Por Ulises Rodríguez

PARA LA GACETA - TUCUMÁN

La primera infancia de Diego Nemec transcurrió en Tucumán. Una parte de su familia es tucumana y sus recuerdos de primos y vacaciones son tucumanos. Durante la segunda mitad de los años 90’, mientras estudiaba la carrera de Historia en la UBA, se empezó a interesar por temas que tocaban de cerca su propia biografía y cursando el posgrado decidió hacer su tesis sobre la década del 90 en Tucumán.

“Para entender el bussismo de aquellos años había que estudiar los tiempos del Operativo Independencia y la dictadura, temas que no habían tenido una adecuada atención historiográfíca”, cuenta el autor de Pueblos de la “Guerra”. Pueblos de la “Paz” editado por la colección Memorias en Conflicto de la Edunt.

Comenzó a buscar fuentes sobre los 70. Gran parte de la información la halló en el archivo del diario LA GACETA. En esa búsqueda se topó con el dato de que los militares habían construido cuatro pueblos en el sudoeste provincial: Capitán Cáceres, Sargento Moya, Teniente Berdina y Soldado Maldonado, decretados entre el 16 de agosto de 1976 y el 6 de diciembre de 1977 en paralelo a la ruta 38 y a lo largo de 30 kilómetros.

“Lo que más me interesó de los pueblos como objeto de estudio es que me permitían ver una faceta del poder militar que acompañaba a la cuestión represiva y que se relacionaba con la búsqueda del consenso y la adhesión de la población abriendo la posibilidad de examinar cuestiones poco desarrolladas hasta ese momento en las investigaciones sobre aquellos años”, dice Nemec que es integrante del Núcleo de Historia Reciente que funciona en el Instituto de Altos Estudios Sociales (UNSAM) y docente de Problemas de Historia Argentina en la Universidad Nacional Arturo Jauretche.

- ¿Por qué crees que a casi 45 años de fundados los cuatro pueblos nunca se había publicado un libro sobre el tema?

- No solo este tema fue poco abordado sino que también son escasas las investigaciones historiográficas que tratan en profundidad los años 70 y la última dictadura en Tucumán. Para dar un ejemplo, a la fecha no se ha publicado un solo libro que aborde exclusivamente, de manera crítica e integral, la historia del Operativo Independencia o de la dictadura en la provincia. Este silencio historiográfico no hace justicia a la relevancia represiva y simbólica que tuvo el Tucumán de aquellos años.

Sin cuestionamientos

De la investigación realizada por el historiador Diego Nemec surge la naturalización -por una parte de la sociedad tucumana- respecto de la fundación y el traslado forzado de miles de personas a estos cuatro pueblos.

- ¿En qué se apoyaron los militares para lograr esa naturalización y sin mayores cuestionamientos incluso durante la democracia?

- En el libro se intenta abordar uno de esos aspectos -entre muchos otros posibles- a partir del estudio de las tareas de “acción cívica” y “acción psicológica” que realizaron los militares en los años 70. La investigación sobre los pueblos pone el acento en la aplicación sistemática de estas estrategias, algo que también debe tenerse en cuenta a la hora de pensar la adhesión de una parte de la población tucumana al proyecto castrense.

- ¿Qué percepción tienen los primeros habitantes de estos pueblos respecto de los más jóvenes?

- A esta altura es posible pensar que forman parte de su propia identidad que ellos estiman valioso transmitir a las nuevas generaciones. Quizás la fortaleza de esa identidad y de sus mecanismos de conservación y transmisión hayan quedado de manifiesto hace 20 años, cuando se intentó cambiar los nombres militares de los pueblos y algunos pobladores, incluso los más jóvenes, se opusieron argumentando que esos nombres -y lo que representaban- eran parte de su propia historia y de su identidad local.

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