“Estos sátrapas creyeron que el muro de la impunidad no se iba a caer nunca. Pretendían salvarse. Muy equivocados. El tesón de ustedes, la presencia de ustedes en cada marcha derribó ese muro”, señaló Alberto Lebbos durante la marcha que se congregó frente a Casa de Gobierno para recordar a su hija Paulina y a todas las víctimas de la impunidad en la provincia. “Cada presencia, cada pancarta, bandera, redoblante. Cada emblema que levantamos era una maza que derrumbaba ese muro de impunidad”, enfatizó el padre.
“En 2013 fue preso el jefe de la comisaría de Raco; en 2019, a la cárcel el jefe de Policía Hugo Sánchez, a Nicolás Barrera, Eduardo Di Lella y Rubén Brito. Todos, delincuentes disfrazados de empleado público y amparados por los gobernantes”, añadió Lebbos. El lunes, la Corte Suprema de Justicia dejó firme la sentencia por el crimen de encubrimiento y pidió que se investigue a los sospechosos por el homicidio (se informa por separado).
La manifestación había comenzado a gestarse a las 18. A esa hora los primeros familiares de las víctimas comenzaron a llegar para colgar y pegar las imágenes con el rostro de los seres queridos que les fueron arrebatados a lo largo de los años.
A las 18.30 comenzó la radio abierta, en la cual los familiares de las víctimas recordaron los crímenes que les marcaron la vida y por los que hasta la fecha exigen justicia. Gladys Herrera recordó a su hijo, Luis Espinoza, quien fue asesinado el pasado 15 de mayo en El Melcho durante un operativo irregular de la Policía. Hay nueve efectivos investigados por este crimen. Nadia Cano pidió justicia por su hermano, Marcos Montenegro Cano, quien fue asesinado de una puñalada por intentar protegerla. La misma justicia que pidieron las hermanas de Cynthia Moreira, la joven trans que fue asesinada y descuartizada en febrero de 2018. La extensa lista de víctimas continuó mientras la lluvia comenzaba a caer.
Lebbos no se olvidó en su discurso de Mariela Tacacho y de los familiares de la Paola, la docente que fue asesinada por su acosador a fines de octubre. El miércoles, el gobernador Juan Manzur aceptó la renuncia del juez Francisco Pisa, quien había sobreseído a Mauricio Parada Parejas. El hostigador terminó asesinando a la profesora de inglés y dejó al descubierto las fallas a la hora de proteger a las denunciantes.
“Muchas veces la gente me paró en la calle para decirme: ‘nunca vas a poder contra los poderosos’. Y no. Solo no se iba a poder. Pero siempre les contestaba que con todas las personas de buena voluntad, íbamos a poder. ¡Y estamos pudiendo!”, recordó el padre de Paulina. “De todo el país nos llamaron, desesperados porque la causa de Paulina prescribía”, agregó.
El querellante agradeció a todos los presentes. Destacó además a los compañeros de la carrera de Filosofía y Letras de Paulina: “gracias a los que están desde el primer día marchando incluso antes de que nosotros pudiéramos venir, porque todavía estábamos en la búsqueda de Paulina”, les dijo.
Finalmente, a las 21 se marchó alrededor de una plaza Independencia diezmada y que pronto cumplirá un año de estar cerrada por remodelaciones. Ese proyecto alcanzó también a las calles que rodean ese pulmón verde. Condicionados por las nuevas circunstancias, los convocados marcharon sobre esas calles de tierra y barro (había llovido) que rodean a la principal manzana de la capital. A un solo grito -el mismo que desde hace 15 años- clamaron: “Paulina Lebbos: ¡Presente!”.