BUENOS AIRES.- El mercado aerocomercial argentino no cuenta todavía con aerolíneas de bajo costo, denominadas “low cost”, en los términos y características que se aplican a estas empresas a nivel internacional.
El propio ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, explicó que las líneas aéreas que operan hoy en la Argentina “no son “low cost”: son empresas que tienen tarifas bajas y el costo de las mismas es a arbitrio exclusivo de cada empresa”.
Dietrich agregó que “las nuevas compañías se están instalando en el país, son empresas que se registran en el país y compran aviones y ponen oficinas en Argentina y contratan personal local, esa es la realidad”.
La definición del ministro viene a poner un poco de claridad ante la confusión planteada por la generalización del término “low cost”, utilizado para definir a las compañías aéreas que operarán las nuevas rutas licitadas por el gobierno nacional.
Una aerolínea “low cost”, de acuerdo con el criterio que se utiliza en el ámbito aerocomercial internacional, es una empresa que posee un costo de pasajes bajo que sólo comprende el transporte punto a punto, en la que el pasajero debe decidir si está dispuesto a pagar otros servicios que puede recibir durante el vuelo.
Una muestra de esto es un vuelo en la compañía irlandesa Ryanair, donde es posible obtener un boleto desde Dublin a Roma, por ejemplo, a tan sólo 50 euros, pero esto habilita al pasajero a llevar solamente un equipaje de mano.
En este mismo vuelo, una valija de 15 kilogramos de peso tendrá un costo adicional de 15 euros; una de 20 kilos, 25 euros y el monto se duplica si hay una tercera valija, siempre que se abonen de manera anticipada.
Además, el servicio de a bordo hay que abonarlo aparte.
En tanto, el mismo trayecto en una compañía “tradicional” como Lufthansa, por ejemplo, tiene un costo de 249 euros, e incluye el equipaje así como el servicio de a bordo.
Hay condiciones esenciales que hacen a una verdadera “low cost”, como por ejemplo aviones nuevos que permiten mayor eficacia y productividad, una única flota que ahorra costos en mantenimiento, capacitación, tripulación y stock de repuesto, entre otras cuestiones.
También convenios laborables flexibles, y aeropuertos de segundo nivel dispuestos inclusive a subvencionar a las aerolíneas para que operen allí. También la venta de pasajes se hace de manera directa vía internet, evitando la mediación de las agencias de viajes, entre otras cuestiones.
La realidad indica que ninguna de las empresas existentes ni las que aspiran a entrar en nuestro país reúnen las condiciones de las aerolíneas denominadas de “bajo costo”. Al menos no en términos similares a los que existen en el mercado aerocomercial internacional.
Las que operan
De las firmas que se presentaron a la licitación, sólo Flybondi intenta parecerse a fuerza de declaraciones en los medios a una “low cost” porque, una vez que reciba el vía libre con el que todavía no cuenta, promete operar fuera de Aeroparque y ofrece por ejemplo volar a Córdoba por un costo cercano a los 600 pesos por tramo.
Aerolíneas Argentinas y Latam están lejos de ser “low cost”, aunque desde comienzos de este año hayan imitado algunas de las prácticas de esas empresas, como por ejemplo suprimir en los vuelos de menos de dos horas el servicio de a bordo; o cobrar extra las ubicaciones preferenciales o más cómodas, así como contar con la posibilidad de cambiar fechas y horarios.
La tercera aerolínea que está operando en el cabotaje local, Andes, se define a sí misma como “una compañía con precios baratos”, y no como “low cost”.
“Nosotros estamos operando desde hace 10 años con un alto grado de eficiencia y calidad y ofrecemos precios bajos, pero no somos una aerolínea de bajo costo. Tenemos servicio de a bordo, operamos en los aeropuertos principales y tenemos estándares de seguridad reconocidos a nivel internacional”, dijo a Télam el gerente General de la firma, Horacio Preneste.
No obstante, hay aerolíneas “low cost” operando en Argentina que son extranjeras y no realizan vuelos de cabotaje local como la chilena SKY Airline y otras como las brasileras GOL Linheas Aéreas y Azul. Son de bajo costo en su país, pero en territorio argentino operan con “precios bajos” y servicio normal en cuanto a equipaje y gastronomía a bordo.
En tanto la compañía Level, la nueva aerolínea modelo “low cost” del grupo IAG (International Airlines Group) anunció para junio la puesta en marcha de la ruta Barcelona - Buenos Aires con aviones A330-200 y capacidad para 293 asientos, a un costo de 249 euros por trayecto.
Distintos operadores aéreos consultados por Télam aclararon que una oferta o una promoción especial por parte de una línea aérea nada tienen que ver con las empresas que solamente permiten llevar un bolso de mano, un objeto personal -como la cartera- y un abrigo con la compra del boleto, cobrando aparte el equipaje despachado, la elección del asiento, la comida a bordo y, en algunos casos, hasta el entretenimiento.
Añadieron que “hoy Argentina no tiene empresas low cost operando en el mercado de cabotaje”, y pusieron en duda que “en algún momento cercano pueda haberlas, debido a que la infraestructura y los costos operativos y aeroportuarios no dan margen para que eso ocurra”. (Télam)