WASHINGTON, Estados Unidos.- Más de 82 millones de estadounidenses habían emitido hasta ayer su voto anticipado, una cifra que anticipa una participación histórica, según un conteo difundido por el grupo de monitoreo US Elections Project. Se trata de poco menos del doble de los 47 millones que lo hicieron hace cuatro años, en el periodo anterior a la jornada electoral.
El número de votantes registrados aumentó un 12% con respecto a 2016, lo que arroja un número de 1,9 millones de personas.
El presidente y candidato a la reelección, Donald Trump, y su rival, el ex vicepresidente Joe Biden, mientras tanto, hacen un último esfuerzo para ganar en los estados “pendulares”, que podrían definir la elección.
El martes, Trump se juega cuatro años más en la Casa Blanca frente al demócrata Biden, que es favorito en las encuestas por unos ocho puntos, pero que quizás no podrá festejar hasta bastantes horas después de cerradas las mesas de votación, debido a que deberán contarse las boletas enviadas por correo y calcular la cantidad de electores que consigue para el Colegio Electoral, y si le alcanzan para ser presidente.
Esta mayor asistencia preliminar refleja el enorme interés que este proceso electoral suscita entre la población y el llamado, especialmente de los demócratas, a sufragar por correo para evitar las aglomeraciones ante la pandemia de coronavirus.
A cuatro días de los comicios, Trump tiene en agenda actos en Michigan y Wisconsin, estados en los que ganó ajustadamente a Hillary Clinton en 2016 y que no puede perder ahora si quiere tener una esperanza de reelección.
Su rival demócrata comparecerá en Iowa y Minnesota y Wisconsin, también estados que regularmente vieron contiendas cerradas durante las últimas campañas presidenciales.
Florida, donde el voto latino -tanto el conservador anclado en la comunidad cubano-estadounidense como el más liberal de los puertorriqueños- juega un rol central y es considerado por estrategas de ambos partidos como un requisito para ganar.
Ambos candidatos están cabeza a cabeza en las encuestas en Florida, que tiene en juego 29 de los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral para llegar a la Casa Blanca. Una victoria de Biden allí terminaría rápidamente con el suspenso de la jornada.
Texas, considerado un estado republicano, de gran magnitud y con peso en el resultado de los comicios, tiene ya el voto de casi nueve millones de personas. Este número supera a los de los comicios de 2016, cuando, según datos del Departamento de Estado texano, se emitieron 8,96 millones de papeletas.
En Texas no ha ganado las elecciones un demócrata desde las presidenciales de 1976. Trump ganó en 2016 por 10 puntos.
El gobernador republicano Greg Abbott, amplió en una semana el plazo para votar de manera anticipada, debido a la pandemia, que en Texas -el tercer estado más golpeado de Estados Unidos- ya dejó más de 918.000 personas contagiadas, según la Universidad Johns Hopkins.
Los texanos pudieron emitir su voto de manera anticipada hasta ayer. La votación por correo en este estado consta de una serie de requisitos y está limitada a los residentes de 65 años o más, los enfermos o discapacitados o los que cumplen penas de prisión.
Alerta en las redes
Trump ha tratado reiteradamente de desalentar el voto por correo, al decir que se presta para el fraude. Por ello, ante el peligro de que se intenten interferencias y para despejar las dudas, redes sociales y organizaciones están tomando medidas para garantizar que la información que llegue a los usuarios de internet se lo más “limpia” posible.
Por ejemplo, Wikipedia, la enciclopedia colaborativa más consultada, implementó nuevas medidas para que sólo algunos editores puedan modificar su artículo sobre las elecciones. Plataformas como Google y el asistente de voz de Amazon, Alexa, emplean páginas de Wikipedia, editadas por voluntarios no remunerados, para dar información y contexto. Ahora, unicamente podrán modificar la página usuarios con cuenta registrada hace más de 30 días, que hayan realizado al menos 500 ediciones. El día de las elecciones, las restricciones serán más estrictas, con datos de fuentes fiables y de grandes medios de comunicación.(Télam-Reuters-DPA)