Usted, hincha de San Martín, que seguramente lee estas líneas en medio del desayuno, o en algún break del trabajo en un lunes que no parece tal por la alegría que lo desborda, haga memoria. ¿Hace cuánto que no vive un partido decisivo con tanta tranquilidad? ¿Recuerda la última vez que, verdaderamente disfrutó de un juego sin siquiera sufrir un instante?
Hace mucho San Martín no gana con tanta holgura una serie decisiva. Por ahí se viene a la cabeza la semifinal del Federal A contra Libertad de Sunchales, donde ganó el duelo revancha 2-0 en La Ciudadela, cerrando un 3-0 global.
Pero lo que ayer mostró el equipo de Darío Forestello fue para el aplauso. Le dio una verdadera paliza táctica y futbolística a Agropecuario, que acusó cada golpe y terminó abrumado.
El “Santo” fue un equipo sólido, solidario, lúcido con la pelota en los pies y con hambre de triunfos. No se quedó con eso de que la ventaja deportiva le daba el boleto a la final con el empate.. Tampoco “sobró” la parada, ni cometió esos errores que agigantan a cualquiera.
San Martín demostró que si juega concentrado es un equipo durísimo que puede complicar a más de uno. Por eso debe repetir lo hecho ayer, donde fue agresivo y no dio por perdida ninguna pelota.
Ayer era la primera final de las tres que quedaban por delante, y demostró estar a la altura. Pese a que “Agro” necesitaba desnivelar la serie, San Martín salió a comerlo vivo desde el vestuario. Así, antes de los 10’ ya ganaba 1-0 y a los 25 había liquidado la llave.
Apoyado en un Claudio Bieler fuera de serie, el “Santo” se sacó rápido de encima al “Sojero” para comenzar a pensar en los 180 minutos que pueden devolverle la gloria.
“Taca” hizo todo bien. En el primer gol bajó con clase un teledirigido de Gonzalo Rodríguez y le dijo a Matías García: “tomá y hacelo”. En el segundo, no se puso nervioso cuando quedó cara a cara con Fabián Assmann; y en el tercero olió “sangre” y fue a forzar el error del ex arquero de Independiente.
Dos goles y una asistencia coronaron una tarea épica del goleador que es mucho más que eso. Bieler es un líder de esos que le hacen bien a los planteles; aconseja a los más chicos y siempre tira para adelante. Y encima dentro de la cancha hace muy simple todo. Porque además de los goles o la asistencia, ayer volvió a demostrar que está un par de segundos más adelantado que el resto. Guió a San Martín hacia la final.
Más allá del 3-0 final, lo más importante es que San Martín volvió a mostrarse sólido en defensa; fue aguerrido y pensante en el medio y contundente en los metros finales.
Alejandro Altuna copó la parada en el medio mientras que Juan Galeano, García y Walter Busse se encargaron de mover los hilos. “Turbo” y “Taca” complicaron siempre en la zona de “gatillo”. Sí, esos fueron los motivos por los usted, hincha “santo”, se fue “chocho” de la vida a su casa; sin tener palpitaciones o algún amague de problemas cardíacos.
San Martín barrió a Agropecuario y llega a la final entonadísimo. Entendió cómo se juegan estos duelos y eso no es un dato menor porque cuando este equipo está encendido, puede lograr lo que se proponga.