Lejos de las imágenes que mostraba en las redes sociales, con looks muy producidos y posados en selfies hechos con teléfonos de alta gama, Sabrina Pasarín se mostró ayer resignada y sin ánimo. Se presentó en una sala con el cabello desaliñado y suelto, tapada con una campera verde con capucha y apliques de alas en la espalda. La joven siguió durante unos 40 minutos lo que se hablaba en la audiencia pública. Sentada en el banquillo de los imputados, escuchó en particular la decisión final de Enrique Pedicone, vocal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción: seguirá con prisión preventiva hasta cumplir cuatro meses.
La acusada, de 21 años, ha sido imputada por la muerte de Rodrigo Carrizo en un accidente de tránsito y la fiscal Adriana Giannoni ya requirió el juicio oral por homicidio simple con dolo eventual, una pena que no contempla la posibilidad de libertad condicional en caso de condena. La joven, en ese marco, viene cumpliendo el arresto domiciliario en su casa, utilizando un sistema electrónico de detección. Pasarín afrontó ayer un proceso abreviado en el que se confirmó el rechazo al recurso de apelación que había presentado su defensa contra la preventiva.
Ella optó por no hablar ante al magistrado, el fiscal de Cámara de Apelación, Alejandro Noguera, y los abogados de la querella. Luis María Rizo, el letrado defensor, planteó la revocatoria de la prisión, y afirmó que la investigación preparatoria ya había finalizado y que no había riesgo de fuga, a partir del pago de una fianza, ni de entorpecimiento de la causa. “La investigación ha terminado, por lo que no existiría un riesgo procesal para que amerite continuar privando de su libertad a Pasarín. No hay perjuicio en el hecho, que en su momento será objeto de juicio”, explicó el abogado. “Se trata de un hecho que tuvo mucha repercusión mediática y social”, añadió.
El caso
El jueves 20 de junio, la joven embistió con su camioneta a un auto Chevrolet Corsa, que era conducido por Carrizo. La imputada se movilizaba en una Chevrolet S10 por calle San Martín, en la capital, junto con un grupo de amigos, tras salir de bailar. Pero al llegar a la esquina con calle José Colombres, impactó contra el otro rodado. Por la fuerza de la colisión, la víctima salió despedida y murió en el momento.
De acuerdo con la causa, los resultados del examen de alcoholemia confirmarían luego que el nivel de alcohol en la sangre de Pasarín era de 0,69. Además, se hizo referencia a que la muchacha conducía a alta velocidad. A la vez, se supo que los semáforos de la esquina funcionaban de manera normal.
El juez Francisco Pisa, hizo lugar después al pedido de prisión preventiva de la fiscal Adriana Giannoni, y determinó también que había peligro de que la acusada entorpezca la investigación en el supuesto de que quedara en libertad, ya que tenía los medios y contactos para hacerlo. En el proceso se tomaría en cuenta además un antecedente significativo: el pago de un soborno para que sea modificado el dosaje alcohólico.
“Sabrina no es ajena al hecho. Lamenta la pérdida de una vida. Lejos de lo que trató de construir la prensa, es una persona sensible y la situación la afectó sobremanera. Estuvo tranquila (durante la jornada). Hoy, le interesa estar con su hija y tiene miedo a la exposición mediática”, expresó Rizo.
El defensor trazó un cambio de figura penal: pasar de homicidio simple con dolor eventual a homicidio culposo, con sus agravantes por el nivel de alcohol en sangre. En la misma línea, remarcó: “uno de los fundamentos (del fiscal) para rechazar el cese de la prisión preventiva fue que se le atribuía a un familiar de mi defendida haber cometido un delito (por el aparente soborno), lo que no nos consta”. “De hecho, a la familia le generó una gran sorpresa. Es más, este hecho está siendo investigado por otra fiscalía”, añadió.
Pedido de justicia
El reclamo por justicia de familiares y allegados de Rodrigo Carrizo se sintió en la audiencia. Una decena de personas se habían concentrado en la puerta del edificio judicial, en la calle España y Laprida, mostrando carteles con la imagen del fallecido, de 31 años.
Yanina Lazarte fue la voz de la familia adentro de la sala. La joven se presentó como sobrina de la víctima y remarcó: “no sé y no entiendo como la señora o señorita Pasarín puede gozar de alguna manera de la libertad. Pidió estar en su casa para cuidar de su hija. Pero en el momento en el que ella anduvo de fiesta y mató a mi tío, no le importaba su hija, con quién quedaba y nada”, criticó.
“Mientras mi tío andaba trabajando, como todos los días, ella estaba de fiesta. Ella mató a una persona. Mi tío dejó un nenito de cinco años, quien sufrió un retroceso importante, ya que mi tío no era un padre ausente. Piensan en la hija de ella. ¿Por qué no piensan también en la criatura de Rodrigo? Ella goza de su hija todos los días. No me parece que tenga que estar en su casa”, manifestó. Unos minutos antes, la hermana de Carrizo había sufrido una descompensación y fue atendida por médicos en el lugar.
Luego del rechazo a la apelación de la defensa contra la prisión preventiva de la joven, el debate procesal continuará el viernes 26. Justamente, en la audiencia pública se resolverá el planteo de una de las querellas contra el arresto domiciliario.
“Entendemos que no están dadas las condiciones del arresto domiciliario. Hay informes psicológicos, técnicos, pericias que reflejan que la menor, hija de Pasarín, se encuentra totalmente contenida por el entorno familiar. Inclusive, estando en arresto domiciliario, la señorita Pasarín se saca fotos, burlándose un poco de la familia de la víctima y de la sociedad”, enfatizó el letrado Jorge Lobo Aragón, representante de la familia de la víctima.