La rutina cambió de repente. La boca quedó tapada. Las manos nunca estuvieron tan limpias. Medimos las distancias cuando estamos en una cola. Y antes de abrir una puerta miramos de reojo, con miedo, el picaporte. Si podemos usar las piernas en vez de los brazos, mucho mejor. Nos habituamos a que todas las reuniones, las clases y capacitaciones sean por internet. Hasta “vamos al médico” en forma virtual. Muchos objetos se volvieron imprescindibles en esta nueva realidad. Su marketing es el de la pandemia por el coronavirus, mientras ganan cada día más adeptos. Por eso, no sería extraño pensar que van quedarse con nosotros mucho tiempo. El tapaboca y las máscaras de soldador son los ejemplos más claros. Pero hay muchos más. Algunos son súper innovadores. Otros, en cambio, lucen más básicos o simplemente han sido rescatados del pasado.
1- Dispenser de alcohol en gel
Higienizarse las manos pasó a ser un ritual obligatorio al ingresar a un negocio, a una oficina o a un centro de salud. Isaías Adrián Jiménez (tiene 31 años) vio que en esta nueva modalidad hay un problema: para ponerse alcohol hay que tocar el tarro, que también podría estar sucio. Algunos comercios han optado por destinar un empleado específicamente para dispensar el líquido entre los clientes.
Jiménez pensó en crear un dispenser manos libres. Como en su casa tenía un soldador que compró hace tiempo para entretenerse, probó hacer un modelo de prueba y le salió bien. Entonces, lo puso a la venta. El artefacto, diseñado para botes de medio litro, tiene un pedal en donde cada uno aprieta y la medida de alcohol sale directamente a la mano. No posee cables, ni necesita electricidad; es pura mecánica, explica Adrián, que es docente de Educación Física y se especializa en terapias de rehabilitación. Y cuenta que ya tiene muchos pedidos de escuelas que empezaron a adecuarse para la futura vuelta a clases.
2- Rodillos para bicicletas
Cuando se decretó el aislamiento social, en marzo, los cultores del deporte de las dos ruedas no tuvieron otra posibilidad que hacer ciclismo casero. Para esto buscaron los clásicos rodillos que convierten una bicicleta móvil en un artefacto fijo. “Después, la gente que no hace ciclismo pero que quería hacer actividad física y tenía una bici en casa los descubrió. Esta necesidad llevó a que en los primeros días de cuarentena los rodillos desaparecieran de las bicicleterías”, cuenta Sergio Centeno. Él y su hija son competidores de la disciplina Ironman y no querían parar de entrenarse. Pero en su casa tenían un solo rodillo. A Sergio se le ocurrió fabricar uno. Le salió bien y, cuando sus conocidos se enteraron, empezaron a encargarle este dispositivo. “Sin querer, se convirtió en un negocio”, explica el profesor de Educación Física, vecino de Concepción. Para él, este implemento subsistirá tras la emergencia sanitaria y se usará por más tiempo porque muchos ciclistas saben ahora que pueden darle una doble vida a la bici que tienen en casa. “Lo que diferencia esta modalidad de la bicicleta fija tradicional es que con el rodillo vos podés usar tu rodado como siempre, incluso poniendo los cambios”, remarca, al destacar una de sus virtudes.
3- Barreras antivirus
Nunca lo hubiéramos imaginado. Las barreras antivirus nos parecían cosa de ciencia ficción. Sin embargo, por estos días la mampara de acrílico les trajo alivio a muchos trabajadores expuestos a cualquier contagio. Están en algunos comercios, farmacias, supermercados, taxis y en consultorios médicos. El ingeniero Diego Blas cree que los dispositivos de protección que se instalaron durante la pandemia se quedarán en el futuro. Por ejemplo, él ideó una estructura con plásticos y caños de PVC que se adapta a cualquier paciente y a cualquier cama de hospital. Es un bloqueo que permite aislar a un paciente crítico, evitando que se pueda infectar de otros virus o contagiar al personal médico. El dispositivo, que se llama “Doctor help”, es muy fácil de fabricar. De hecho, Blas hizo un tutorial que se puede ver on line y que permite a los interesados realizarlo en casa sin dificultades.
4- Pedales para puertas
Es algo muy sencillo y provoca una inmensa tranquilidad en estos días. Se trata del pedal para puertas. Se fija con tornillos a la parte baja de las puertas y está diseñado para abrirlas fácilmente tirando o empujando con la punta del calzado. Así se evita la manipulación de picaportes y el posible contagio del virus. Giselle Shebar, una de las creadoras del proyecto “Pie-dal”, apunta que se trata de un dispositivo resistente e ideal para lugares de alto tránsito como restaurantes, bancos, clubes, hospitales y universidades. Otra función esencial es que aleja el pánico al contagio y por eso, según ella, no se dejará de usar.
5- Las webinar
Profesionales de distintas áreas han asistido en los últimos días a algo inimaginable hasta hace poco: las webinar. Son encuentros virtuales que permiten capacitarse o debatir temas de distintos intereses. A través de ellas, es posible acceder a personas y conocimientos de todo el mundo desde una pantalla, en la comodidad de cada hogar. “Las webinars permitieron unir profesionales colegas de todo el mundo. Es una experiencia maravillosa estar conectados, interactuar con el orador. Además, se ahorran muchos recursos que se gastaban en viajes y hoteles y eso lo tendrán muy en cuenta de ahora en más las sociedades científicas. Es algo que vino para quedarse; si bien hay congresos presenciales que son irreemplazables, por ejemplo, los que capacitan acerca del aprendizaje manual. Los otros, los teóricos, creo que en el futuro serán virtuales o híbridos, con una parte presencial y otra on line”, considera el doctor Luis Aguinaga, vicepresidente de la Federación Argentina de Cardiología. El profesional participa en uno o dos webinar por semana, la mayoría de ellos internacionales, que contaron con la asistencia de más de 1.000 colegas.
6- Las teleconsultas
Prender el celular. Hacer una videollamada. Explicarle al médico cuáles son los síntomas que una persona tiene. Acercar la cámara para que nos vea bien. Recibir una receta digital por mensaje. La telemedicina es la verdadera revolución que nos trajo esta pandemia, auguran los médicos. Con esta tecnología se ahorrarán muchos recursos y tiempos de espera en los centros de salud. Son más que útiles para el control de las enfermedades crónicas. Y ya prácticamente se han generalizado, explica María Eugenia López, coordinadora del programa de telemedicina del Siprosa.
Según detalla, en la provincia ya hay 54 médicos y demás profesionales de la salud (enfermeros y fisiatras, entre otros) atendiendo con esta modalidad que surgió a partir de la pandemia. “Nunca pensábamos que iba a tener tanto impacto esta alternativa. El paciente aceptó muy bien esta posibilidad, al igual que los médicos”, señaló López. Hasta hace dos semanas ya habían atendido casi 14.000 consultas. “Esto llegó para quedarse, y va a seguir creciendo. La idea es que los pacientes vayan solamente al hospital si tienen que hacerse estudios. Y así disminuir el tiempo de permanencia en los centros de salud”, remarcó.
7- Alcohol para manos en aerosol
A las ya conocidas presentaciones en líquido y el gel, en esta pandemia se sumó el alcohol en aerosol. Se puede encontrar en todas las farmacias y en algunos supermercados. Hay envases de bolsillo y otros más grandes. Es un producto que se absorbe en segundos y no tiene perfume.
8- Tapabocas
Nadie sabe a ciencia cierta si se quedarán para siempre. Pero lo que antes era una rareza, hoy se convirtió en la normalidad. Los tapabocas están tan metidos en nuestra vida cotidiana que muchos emprendedores pasan el día diseñándolos. Hay para todos los gustos: de distintos colores y telas e incluso los que son transparentes, especiales para quienes deben leer los labios porque tienen hipoacusia. Carolina Sáenz, diseñadora, siente que ahora que se naturalizó el uso del barbijo se convertirá en un elemento esencial de los inviernos, no solo por el coronavirus, sino por todas las afecciones respiratorias que hay en esta estación del año. Así como salimos con bufanda y guantes, también llevaremos barbijo, anticipó.
9- Fundas para aislar el celular
Ya lo dijeron los infectólogos y los especialistas: el teléfono móvil es un potencial transmisor tanto del coronavirus como de otros gérmenes que abundan por todos lados. Y en plena pandemia, es un riesgo tener nuestros dedos en contacto permanente con esta superficie. Desinfectarlo a cada rato tampoco parece una buena solución. Por eso surgieron los estuches descartables con cierre hermético. El usuario puede colocarlos en esta funda antes de salir de casa. Se puede utilizar normalmente ya que no bloquea la cámara, el micrófono, la pantalla táctil ni el lector de huellas. Al volver al hogar, la funda puede tirarse a la basura. Y el celular, volver a tocarse sin previa desinfección.
10- Shows por streaming
Nunca será lo mismo que un recital en vivo. Pero más triste sería no poder ver a nuestros artistas favoritos en directo. Desde marzo, numerosos eventos artísticos fueron suspendidos, cancelados o reprogramados. Entonces, tuvieron que migrar a las plataformas digitales. Por ejemplo, el 8 y 9 de agosto será el turno de Cosquín Rock Online, donde participarán más de 60 artistas de toda Hispanoamérica, tocando en vivo en cuatro escenarios en simultáneo. En esta versión virtual, el evento permitirá a los espectadores elegir su propio punto de vista (entre tres opciones de cámaras), asistir a pruebas de sonido e interactuar con otros asistentes en chats directos. Se lo podrá ver desde múltiples dispositivos: computadoras, celulares, cardboards o cualquier lente de realidad virtual, sin necesidad de bajar ninguna aplicación o programa. Los shows se difundirán a través de una plataforma propia. Las entradas ya están a la venta.