La diputada por Tucumán de Juntos por el Cambio, Lidia Ascárate, cuestionó tanto el contenido del proyecto de reforma de la Justicia que impulsa la Nación como el momento en que se lo presenta, para que sea debatido.
"Si bien no existe un tiempo ideal para que el Poder Ejecutivo Nacional impulse una reforma íntegra del Poder Judicial, proyectos de tal magnitud requieren de un acuerdo político amplio entre las distintas fuerzas, que le otorgue legitimidad. Y en estos momentos, en que el país está atravesando un proceso de emergencia sanitaria, todas nuestras energías están enfocadas en mitigar los efectos adversos de la pandemia. Recién una vez que hayamos podido controlar esta situación se podrá encarar con tranquilidad un debate para la necesaria reforma judicial", indicó la diputada radical.
Ascárate reprochó, además, que se impulse una reforma que exigirá una gran derogación dineraria, precisamente en el actual contexto. "La reforma resulta cuestionable; en primer lugar, por el enorme costo presupuestario de esta iniciativa en el marco de una profunda crisis económica y sanitaria. En segundo lugar porque no están dadas las condiciones para encarar un debate genuino y presencial con especialistas en el tema, y finalmente porque tampoco existe formalmente una invitación a la oposición para sentarse en una mesa de diálogo con agenda abierta", dijo.
Además, consideró que la reforma, tal como está planteada en el proyecto, no resolverá de raíz el problema de la Justicia. "Plantea una multiplicación de juzgados federales, bajo el mismo esquema de funcionamiento actual", señaló.
Finalmente, indicó que el texto tampoco garantiza la lucha contra la corrupción. "El gobierno hasta ahora no ha podido o no ha querido esforzarse en demostrar que la reforma judicial propuesta no persigue el objetivo de garantizar la impunidad. Todo lo contrario: proponen que debatamos remotamente, pero la vicepresidenta (Cristina Fernández) nos apaga los micrófonos", criticó.