El pasado 20 de junio, Sabrina Pasarín, de 21 años, conducía una camioneta Chevrolet S10 por calle San Martín. Al llegar a la esquina de José Colombres, embistió a un Corsa Classic que conducía Rodrigo Carrizo, de 31 años. El conductor salió expulsado del vehículo y falleció. Los resultados de las pericias complicaron a Pasarín. Se supo que circulaba a gran velocidad, que podría haber pasado un semáforo en rojo y que tenía alcohol en sangre. La fiscala Adriana Giannoni consiguió que el juez ordenara la detención de la joven.
El abogado defensor de la familia Pasarín, Luis María Prizo, dio la versión de los hechos en estas últimas semanas. “Consideramos pertinente hacer algunas aclaraciones”, relató el abogado. “En lo que hace al accidente en sí, sostenemos que fue un siniestro de tránsito. Lamentablemente, hay una pérdida humana, pero de la manera en que se publica, se mancha la imagen de ella (Sabrina) con imprecisiones, al punto que se dijo que había estado en medio de una picada”, expresó.
El letrado remarcó que esa situación no se dio de esa manera. “Se dijo que ella había pasado el semáforo en rojo, aunque luego se constató que los semáforos de las calles San Martín y José Colombres no funcionaban al momento del choque”, agregó.
“También se habló de imprudencia por ingesta de bebidas alcohólicas, lo cual nuestro Código Penal lo tipifica como homicidio culposo, donde el elemento que resalta es la imprudencia, descartando la intención. La Fiscalía, en este caso, tiene presión mediática. Esto se da más que nada por la cuestión mediática, donde personas ajenas al hecho se encargaron de diabolizar la imagen de la familia”, prosiguió Prizo.
Luego de que se confirmara la muerte de Carrizo, se conoció que la chica había protagonizado otro accidente. En septiembre de 2011, cuando tenía 14 años, se cayó de la moto que manejaba. Con ella también viajaba Lucía Nieto. Pasarín sufrió heridas leves y su compañera murió unos días después, tras dar la cabeza con una columna del alumbrado público en la avenida Alfredo Guzmán al 500. La familia de la víctima denunció irregularidades y amenazas.
“En todas las informaciones hay falsedad y malicia. Por eso, no entendemos”, dijo el abogado. “Lo que se dijo no está probado en ningún lado. Es cierto que el padre está procesado en una causa, pero es una persona normal. Era un simple comerciante que se dedicaba a comprar ropa y objetos en Bolivia para revender aquí. En uno de esos viajes quedó marcado en una causa, aunque no se probó que sea un narcotraficante”, indicó.
Mario Pasarín, padre de la joven, junto con otras nueve personas, está acusado de tráfico y venta de drogas.
Prizo, con referencia a Sabrina, afirmó que se sorprendía por “la insistencia y vehemencia de las publicaciones” en contra de su cliente, teniendo en cuenta que es una persona “de corta edad, y que además tiene una hija menor de cuatro años”. “No se le permitió ejercer hasta el día de hoy sus derechos, como ser el arresto domiciliario. Las publicaciones y la información a través de la televisión provocan un daño en toda la familia, e incluso en esa niña”, manifestó. El abogado, además, señaló que la niña hace dos semanas que no tiene contacto con la joven detenida.
“Mi defendida está muy dolida con toda la situación. Aún más, al enterarse de que había fallecido una persona, por supuesto. Considero que es una fatalidad”, agregó. “Según las pericias, la víctima no llevaba colocado el cinturón de seguridad. De haberlo llevado, quizás no estaríamos en esta situación”, hizo hincapié.
“En principio, él había sido despedido del vehículo; ella también fue hospitalizada, pero como tenía puesto el cinturón de seguridad no tuvo que lamentar tanto daño. Entendemos que las publicaciones no fueron por parte de la familia de la víctima. Recordamos que años atrás, en un hecho desgraciado, hubo una chica que perdió la vida. Es totalmente malicioso lo que se dijo: que la Justicia no actuó sobre ese hecho y que hubo soborno. No fue así”, agregó el letrado.
Prizo rechazó, a la vez, que haya habido amenazas u otra cosa en contra de la familia Nieto para que no accionaran entonces. “No accionaron porque Pasarín era una persona insolvente. Era una persona que no tenía patrimonio ni propiedades. Sabrina, a causa de ese accidente, estuvo hospitalizada dos meses. Incluso, al velorio de esa chica asistieron la madre y una tía de Sabrina; o sea, la familia estuvo presente. Había una buena relación entre las dos familias”, finalizó.