Monitoreo, elección del producto y calidad de aplicación son elementos claves para un manejo efectivo de la falsa “medidora en el cultivo de soja”.

Técnicos de la Sección Zoología Agrícola del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán vienen realizando relevamientos de plagas en diferentes zonas sojeras de la provincia; destacándose durante el mes de febrero un incremento general del “complejo de orugas defoliadoras”.

El complejo antes mencionado está constituido por la “oruga de las leguminosas” (Anticarsia gemmatalis) y las “orugas medidoras” (Rachiplusia nu y Chrysodeixis includens), plagas responsables de causar defoliaciones considerables desde los estados reproductivos iniciales del cultivo.

Los técnicos resaltaron que, en los monitoreos de las últimas semanas, más del 70% de las “orugas medidoras” registradas en soja correspondieron a la falsa medidora, Chrysodeixis includens.

Esta especie se caracteriza por situarse en el tercio medio de la planta, donde se alimenta consumiendo el follaje y respetando las nervaduras de las hojas. Se trata de una plaga que presenta tolerancia a insecticidas correspondientes a los grupos de los piretroides y organofosforado, no siendo recomendable su uso para el control de “la falsa medidora”.

Procedimiento

Por ello, desde la Sección Zoología Agrícola se recomienda a los productores monitorear en forma frecuente los lotes de soja. En caso de realizar un control, los técnicos mencionaron como puntos clave la correcta elección del insecticida a emplear, como también la calidad y el momento en el que se aplican, ya que se debe garantizar la correcta llegada del producto al sector donde se sitúa la falsa medidora.

Control

Enfatizaron que los tratamientos con diamidas o insecticidas que actúan sobre el proceso de muda de las orugas (IGR), aplicados al momento del cierre del cultivo y con predominio de orugas pequeñas de “falsa medidora” (menores a 1,5 cm), permiten un adecuado control de la plaga, protegiendo el estrato medio del cultivo.

El productor, por su parte, debe planificar las estrategias a emplear para el control de estas orugas, con la premisa de rotar activos para minimizar futuros problemas de resistencia a insecticidas.

Otra alternativa disponible es el uso de la soja Intacta, tecnología que viene manifestando un control contundente sobre las principales orugas de la soja. Es importante mencionar que la durabilidad de esta tecnología estará ligada a la correcta adopción de los refugios por parte de los productores.