La remaron bien desde abajo. Se criaron en el ascenso casi de la mano. Juntos abrazar la gloria y volvieron a encontrarse años más tarde para afianzar una relación que perduró ante el paso del tiempo y de las distancias. Hoy, el caprichoso destino quiso que Rubén Darío Forestello e Iván Delfino tengan que dirimir el último ascenso para jugar en la máxima categoría la próxima temporada.
El 1 de agosto de 1998 vivieron, quizás, el mejor momento como compañeros. Defendiendo la camiseta de El Porvenir, y junto a un equipo que tenía grandes jugadores como Adrián González o José Luis “Garrafa” Sánchez, lograron el ascenso a la B Nacional en una final memorable contra Deportivo Armenio, que el “Blanquinegro” resolvió con contundencia, cerrando la serie con un global de 6-0. Forestello fue protagonista gracias a sus dos conquistas.
“Allí nació una amistad que no fue sólo futbolera, sino también familiar”, explica “Yagui” feliz de que el presente los tenga en la serie decisiva por el segundo boleto a la Superliga. “Me pone contento también por Iván, porque esto quiere decir que estamos transitando un buen camino y haciendo bien las cosas”, agrega.
Luego de ese título, tomaron caminos diferentes pero volvieron a cruzarse en Mendoza, donde jugaron en San Martín. “Vivíamos a la vuelta y pasábamos casi todo el tiempo juntos”, revela Forestello, dejando en claro que a pesar de que compartieron muchas emociones juntos, estos duelos por la final del Reducido no será la única vez que los tenga cara a cara.
“Cuando arrancamos nuestras carreras de entrenadores, jugamos más de 10 clásicos cuando yo dirigía a Unión Sunchales y él estaba en Libertad. Es tan grande el cariño mutuo, que muchas veces después de esos enfrentamientos terminábamos cenando juntos”, recuerda el DT “santo”.
Delfino comparte sentimientos con su ex compañero. “No sólo con Darío forjamos esa gran amistad. En El Porvenir, también estaba Marcelo (Franchini), su ayudante de campo. Que ahora estemos enfrentados son cosas de la vida, pero nada podrá quebrar esta hermosa relación que nos une”, cuenta el “Gigante” entrenador de Sarmiento en diálogo con LG Deportiva.
“El respeto va a estar de por vida, más allá de lo que puede pasar en estos partidos”, firma Delfino.
El pasado domingo, ni bien San Martín vapuleó a Agropecuario y con el pasaje del “Verde” a la final ya confirmado, Forestello no se olvidó de su amigo. “Le escribí un mensaje diciéndole que me alegraba por su presente. Le dije que ojalá gane el que mejor haga las cosas y el ‘Grandote’ me respondió de la misma manera. Somos conscientes de que esto no cambiará nuestra amistad”, revela antes de tirarle “flores” a su amigo y rival. “Es una gran persona, por eso se merece todo lo bueno que le está pasando”, sentencia el responsable táctico de los “Santos”.
Hoy, a las 15.10, esa amistad quedará de lado durante los primeros 90 minutos de los 180 que tendrá el último capítulo del Reducido de la B. “No cambiará nada el resultado entre nosotros”, aseguran. Lo cierto es que el ganador casi que tocará el cielo con las manos.