Durante una conferencia que brindó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el presidente electo Alberto Fernández reiteró su postura sobre el aborto y bregó por continuar afianzando los derechos de las mujeres en Argentina. "El aborto nunca debió haber sido un delito", afirmó ante los aplausos del auditorio.
"De todas las demandas que se han visto en los últimos años por la igualdad, sin dudas la que más nos impactó a los argentinos fue la demanda de las mujeres. Salieron a las calles reclamando simplemente tener los mismos derechos que el hombre", explicó Fernández.
No me cuesta decirlo, es lo que siempre he creído. Entiendo que cuando hablamos de aborto en estos términos lo hacemos en términos de salud pública, que es lo que es. Que no sea castigado no quiere decir que las mujeres estén obligadas a abortar
"No me siento un machista ni un machirulo (como dice Cristina), pero muchas de las demandas eran ciertas y yo no las tenía registradas. Demandas tales como que un hombre y una mujer, haciendo el mismo trabajo, reciben distintos sueldos. Esto sin contar la violencia de género, que en el siglo XXI es insoportable que la toleremos y nos hagamos a los distraídos", continuó con su relato el candidato elegido por los argentinos para reemplazar, desde el 10 de diciembre, al presidente saliente Mauricio Macri a cargo del Poder Ejecutivo nacional.
En contra de la hipocresía
"A lo largo de la campaña le pedí a la Argentina dejar de ser hipócrita, dejar de castigar el aborto y entender que es parte de la hipocresía argentina, que condena a la mujer sin recursos a tener que recurrir a practicarse el aborto en términos de asepsia y pone en riesgo su vida. Y muchas veces el aborto termina con la vida de la mujer", siguió Fernández con su relato.
Y aquel que por creencias religiosas o por convicciones personales piense que no es una buena salida, lo que deben hacer es no abortar. Tan simple como eso
Aunque todavía es incierto cuándo se reabrirá el debate político en Argentina para discutir otra vez la despenalización del aborto, el presidente electo fue contundente. "No soy un hipócrita y si hay algo que me complica la vida es decir lo que creo. Toda mi vida enseñé que el aborto no debió haber sido un delito y, a esta altura de los acontecimientos, creo que no tiene que ser un delito y que el Estado debe garantizar que las mujeres puedan acceder al aborto en condiciones de asepsia que el Estado debe garantizar", sostuvo y resaltó que "lo único que intento es terminar con la hipocresía".