BOGOTÁ, Colombia.- Totalmente destruido quedó el Avro Regional Jet 85 matrícula CP-2933 de la compañía boliviana Lamia que se estrelló anoche contra el cerro Gordo en La Ceja del Tambo, un municipio colombiano situado en el oriente del departamento de Antioquia. En total iban a bordo 76 personas, de las cuales 71 murieron y seis resultaron heridas, informaron fuentes oficiales.
La delegación de Chapecoense partió de San Pablo con destino a la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde comenzó el trayecto final hacia Medellín.
Según el coronel de la Fuerza Aérea Colombiana Édgar Sánchez, la tripulación del avión reportó fallos eléctricos al aeropuerto José María Córdoba de Rionegro, que sirve a Medellín, poco antes de las 22:00 horas del lunes (03:00 GMT del martes).
Segundos después el avión desapareció de los radares y fue encontrado, partido en tres pedazos, en un cerro situado a corta distancia del municipio de La Unión, a 200 kilómetros al noroeste de Bogotá y a 38 de Medellín, la capital del departamento de Antioquia.
La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) anunció hoy la suspensión de la final tras el accidente. "Todas las actividades de la Confederación quedan suspendidas hasta nuevo aviso", comunicó el ente rector.
El miércoles se iba a jugar en Medellín el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, entre Atlético Nacional, de Colombia, último campeón de la Copa Libertadores, y el Chapecoense. El partido de vuelta estaba previsto el 7 de diciembre en Curitiba.
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A nivel institucional, Atlético y San Martín usaron sus redes sociales para manifestar sus condolencias. Lo propio hicieron River y Boca, mientras que Real Madrid y Barcelona optaron por hacer un minuto de silencio antes de iniciar sus respectivas prácticas.
Las autoridades colombianas, que habían dado 81 pasajeros en lista, mas seis sobrevivientes, con un total de 75 muertos, rectificaron luego la información al detectar que cuatro pasajeros no habían embarcado en Bolivia, por lo que la cifra oficial de muertos es de 71 con seis sobrevivientes, todos ellos muy graves, de los cuales tres jugadores del Chapecoense, dos tripulantes y un periodista