“Estamos en una situación que no admite ningún recorte. Venimos de un año entero cerrado y el deterioro económico en nuestra actividad ha sido brutal. (Este año) se empezó a tratar de equilibrar un poco la cuenta, tras asumir compromisos como planes de pago de deuda”. Este fue el cuadro que describió el titular de la Unión de Hoteles, Restaurantes, Bares y Afines (UH), Ernesto Gettar, para marcar su oposición a posibles restricciones en el sector gastronómico.
La Nación evalúa por estos días avanzar con limitaciones en la circulación, que podría llevar a un régimen de 22 a 6. Esa medida impactaría en el rubro gastronómico, algo que en la Casa de Gobierno quieren evitar.
“El impacto será casi lapidario. Recortar el horario de cierre a los restoranes es hacer desaparecer la cena, y eso implica una baja de entre un 40% y un 50% de las ventas que ya son magras”, expresó el dirigente.
Según Gettar, los bares y restaurantes cumplen con los protocolos sanitarios para evitar los contagios de coronavirus. “El foco está puesto en las reuniones clandestinas. Controlemos lo que hay que controlar”, se quejó.
El titular de la UH pidió que no se generalice y que se concreten controles para determinar los locales y sectores que no cumplen con las normas sanitarias. “No puedo reducir horarios, cuando no puedo controlar las fiestas clandestinas. Es una aberración. Hay que hacer foco en los controles que se deben hacer”, resaltó.
Así, reclamó una mesa de concertación para debatir sobre posibles disposiciones oficiales para mitigar la segunda ola en Tucumán.