En la provincia, unas 56 líneas de colectivos conectan las 18 intendencias y 93 comunas con San Miguel de Tucumán. En la capital, son 14 las líneas que atraviesan los barrios de la ciudad. Los reclamos de los usuarios se fueron acentuando durante los últimos años: el servicio se percibe caro y, en muchas ocasiones, los coches no están en buenas condiciones, son pocos los que cuentan con aire acondicionado y las frecuencias causan dolores de cabeza.
El año pasado, la ecuación económica entre el traspaso de los subsidios de la Nación a las provincias, la devaluación del peso frente al dólar, los insumos dolarizados y la eliminación del subsidio al combustible, llevó a los empresarios de colectivos locales (organizados en la Asociación de Empresarios de Transporte Automotor de Tucumán) a pagar de manera escalonada los sueldos a sus trabajadores. A eso se sumaron la reducción de las frecuencias y la formalización de despidos. El sindicato mayoritario, la Unión Tranviarios Automotor -UTA-, concretó 14 jornadas y media de paro. Tras la intervención del Gobierno, finalmente se dio marcha atrás con los despidos. En simultáneo, el Gobierno provincial y el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán otorgaron tres subas en la tarifa durante 2019: en enero del año pasado, el boleto mínimo urbano costaba $ 15,50 y en diciembre alcanzó $ 30 (valor actualmente vigente). El boleto mínimo, base del esquema de tarifas de colectivos metropolitanos, interurbanos y rurales sufrió un aumento del 93,5% en un año. Mientras tanto, la inflación medida por el Indec para el NOA en el mismo periodo fue del 55,5% y el aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, del 35%.
El reparto de subsidios nacionales generó tensión entre los empresarios el año pasado, porque adujeron que hubo un trato prioritario al transporte de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano. Este reparto, según documentación del Ministerio de Transporte de la Nación, no fue federal: de los $ 63.378 millones destinados al sector en todo el país, $ 56.433 millones fueron dirigidos a empresas de la provincia de Buenos Aires (incluyendo Capital Federal), es decir, el 89%. Tucumán recibió $ 643 millones, es decir, el 1,01%. Si se divide la cantidad de fondos en la cantidad de habitantes de cada distrito, en 2019 se otorgaron $ 254 por persona para subsidiar el boleto en Buenos Aires; en Tucumán, el aporte fue de $ 37 por cada tucumano.
El esquema para este año recién se conocerá en marzo, cuando el Congreso trate el proyecto de Presupuesto 2020. Hasta entonces, Nación dispuso de una caja de $ 5.000 millones por 120 días para las empresas de cada distrito. De ese modo se busca evitar nuevos aumentos. En Tucumán hay que sumar los subsidios provinciales: la Casa de Gobierno tiene asignados por la ley de Emergencia del Transporte Público unos $ 1.390 millones para las empresas. En el Presupuesto provincial, el margen es un poco más amplio: en el ítem Subsidios al Transporte se consignan fondos por $ 2.100 millones.
Con este panorama es fundamental la conformación de una mesa de diálogo entre todos los sectores: funcionarios nacionales, provinciales, municipales, legisladores, concejales y empresarios. Se debe avanzar en la búsqueda de soluciones para mejorar el servicio. Es fundamental que los ciudadanos gocen de un sistema transporte en mejores condiciones que el actual.