Si este duelo, entre los “Santos” tucumano y sanjuanino, se hubiese jugado dos meses antes, el escenario hubiera sido bastante diferente.
Gastón Coyette se sentaría hoy en el banco visitante y Darío Forestello tendría puesto el pantalón largo negro con el escudo “ciruja” en el muslo derecho. Sin embargo, los caminos de ambos equipos no fueron como sus hinchas imaginaron en el inicio de la temporada y los entrenadores tuvieron que dejar sus cargos.
Pasó mucha agua por debajo del puente. En una semana, “Gato” y “Yagui” se cruzaron en la ruta que une Tucumán con San Juan y agarraron el San Martín que le quedaba en la Superliga.
Coyette logró enderezar el barco en Bolívar y Pellegrini. Si bien en los primeros juegos le costó demasiado, encontró el gran alivio al vencer a Racing hace 15 días y luego se volvió de Córdoba con un punto en el bolso, tras redondear un buen juego contra Talleres.
Forestello, en tanto, viene de capa caída con los sanjuaninos. Tras ganar en su debut ante Vélez, recibió dos mazazos en fila: derrotas con San Lorenzo y Defensa y Justicia. Los golpes le dolieron tanto que para este juego decidió cambiar su esquema clásico (ese que muta entre el 4-1-4-1 y 4-3-3) para armar un 4-4-2 con el que intentará dar el golpe en Bolívar y Pellegrini.
“Son todas finales para nosotros. Debemos tener concentración, mucho ímpetu y volver a ganar. Eso es clave para poder despegar”, aseguró Coyette en las horas previas. “Va a ser un partido difícil, pero hay que ganar como sea. Hay que seguir creciendo y sumando puntos”, sentenció Hernán Petryk, dejando en claro que hoy más que nunca deben sumar de a tres.