Los tiempos de pandemia están haciendo estragos en los clubes. River, por caso, espera la apertura del libro de pases para vender y saldar compromisos por casi 12 millones de dólares que vencen este año, por cuotas en la compra de jugadores que reforzaron el equipo en las últimas temporadas. Según Télam, entre las deudas que debe afrontar el club figuran intereses por retrasos en las cuotas del pase de Lucas Pratto en 2017; la refinanciación de la deuda con Belgrano por el pase de Matías Suárez; y el pago final por el chileno Paulo Díaz. Ante el parate, River debe vender ya que no tiene ahora otro tipo de recaudación.
Si bien las deudas con Godoy Cruz por Fabricio Angileri (de U$S 1.4 millón) y con Belgrano por el “Oreja” Suárez (U$S 670.000) son negociadas por estos días, la situación no es fácil de resolver. Otras deudas pendientes: € 3 millones al Karpaty Lviv de Ucrania por el colombiano Jorge Carrascal; € 455.000 a San Pablo por Pratto; U$S 1 millón por Nicolás De la Cruz a Liverpool de Uruguay; € 1,3 millón por Juan Fernando Quintero a Porto de Portugal; y U$S 2 millones por Paulo Díaz a Al-Ahli de Arabia.
La falta de recaudación que genera el fútbol por la venta de plateas, palcos, abonos y publicidad estática afectó fuerte a River, ya que esos rubros conforman casi el 70% de sus ingresos ordinarios.