Forma manchas rojas, pica, duele... y muchas veces, avergüenza. Puede “instalarse” en los pliegues: codos, rodillas, bajo los pechos; pero también en el cuero cabelludo (“disfrazada” de caspa), la nuca, las uñas... Suele ir y venir, como en brotes, y los factores que pueden empeorarla incluyen las infecciones, el estrés, la piel reseca, ciertas medicinas...
Todo esto, y mucho más, es la presentación de una afección llamada psoriasis. “Es una enfermedad del sistema inmunitario y no se puede curar, pero hay muchas formas de tratarla para que la calidad de vida de los pacientes sea buena. Para ello, lo fundamental es la detección temprana”, informó Beatriz Gómez, coordinadora de la Unidad de Psoriasis del Hospital Avellaneda, que este jueves y este viernes intensificará sus campañas de detección.
Cronograma
El jueves, de 8 a 12, habrá consultas gratuitas y sin turno para todas las personas que sospechen que pueden estar sufriendo la enfermedad. “También para quienes ya tienen diagnóstico y han sido tratadas, pero no han logrado todavía resultados satisfactorios”, añadió Gómez.
El viernes, desde las 10, habrá una reunión informativa de la que participarán todo el equipo interdisciplinario y pacientes en tratamiento, que brindarán su testimonio. La campaña es una iniciativa de la Sociedad Argentina de Dermatología, a través del Grupo Argentino de Psoriasis, y los interesados deben dirigirse al Servicio de Dermatología, consultorio 24 (área de consultorios externos), al que se ingresa por Catamarca al 2.000.
De qué se trata
Es una enfermedad crónica, inflamatoria, autoinmune, no contagiosa y sistémica, y su principal manifestación se da en la piel, sobre todo en manos, codos, rodillas, pies, tronco, cuello y cuero cabelludo. Se calcula que afecta a alrededor de 1 millón de argentinos, pero es posible que sean más: “los dos grandes problemas que se nos presentan como comunidad son el subdiagnóstico y el subtratamiento. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado en tiempo y forma disminuyen las complicaciones y mejoran la calidad de vida. Para que esto sea posible, el primer paso es que las personas que crean que padecen esta enfermedad acudan a la consulta”, afirmó el dermatólgo Alberto Lavieri, coordinador del Grupo Argentino de Psoriasis.
“La enfermedad se presenta de muchas formas, y se aborda también de maneras variadas agregó Gómez-. Los disparadores también lo son, e incluyen la predisposición genética, el estrés, el alcohol...”.
Se origina por una alteración del llamado recambio celular: las células de la parte más profunda de la piel avanzan hacia la superficie. Normalmente, esto demora un mes, pero en la psoriasis ocurre en pocos días porque crecen demasiado rápido. Las células excedentes forman las escamas y las manchas rojas.
“También causan un proceso inflamatorio que, si no se trata a tiempo y correctamente, puede comprometer las articulaciones y generar problema vasculares- destacó Gómez-. Además, una psoriasis mal controlada afecta enormemente todos los ámbitos de la vida: el laboral, el social, el familiar, el de pareja y el íntimo personal, y aumenta significativamente el riesgo de depresión”.
Qué se puede hacer
“La enfermedad es controlable y el tratamiento mejora muchísimo la calidad de vida”, resaltó Gómez y destacó que el abordaje es, necesariamente, interdisciplinario: se controla síntomas con antihistáminicos y corticoides; se hidrata la piel; se atienden los riesgos cardiovasculares; se busca una alimentación que no favorezca los procesos inflamatorios y minimice factores de riesgo como el colesterol, el sobrepeso, y la hipertensión arterial, entre otros.