“Sentimos miedo por nuestra familia y por la gente de su ciudad (Bella Vista), que varias veces vino a decirnos del temor que tienen ante ella. Tiene antecedentes violentos y ya estuvo detenida en su casa pero incumplió la medida. En ese momento se vivieron hechos de violencia, amenazas y lesiones. Fue denunciada hasta por su padre por atentar contra la vida de su hijo. El peligro es real, latente”, advirtió Agustín Aráoz, tras enterarse de que Ema Gómez dejará su celda para cumplir con una medida de prisión domiciliaria. La mujer recibió una pena de cadena perpetua por el homicidio del juez Héctor Agustín Aráoz, acribillado en noviembre del 2004.
La medida fue tomada por el tribunal integrado por Stella Maris Arce (en lugar de la jueza María Elisa Molina, quien está de licencia), Alfonso Zóttoli y Carlos Caramuti, luego de la presentación que hizo la defensa de Gómez en junio, invocando los derechos superiores del hijo de la ex policía condenada. Este pedido contó con el visto bueno de la defensora de Menores Lilia Salim y del fiscal de Cámara Carlos Sale, aunque este último pidió que Gómez llevara una pulsera electrónica, elemento que aún no se utiliza en Tucumán.
La mujer condenada fue pareja del juez. El día del crimen, ambos discutieron. Luego ingresó el ex oficial Darío Pérez -está prófugo- y le disparó 10 veces a Aráoz.
“Es contradictorio el fallo, porque hace menos de un año, en una audiencia, el Tribunal revocó la prisión domiciliaria ante el incumplimiento serial de la medida. Incluso se ordenó que se acondicionara el penal para que estuviera con su hijo. Un año después, dicen que le corresponde. Esta mujer sigue burlándose de la Justicia Penal y del sistema. Hacemos responsable al Tribunal si sucede algo en enero a nuestra familia o a cualquier persona”, agregó el hijo del juez, quien trabaja como abogado en la Fundación María de los Ángeles. Según prometió, realizarán una presentación desde la querella luego de que puedan leer los fundamentos del fallo.
Su hermana, Lucrecia, no fue menos crítica hacia el Tribunal. “¿Qué ejemplo se le da a la sociedad? Si matás a alguien, estás dos años en una celda y quedás libre. Y si sos mujer y quedás embarazada, te vas a tu casa. Se ven los derechos humanos, pero a favor de los acusados. ¿Y la víctima? Por estas cosas la gente después no cree en la Justicia”.
Lucrecia, además, para reforzar su argumento de cuán peligrosa es Gómez, citó un informe pericial. “Ella tiene un trastorno límite de la personalidad. Las principales características de esto son la inestabilidad emocional y los ataques de ira”, ilustró. Ambos hermanos agregaron que tienen miedo de que la detenida haga lo mismo que Pérez, quien aprovechó que la condena no estaba firme y desapareció de la provincia. “Hoy puede estar en una playa brasileña tomando sol y nosotros no sabemos nada. La Justicia actúa por conveniencia: a veces es garantista, a veces aplica mano dura. Esto nos genera dolor. Es duro que se siga hablando del tema, que no se pueda cerrar el círculo. No pedimos pena de muerte, queremos que se actúe y se aplique la ley”, opinó Agustín.
El fallo
Una fuente judicial aseguró a LA GACETA que la decisión se tomó en base a los derechos del niño, no pensando en Gómez. Su hijo estaba corriendo peligro psicológico, según las pericias que realizaron los especialistas. Por otro lado, la misma fuente comunicó que Gómez no puede salir de su casa por ningún motivo sin la autorización del tribunal: “se dispuso un control diario con horarios alternados para evitar la burla de esta medida”.
El control estará a cargo del organismo del Patronato de Internos y Liberados (dependiente del PE) que deberá presentar un informe todos los días. Si bien aún no se supo en qué momento Gómez abandonará el penal, se sabe que le otorgaron 45 días de prueba para que demuestre que cumplirá con la detención en su casa.