El voto de los diputados nacionales por Tucumán fue dividido. Entre los nueve representantes que tiene la provincia, el resultado terminó con cinco votos en contra y cuatro a favor.
En contra
Domingo Amaya
José Cano
Beatriz Ávila
Lidia Ascárate
Gladys Medina
A favor
Mario Leito
Carlos Cisneros
Mabel Medina
Pablo Yedlin
Los fundamentos
Los representantes expresaron sus argumentos con diferentes razones.
Así se expresaron los diputados tucumanos:
Gladys Medina (Frente de Todos): “No es el momento más oportuno para tratar este proyecto, porque todavía estamos en un contexto de pandemia y muchos en el país perdieron a un ser querido. Mi provincia tiene valores que ha venido trabajando a lo largo de la historia. Como tucumana, voy a representar los valores de los tucumanos: voy a votar por las dos vidas”, dijo.
Carlos Cisneros (Frente de Todos): "Voy a votar con la seguridad de que voy a volver con mucha tranquilidad a mi provincia, fruto de la coherencia política y sindical a lo largo de mi vida. Estamos a favor de la vida. No quiere decir con esta ley que se colmarán los hospitales de colas y colas de mujeres que quieran abortar. Nos toca como Estado dar respuesta a las injusticias que sufren las mujeres. Estamos en 2020, y se sigue criminalizando a las mujeres, utilizando un Código Penal de hace 100 años.
Este libro 'Somos Belén', narra la historia de una joven tucumana que estuvo presa 29 meses por un aborto espontáneo. La habían defendido mal, la estafaron y apareció la abogada Soledad Deza y la pudo sacar... pero al mes 29. Hoy seguramente Belén está con las mujeres que están reclamando. Porque había un compromiso del presidente (Alberto) Fernández. A los médicos tucumanos Cecilia Ousset y José Gijena, los ginecólogos que atendieron a Lucía, la nena violada por la pareja de su abuela y que había quedado embarazada casi les quitan la matrícula; casi van presos; hasta sus hijos fueron perseguidos en el colegio. Esa intolerancia es inaceptable en el 2020. En Tucumán se producen abortos clandestinos y no hay condena social por eso. El método es con dos agujas de tejer en el útero. Las mujeres se mueren por infecciones o quedan imposibilitadas de tener hijos en el futuro. Tengo 58 años, creo que hace 10 años atrás no hubiese estado votando esta ley. Pero uno se va deconstruyendo, va cambiando. Lo malo sería no cambiar".
Domingo Amaya (Interbloque Juntos por el Cambio): "Soy un defensor de la vida en todos sus aspectos. Defiendo las dos vidas. La vida es lo más maravilloso, es el tesoro más hermoso de un ser humano. Y nuestro ordenamiento jurídico también es maravilloso, en el sentido de que protege al niño por nacer desde el instante en que es concebido, y reconoce su personalidad jurídica como sujeto de derecho. La Constitución nacional y los tratados incorporados a esta, que cuentan con jerarquía constitucional desde la última reforma, de 1994. Son ley suprema de la Nación, por lo que ninguna ley -nacional o provincial- puede contradecir los principios allí reconocidos: el Pacto de San José de Costa Rica, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, la Convención de los Derechos del Niño, la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Tácitamente dice en su preámbulo que garantiza la vida desde su concepción, e invoca la protección de Dios y reafirma la defensa al no nacido en los artículos 40° y 46°. Hoy mi provincia es declarada por la Legislatura 'provincia provida'. Defender la vida no pasa por una ideología política".
"No creo que nosotros, los diputados, debamos legislar sobre un tema tan sublime, y desconocer la opinión de todo un pueblo. Me pregunto cuál es la urgencia, en este día de los Derechos Humanos, en este año de 40.000 vidas humanas perdidas; no encuentro respuestas. Pensé que la pandemia nos iba a dejar la gran enseñanza de defender la vida, como manifestaba el Presidente: 'primero, la vida; después, la economía'. Pero entonces, ¿por qué manda este proyecto de ley, que nada tiene que ver respetar la vida?... pido a Dios que nos ilumine, que ilumine esta Cámara, que nos guie para lograr la Argentina que todos soñamos; espero que no sea ley".
José Manuel Cano (Juntos por el Cambio): "Lo que reconocemos (al tratar el proyecto de legalización del aborto) es que falla la política y que buscamos atajos. El proyecto de 1.000 días es un enunciado de buena voluntad y que repite leyes vigentes que no se cumplen. Tampoco es cierto que este proyecto va a garantizar el aborto en casos de violación o casos de riesgo para la madre; esto ya está garantizado por el caso FAL y por el Código Penal.
El caso Lucía, la nena de 11 años que en 2019 quedó embarazada, es emblemático. En Tucumán el fallo FAL es letra muerta, la ley de educación sexual integral o de salud reproductiva también, porque Tucumán no adhiere. Los derechos de Paola Tacacho; la Justicia no le garantizó su derecho en Tucumán. Esto no tiene que ver con lo que yo crea o yo piense. No vi muchos colectivos de mujeres que se preocupen por lo que pasa en Tucumán, que estas leyes con derechos para las mujeres son letra muerta en mi provincia.
Mario Leito (Frente de Todos): “Voy acompañar este proyecto porque amplía derechos y resuelve un grave problema de la salud pública. Yo siempre estuve a favor de la vida. Pero hoy tengo la obligación de tener una mirada distinta al tener la posibilidad de tratar y resolver un problema que existe en un sector de la sociedad hace muchísimo tiempo y el Estado está mirando para otra parte. En definitiva vienen a buscar y conquistar derechos, una norma que le de la posibilidad de manera igualitaria para acceder a la salud, pero también tener autonómica.
La Biblia no puede ser la única respuesta que le podemos dar a las mujeres que han tomado la decisión de interrumpir su embarazo. La penalización del aborto fue un fracaso en la Argentina, porque nunca disminuyó la aborto. Está en discusión si el aborto es legal o clandestino, porque el aborto existe, existió y seguirá existiendo”.
Lidia Ascárate (Juntos por el Cambio): "La iniciativa tiene un desplazamiento del eje de los que es el bien a tutelar, porque competa el derecho de la mujer a la libertad y a la autonomía de decidir sobre su cuerpo, lo que es válido, pero no contempla, desplaza y no visibiliza el derecho a la vida. No es el tema en este momento. La problemática que debemos solucionar, también desde el Congreso, es lo que tiene que ver con la inseguridad, la desocupación, los problemas de las economías regionales y la deserción escolar de un millón y medio de chicos”.
Pablo Yedlin (Frente de Todos): “Hablo desde la salud pública; he sido ministro de la salud durante ocho años en Tucumán y soy médico pediatra. Decenas de miles de mujeres son internadas todos los años por complicaciones de abortos. Obviamente muchas más abortan y no tienen complicaciones, pero lamentablemente muchas de ellas mueren. La manera para que haya menos abortos justamente tiene que ver con legalizarlo y no mantenerlo en la clandestinidad, traerlo a la luz para que el Estado lo pueda controlar, para darle opciones a las mujeres.
“Ojalá en Argentina cada vez haya menos abortos. Hablo también como tucumano, conocedor claro de la fe de mi pueblo con sus religiones y entendiendo que este proyecto no va contra la religión, las creencias y la cosmovisión de nadie. No estamos contra la vida de nadie, estamos a favor de legalizar una situación que ocurre en Argentina y que realmente necesita salir de la clandestinidad para salvar la vida de muchas mujeres”.
Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social): "Anticipo mi postura a favor del derecho a la vida. No es una discusión partidaria, ni política, ni biológica; es un tema transversal, es una cuestión de conciencia de moral de valores. Lamentablemente el aborto se está convirtiendo en un moderno genocidio. Por más que sea legal, no va a significar una solución mágica a la problemática de la mujer ni que vamos a ser un país del primer mundo.
"El ministro dijo que el ser es un fenómeno. No. El ser indefenso que está en el vientre de una madre es una persona absolutamente indefensa, tiene su propio ADN, no es propiedad de la madre, es una vida independiente y de ninguna manera puedo aceptar que se lo trate como un fenómeno. ¿Quiénes somos nosotros para definir quién vive y quién no?... Me duele que estemos perdiendo el valor de la vida, el aborto es un acto de violencia, no solo contra el niño por nacer sino contra la mujer. Soy feminista, milito en contra de cualquier tipo de violencia contra la mujer y contra las niñas, pero el aborto no erradica la violencia".