Entre las historias, entre los recuerdos y dedicatorias que ha dejado en el camino este Arsenal de Sarandí campeón de la B Nacional, hay varias que marcan. Una es la del arquero Maximiliano Gagliardo, el veterano de un “grupo que no conocía nadie” y por el que nadie apostaba.
En ese grupo, uno de los tantos "desconocidos" era Jesús Soraire, de último paso por San Jorge y antes por San Martín. El volante tocó el cielo con las manos: de jugar en el Federal A la temporada pasada, a lograr el ascenso a la Superliga.
Soraire es un producto del ascenso que venía de formar parte del plantel del “Expreso Verde”. Su experiencia “fuerte” en su carrera como futbolista fue, precisamente, esta temporada con Arsenal. Soraire cumplió un sueño familiar, así como también Gagliardo y el resto de sus compañeros, incluido el entrenador Seguir Rondina, el mismo que intentó salvar del descenso a la B a los de Sarandí, la temporada pasada.
“Esto es para mi hijo, que por mucho tiempo le dijeron que su padre era una fracasado”, le dijo un emocionado Gagliardo a TyC Sports, acto seguido de haber logrado el pase a la elite del fútbol argentino.
Hablaron casi todos los jugadores del “Arse”, incluso Soraire. Todos dijeron lo suyo. Todos recordaron el inicio de este cuento, al que le habían anticipado un final: el descenso a la B Metropolitana. “Pero mirá donde estamos”, se regodearon algunos. Es verdad.