Pasó la tormenta y pasó la primera final de la Copa Libertadores entre Boca y River. El Superclásico terminó igualado 2 a 2 en La Bombonera y el primer mano a mano no tuvo un dueño.
La serie quedó "súper" abierta para que esta historia se defina por completo en el Monumental, el 24 de noviembre. Esta vez, el gol de visitante no vale doble, por lo que ninguno saldrá a especular.
Papelitos no, plumas: así recibieron a los suplentes de RiverLuego de la postergación debido a las fuertes tormentas del sábado, Boca y River jugaron una final con todos los condimentos. Sin brillar demasiado, el "Millonario" fue superior en el juego e intentó tocar cada vez que atacaba. Sin embargo, tuvo que revertir el marcador en dos oportunidades, e incluso el segundo tanto que festejó fue en contra, por un flojo desvío del defensor local, Carlos Izquierdoz.
Las atajadas de Rossi: el arquero de Boca se lució ante RiverRiver comenzó mejor y tuvo las mejores chances antes de que se abriera el marcador. El que se lució allí fue Agustín Rossi, el arquero de Boca que despejó todas las dudas y mostró por qué sigue siendo el 1 titular.
Con esa firmeza bajo los tres palos, el que sacó provecho arriba fue Ramón Ábila. "Wanchope" probó a Franco Armani y luego de un rebote le rompió el arco para establecer el 1-0 con un poco de ayuda de parte del arquero que luego iba a redimirse.
Pero el "Xeneize" volvió al medio casi "atontado" por tremenda conquista y lo pagó caro: Lucas Pratto picó al fondo, disparó cruzado y puso el 1-1. El goleador de River no dejó caer a su equipo, marcó y demostró que estaba para ser una de las figuras del partido.
Sin embargo, una lesión de Cristian Pavón obligó a los mellizos a apurar el ingreso de Darío Benedetto. Y de la amargura surgió la alegría, "Pipa" volvió a decir presente en la red con un buen cabezazo, esta vez inatajable para Armani, y mandó a Boca al descanso con un importante triunfo pese a la notoria falta de fútbol en el mediocampo.
La vuelta al campo tuvo a River como el más despierto, y con un gran tiro libre de Gonzalo Martínez llegó la igualdad. "Pity" mandó un centro doloroso y ante la lucha de Pratto, Izquierdoz la mandó en contra de su propio arco.
El 2-2 explicaba mucho mejor lo que se veía en el campo. Con el correr de los minutos River se cerró bien atrás y el obligado fue Boca, que pudo haber festejado el tercero luego de una gran contra de Carlos Tevez que el propio Benedetto dilapidó ante la rápida salida de Armani.
Al último duelo lo ganó el buen arquero de River, que mantuvo el 2-2 y certificó que la Superfinal sólo tendrá un dueño cuando los equipos se reencuentren para la revancha en el Monumental.