La segunda movilización de la CGT contra Mauricio Macri transcurrió entre la apelación a la inoxidable liturgia peronista, los incidentes entre afiliados de Camioneros y la salida accidentada de algunos de los jefes sindicales, en un acto exprés en Plaza de Mayo.
La imagen que la CGT quiso dejar fue despareja: mientras en el palco se acomodaron sindicalistas como Rodolfo Daer -quien había estado en contra de la marcha- y hasta Gustavo Vera, de la ONG La Alameda, el triunviro Héctor Daer prefirió quedarse abajo, entre los suyos del Sindicato de Sanidad. Ni los propios organizadores estaban al tanto de esa decisión. Otro de los que se quedó del otro lado fue Antonio Caló, el jefe de la UOM.
Camioneros, responsable de la organización, tampoco pudo escapar a la tradición y fue el centro de una serie de incidentes, tanto en el inicio como al final. A la hora del cuerpo a cuerpo, los hombres del moyanismo no dudaron en apelar a lo que hubiera a mano, por lo que las cruces conmemorativas de las Islas Malvinas surcaron los aires como proyectiles.
Perón a un lado, Evita al otro, y una imagen de Santiago Maldonado abajo: así fue decorado el escenario principal, ubicado en la pirámide central, de espaldas a la Casa Rosada.
Además de las dos centrales de la CTA, organizaciones sociales como el MTD, la CTEP, Barrios de Pie y el Movimiento Evita se apostaron desde el mediodía a lo largo de Diagonal Norte, a la espera de la señal de avance. La coordinación, sin embargo, falló: las columnas seguían llegando mientras finalizaba el discurso de Schmid, que empezó y terminó antes de lo previsto.
La omnipresencia de la figura de Maldonado, visible en carteles y pintadas, no sólo se evidenció en el terreno, sino también en los trámites del propio Gobierno: a la misma hora en que Schmid pronunciaba su discurso, los ministros Patricia Bullrich (Seguridad) y Germán Garavano (Justicia) ofrecían una conferencia de prensa sobre el caso. El trayecto desde el escenario hasta los autos, estacionados sobre Hipólito Yrigoyen, fue resguardado por el personal de Camioneros, que ofició de “guardaespaldas” de los sindicalistas. Pero nadie pudo evitar una salida precipitada.
En Tucumán
La marcha también se sintió fuerte en Tucumán, ya que transitar en vehículo por el microcentro y alrededores se volvió una odisea hasta alrededor de las 13. Gremios y organizaciones sociales se movilizaron hasta la plaza Independencia y eso generó un verdadero caos el tránsito.
La CCC y el Frente Popular Darío Santillán, entre otras agrupaciones, exigieron que se aplique de manera plena la ley de emergencia social ya que, según denuncian, de los $ 12.500 millones destinados sólo se gastaron $ 3.000 en concepto de planes sociales. Antes de llegar al principal paseo público, la columna se manifestó frente a las oficinas de EDET, Gasnor y Anses.
Rubén Puertas, coordinador provincial de la CCC, denunció que una empresa de envasado y exportación de limones y arándanos dejó sin trabajo a 300 personas, por lo que también exigen que se les reponga sus puestos.
Personal enrolado en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), en tanto, eligió la zona de la city tucumana para manifestarse y sumarse así a la jornada nacional de protesta.
62 Organizaciones
“El triunvirato de la CGT ha fracasado”
El titular de las 62 Organizaciones, Ramón Ayala, reiteró ayer el compromiso de ese nucleamiento político sindical de acompañar al Gobierno como lo viene haciendo hasta ahora, la vez que consideró que el triunvirato de la CGT “ha fracasado”. El dirigente formuló estos conceptos a Télam al término de un almuerzo celebrado en la sede de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y de la Estiba (Uatre), que tuvo como invitado principal al ministro de Trabajo, Jorge Triaca. “A la vista están los resultados de tener como conducción de la CGT a un triunvirato, porque ha fracasado en su gestión, y lamentablemente el fracaso alcanza a todos los trabajadores”, enfatizó.
Schmid
“Queremos un aumento para los jubilados”
El integrante del triunvirato que conduce la CGT y titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schimd, anunció ayer la convocatoria al Comité Central Confederal de la entidad sindical para el lunes 25 de septiembre con el propósito de anunciar “una medida de fuerza”, durante el discurso que pronunció en Plaza de Mayo. “Queremos una agenda social que pase por dar un aumento de emergencia para los jubilados; el fin de intervenciones a los sindicatos, el rechazo a la reforma laboral anticipada por el gobierno, el respeto a los convenios colectivos y la defensa de nuestras obras sociales”, enumeró el sindicalista del transporte.
Jorge Triaca
“Esto es innecesario e inoportuno”
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, embistió ayer contra los sindicalistas al considerar que la medida responde a una “cuestión política”, acusación que fue rechazada por la dirigencia sindical por tratarse de una “provocación” por parte del gobierno.
Triaca , apuntó contra los sindicalistas al sostener: “cuando decían que había menos pobres que en Alemania, se callaban la boca”, en referencia a la frase del ex jefe de Gabinete kirchnerista Aníbal Fernández, pronunciada en 2015. “Esta movilización es innecesaria, inoportuna, y está más ligada una cuestión política que a una cuestión concreta de reclamos”, sostuvo el funcionario.
"Es una pérdida de tiempo que no nos lleva a ningún lado"
BUENOS AIRES.- El presidente Mauricio Macri relativizó ayer la legitimidad de la marcha convocada hoy en Plaza de Mayo por la CGT y otros sectores gremiales y sociales en rechazo a despidos y a una eventual reforma laboral, al señalar que es “una pérdida de tiempo” que “no nos lleva a ningún lugar”. Tras el acto central de la CGT, Macri pronunció un breve discurso durante un encuentro con jóvenes que obtuvieron el primer empleo en una empresa privada. En ese marco, Macri dijo que “eso va a acelerar este proceso de crecimiento, poner la energía ahí, no poner la energía en movilizarnos a no sé para qué, como hace algunas horas veíamos acá. Eso es una pérdida de tiempo que no nos lleva a ningún lugar”.
En medio del clima de protesta que ayer rodeó a la Casa Rosada, el mandatario mantuvo toda su actividad en la Casa de Gobierno, y redobló la apuesta al mostrar la contradicción del diagnóstico hecho por la CGT que anunció que evaluará un paro nacional el próximo 25 de septiembre, al señalar que “lo que nos lleva a crecer es dialogar, como habíamos hecho con los sindicatos”. Macri reprochó a la CGT que en la mesa de diálogo el año pasado “habíamos resuelto el tema de la reparación histórica de los jubilados, una parte del impuesto a las ganancias, problemas en las obras sociales” todos reclamos que había planteado la CGT al Gobierno apenas asumió. “Creo que no hay otro camino” enfatizó Macri y advirtió que “ya para confrontar hemos perdido, la Argentina viene confrontando y echándole la culpa a alguien de los que nos pasa a nosotros”. En ese sentido, el jefe de Estado apuntó contra sectores del peronismo que antes gobernaron, aunque sin mencionarlos: “Siempre nos han querido inventar que desde algún sótano en Nueva York o desde Hong Kong, hay gente pensando en cómo vamos a joder a la Argentina. Eso nunca fue verdad. Como tampoco hay gente pensando en cómo vamos a ayudar a la Argentina”, ironizó. (DyN)