LONDRES.- La primera ministra británica, Theresa May, consideró que “no es el momento” para discutir un referéndum sobre la independencia de Escocia, porque podría poner en peligro las negociaciones para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
El lunes, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, anunció que pedirá la aprobación del Parlamento regional para un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia de Reino Unido.
En una entrevista, May dijo que el debate sobre una consulta en Escocia representaría una distracción para las próximas negociaciones con la UE sobre el “Brexit” (salida de Gran Bretaña de Europa).
“Justo en este momento, todas nuestras energías deberían estar centradas en las negociaciones con la Unión Europea sobre nuestra futura relación. Estar hablando sobre un referéndum de independencia hará más difícil que podamos lograr el mejor acuerdo para Escocia, el mejor acuerdo para el Reino Unido”, dijo la premier británica. “Deberíamos estar trabajando juntos, no separados”, añadió. “Ahora no es el momento”.
Por su parte, Sturgeon respondió en Twitter que negar un segundo referéndum sería “antidemocrático” y que su Partido Nacional Escocés (SNP) tiene un claro mandato para convocar a una nueva votación. A la vez, aclaró que el SNP no quiere celebrar ahora una consulta, sino “cuando los términos del ‘Brexit’ (estén) claros y antes de que sea demasiado tarde para elegir un camino alternativo”.
En el referéndum del “Brexit” de junio pasado, más del 60% de los votantes en Escocia apoyó quedarse en la UE. La salida del bloque fue aprobada por el 52% en el Reino Unido e Irlanda del Norte.
En el último referéndum sobre la independencia escocesa en 2014, el 55% de los votantes se opuso a la separación. Las últimas encuestas indican que la opción de mantenerse dentro del Reino Unido es apoyada por una cifra algo menor.
En tanto, la reina Isabel II firmó ayer la ley que autoriza a May a iniciar las negociaciones oficiales para el “Brexit”. La monarca tiene que ratificar formalmente todas las leyes antes de que entren en vigor. Su aprobación (royal assent) está considerada una mera formalidad.
May activaría antes de que acabe marzo el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que permite a un país abandonar el bloque europeo tras negociaciones que pueden extenderse hasta dos años. (DPA)