En abril de 2018, el mercado comenzó a corregir de manera brusca los desequilibrios macroeconómicos que la Argentina arrastraba desde hace tiempo, sobre todo en el frente externo, cuyo déficit de cuenta corriente acumulaba algo más de cinco puntos sobre el producto bruto total.
Desde entonces que los mercados no han retomado un rumbo claro y mucho menos alcista. Si bien el año pasado, este hecho estuvo signado exclusivamente a fenómenos macroeconómicos, hoy queda claro que el principal factor es de componente político. Así lo indica un informe elaborado por Invecq Consultora.
Para poner esto en perspectiva, podemos observar que desde que comenzó la gran devaluación en el quinto mes del año previo, el Merval tomaba valores cercaron a los 31.150 puntos, mientras que, pasado exactamente un año, el mismo índice marcaba 32.000 puntos. “Es decir, un incremento de tan solo 2,7% frente a una inflación superior al 50%, lo que refleja una pérdida considerable en términos reales”, indica el reporte al que accedió LA GACETA. Lo mismo sucedió con los bonos dolarizados. Para utilizar como ejemplo, el Bonar 2020 (AO20) alcanzó un valor de US$ 108 luego de la primera fuerte contracción en el mes de abril del año previo, mientras que un año más tarde se encontraba en un valor de U$S 92, implicando una baja del orden del 15% en dólares.
Los factores
Sin embargo, en las últimas semanas, los resultados fueron completamente opuestos para los activos locales. “Esta premisa se deduce de dos principales acontecimientos, el primero tiene que ver con lo ya anticipado en informes previos, en el cual la posibilidad de intervención discrecional del Banco Central dentro del mercado libre de cambios a partir de fines de abril permitió darle mayor estabilidad a la moneda”, puntualiza Invecq. Desde entonces y hasta fin de mayo, el Merval ganó 17,8% en pesos y 17,3% en dólares. Como segundo e inobjetable factor, las definiciones políticas tuvieron, tienen y tendrán un peso trascendental a la hora de analizar el comportamiento de los activos.
• Primero, el 18 de mayo, Cristina Fernández anunció que el candidato de la fórmula presidencial sería Alberto Fernández, mientras que esta semana, el actual presidente de la Nación y también candidato a presidente por el frente Juntos por el Cambio anunció que su compañero de fórmula sería el actual senador peronista, Miguel Ángel Pichetto. Los mercados suscribieron, entonces, a que la polarización resulta efectiva para la definición del panorama político y mostraron un fuerte rally positivo a partir de entonces.
• La candidatura de Miguel Ángel Pichetto como vicepresidente puede llegar a sumar algunos votos de forma directa, debido al mensaje de apertura por parte de Cambiemos, aunque no sería este el principal objetivo de la fórmula ya que no es una figura con un gran conocimiento público o que ostente alta imagen positiva.
Lo fundamental que se intentaría conseguir con el armado es enviar una señal de gobernabilidad después de diciembre ya que el senador y posible vicepresidente es reconocido por su fuerte influencia en la Cámara Alta, la cual pasaría a presidir en caso de una victoria electoral. Antes de su renuncia a la presidencia del bloque Alternativa Federal, comandaba un grupo de 22 senadores de un total de 72, siendo la segunda minoría luego del bloque de Cambiemos. El oficialismo consiguió reunir 24 bancas en la cámara alta en estos cuatro años lo que lo deja, en términos individuales, muy lejos de la mayoría compuesta por 36 bancadas. Es difícil saber hoy cuál será el rumbo que tomen los senadores que hasta el momento reconocían a Pichetto como líder, pero es esperable que en caso de convertirse en el vicepresidente de la Nación una buena parte continúe respondiéndole.
• Si Cambiemos logra mantener los 24 senadores con los que hoy cuenta y suma el apoyo de algo más de la mitad del actual bloque de Alternativa Federal (aunque continúen como bloques diferentes), podría conformar una mayoría en el Senado que le permita aprobar leyes que serán esenciales para la agenda de reformas estructurales que hay por delante. En la Cámara de Diputados, por su parte, el bloque de Alternativa Federal tiene 35 bancas. Actualmente Cambiemos cuenta con 108 diputados propios, quedando a 21 bancas de conseguir la mayoría.
Más confianza
Según la consultora, dado este contexto y las nuevas expectativas, la cotización de los bonos mostró una fuerte compresión de sus rendimientos a lo largo de toda la curva, pero la mayor baja de TIR se adjudicó a los bonos de tramo corto, especialmente el AO20 (Ley Argentina), el A2E2 (Ley NY) y el AY24 (Ley Argentina), con bajas superiores a los 300 puntos básicos, alejándose aún más de un posible escenario de reestructuración de deuda en el corto plazo.