BUENOS AIRES. - El Comité Central Confederal de la CGT aprobó ayer seguir con la ronda de negociación con el Gobierno, pero aclarando que se mantiene “en guardia” con respecto a cuestiones delicadas, como una eventual reforma laboral. Además, puso límites a una eventual reforma laboral impulsada por la Casa Rosada.
La decisión del máximo órgano ejecutivo de la central obrera fue comunicada a la prensa al finalizar la reunión, que estuvo marcada por las ausencias del secretario Gremial de la CGT, Pablo Moyano, y de su padre Hugo, ex jefe de la entidad gremial.
En cambio, sí concurrieron Luis Barrionuevo (Gastronómicos) y Antonio Caló (UOM), representantes de las otras dos vertientes sindicales que conformaron el año último la central obrera unificada en cabeza de un triunvirato. “Con 192 compañeros delegados presentes, los resultados son haber avalado lo actuado por el Consejo Directivo de la CGT y seguir adelante con la ronda de negociación con el Poder Ejecutivo”, enfatizó el triunviro Héctor Daer. El dirigente precisó que el Comité Central Confederal, en cuyo encuentro quedó en minoría la posición de convocar a una huelga contra la eventual reforma laboral del Ejecutivo, avaló continuar con las reuniones con la administración central sobre la base de “la agenda pendiente que plantea la CGT”.
Pero el gremialista recalcó que el máximo órgano ejecutivo de la CGT ordenó “no aceptar temas que son inclaudicables, que tienen que ver con la ley de Contrato de Trabajo, la seguridad social en su conjunto y al modelo sindical”.
En este sentido, el sindicalista alertó que la central obrera pondrá límites a una eventual reforma laboral promovida por la Casa Rosada. “El Consejo Directivo quedó facultado para tomar las decisiones que sean necesarias tanto en la evolución de las discusiones con el Gobierno, como en los diferendos que puedan traer los temas planteados por el Poder Ejecutivo”, finalizó Daer, quien estaba junto a los otros dos triunviros, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
Poco antes había hablado con periodistas el secretario general de la Asociación Bancaria (AB), Sergio Palazzo, y había sido más terminante que Daer. “Una vez que termine la ronda de negociación, si no hay respuestas concretas a los problemas planteados, el Consejo Directivo quedó facultado para tomar una medida de fuerza después del 22 de octubre”, dijo Palazzo.
Pero Schmid lo cruzó en la conferencia de prensa al sostener: “agradecería que no le empecemos a poner fechas o a establecer límites a cuestiones que no formaron parte precisa del debate”. (Télam)