Siete uniformados detenidos (cinco de ellos en actividad), tres dependencias policiales allanadas y otros efectivos sospechados fueron razones suficientes para que hubiera un tembladeral en la Policía mientras se desarrollaban los allanamientos en distintos puntos de la provincia.
Hasta el momento no se determinó qué nivel ocupaban los uniformados en actividad en la organización, pero sí se cree que los dos que estaban fuera de la fuerza podrían haber actuado como nexos.
Sí se sospecharía que los acusados realizaban las siguientes actividades:
- Facilitar a los miembros de la organización armas, vestimentas, chapas identificatorias para que cometieran los ilícitos.
- Fingir controles en la ruta para asaltar a narcos que venían con droga a la provincia o víctimas que sabían que se desplazaban con importantes sumas de dinero.
- Ingresar a las viviendas de supuestos transas fingiendo realizar allanamientos para sobornarlos o, directamente, robarles la droga y el dinero que tenían en su poder.
- Liberar zonas para que la banda cometa ilícitos o puedan trasladar la droga sin ningún tipo de problema.
- Inventar operativos para no dejar huellas sobre los delitos que cometían. Por esa razón, allanaron las seccionales 14 y 12 y la comisaría de El Colmenar donde secuestraron el libro de guardia.
- Brindar datos clave para que puedan cometer ilícitos, como por ejemplo, direcciones de posibles vendedores barriales de drogas .
Sin fisuras
El jefe de Policía Manuel Bernachi fue notificado hace más de una semana por el fiscal Diego López Ávila sobre la investigación que estaba desarrollando. En ese encuentro, también se le comunicó que en el grupo había personal de la fuerza involucrada. También acordó con los funcionarios del Ministerio Público Fiscal cómo y cuándo se realizarían los allanamientos y quiénes serían los responsables de realizarlos.
“La tarea fue impecable y debo destacar el profesionalismo de la fuerza. No sólo no se filtró ningún dato, sino que además no dejaron ningún tipo de dudas en los procedimientos. Fueron 48 allanamientos que se realizaron de manera simultánea”, le dijo el fiscal a LA GACETA.
Bernachi, mientras se desarrollaban las medidas judiciales, aclaró que todo el personal que esté mencionado en la investigación ingresaba en estado de disponibilidad, además de ser presentado ante la Justicia. “Desde que asumimos anunciamos que no toleraríamos la corrupción en la fuerza. y con estos procedimientos lo demostramos”, señaló.
“Se hizo un trabajo con mucha prolijidad, seriedad y excelencia. Prueba de ello son los resultados de los 48 allanamientos con los distintos secuestros y detenciones que se realizaron en un trabajo articulado con el MPF. Es importante destacar que a pesar de que había personal policial involucrado, la Justicia ha confiado en la Policía y le dio todas las medidas judiciales para que las lleve adelante con su personal, muestra confianza con las autoridades judiciales y con la misma sociedad”, destacó el ministro de Seguridad, Claudio Maley.