalcar su llamado a cambiar el sistema político e intentar ganarse a millones de votantes indecisos.

Sin embargo, el republicano no pudo capitalizar su oportunidad frente a una audiencia de televisión que reunió a unas 100 millones de personas. En lugar de presentarse a sí mismo como un agente de cambio, pasó la mayor parte del debate profiriendo insultos personales a la demócrata.

Esto ilustra la paradoja que ha plagado la campaña de Trump. Las encuestas muestran a un electorado con hambre de cambio, con una mayoría creyendo que el país va por el camino equivocado. Sin embargo, la personalidad impetuosa del magnate inmobiliario y su tendencia a suscitar controversia lo convierten en un pobre mensajero.

Trump comenzó con fuerza el debate al expresar los puntos de vista favoritos de su campaña: la erosión del trabajo manufacturero en EEUU. Pero pronto perdió la compostura cuando Clinton cuestionó su éxito en los negocios y su negativa a mostrar sus declaraciones de impuestos así como por las acusaciones de racismo y sexismo.

El mensaje de Trump pinta un cuadro sombrío de un país que es víctima del comercio de China, de una hemorragia de puestos de trabajo para mexicanos y de bandas de inmigrantes ilegales que vagan por las calles de algunas ciudades cometiendo delitos.

Gente frustrada

Robert Adams (75), un votante indeciso de Boise, Idaho, dijo que la visión distópica de Trump sobre EEUU era correcta pero, tras ver el debate, consideró tanto al empresario como a Clinton como opciones “tristes” para los estadounidenses, por lo que anticipó que votaría por el candidato del Partido Libertario, Gary Johnson.

Un sondeo reflejó a un electorado deprimido, con un 64% de los estadounidenses respondiendo que el país va por el camino equivocado. Esa cifra incluye a un 87% de republicanos y un 44% de demócratas. Cuando Reuters pidió a algunos votantes decir la primera palabra que se les viene a la mente cuando piensan en el país, la opción más popular fue “frustración”, seguido por “miedo” e “ira”.

Algunos de los momentos más fuertes de Trump en el debate se produjeron cuando calificó a Clinton como un “típico político”, acusándola de no lograr nada en sus años en el Congreso y el Gobierno.

Con un electorado que anhela un cambio, Clinton está marcada por su larga trayectoria y su estrecha vinculación con el Gobierno del presidente, Barack Obama.

En lugar de proponer una reforma política amplia, la ex primera dama ofrece la visión de un país que va en la dirección correcta, pero que necesita algunos cambios para combatir la desigualdad de ingresos y crear puestos de trabajo.

Su visión optimista impresionó a una votante indecisa, Nancy Willhite (61), de Portland, Oregón. “Ella parece estar más en contacto con la realidad”, sostuvo.

Un sondeo reveló que casi la mitad de todos los probables votantes estaba esperando el debate para tomar una decisión final.

Ron Bonjean, estratega republicano en Washington, dijo que la actuación de Trump en el debate habría dejado a muchos votantes indecisos con interrogantes acerca de su capacidad para dirigir el país. “Donald Trump tiene que convencerlos de que él va a ser una alternativa segura”. (Reuters)

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