"Quieren informes; tendrán informes". El gobernador redobla la apuesta frente a la posibilidad de que algunos de sus ministros sean interpelados en la Legislatura. Juan Manzur habló con el titular del área de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, luego de que la comisión de Asuntos Constitucionales e Institucionales de la Legislatura emitiera dictamen favorable para pedir que el funcionario del Poder Ejecutivo vaya al recinto a dar explicaciones sobre el estado en que se encuentran algunas escuelas en la provincia y sobre la denuncia formulada por la supervisora Andrea Miguel ante supuestos nombramientos sin concursos de antecedentes. También lo hizo con Claudio Maley, el ministro de Seguridad, otro de los fusibles manzuristas que puede llegar a "visitar" la sede legislativa si prosperan los pedidos que realizaron distintos bloques de la oposición. A ambos les transmitió tranquilidad. No habrá cambios en el gabinete. Y, si eso sucede, será porque alguno de los integrantes del elenco oficial tenga un destino federal. Internamente se sabe que el gobernador no es de la idea de modificar piezas, menos cuando hay conflictos en puertas. No lo hizo antes cuando estallaron los índices de inseguridad y cuando las encuestas de opinión pública realizadas en Tucumán ponían al delito y a la inseguridad como las principales preocupaciones ciudadanas.
La Legislatura abrirá el capitulo de las interpelaciones apenas arranque la semana. Los contactos interpares son más frecuentes, y también las peleas entre los parlamentarios en las redes sociales. El jueves se sabrá, fehacientemente, si el plenario le da curso a la interpelación a Lichtmajer, en una sesión que será encabezada por el presidente del cuerpo, Osvaldo Jaldo. Los ánimos en la Cámara no son los mejores. No sólo por los pedidos de informes, sino también por la indefinición acerca de los contratos políticos del personal del bloque Lealtad Peronista, que responde al gobernador. Todo está en punto muerto. Esta bancada y la Casa de Gobierno intentan mostrar al Gobierno nacional que hay alianzas intraparlamentarias entre el jaldismo y los bloques opositores para avanzar contra la gestión de Manzur. "Creo que todos tenemos que obrar con responsabilidad, poner un granito de arena. En esto no hay caprichos. Lo que está en juego es la gobernabilidad, la salud y a la vida de los tucumanos", había dicho el vicegobernador antes de tomarse "un retiro espiritual" de dos días en los Valles Calchaquíes. Quienes lo frecuentan definen en una frase el resultado de esa suerte de frío análisis de la realidad política: "se le endureció el corazón y se cansó de esperar gestos de la Casa de Gobierno".
El gobernador no se queda atrás. Permanentemente está en contacto con la Casa Rosada, mientras recorre el interior de la provincia, con el fin de sumar más voluntades a la campaña proselitista con vistas a las elecciones parlamentarias de octubre. "Está tratando de fidelizar la tropa y sumar más dirigentes para garantizar la gobernabilidad y su conducción dentro del Partido Justicialista", señaló hoy uno de los dirigentes que acompañó al gobernador en su gira política por Pampa Mayo. En el Departamento Simoca, Manzur compartió el locro del Día del Trabajador, con intendentes, comisionados rurales, legisladores, concejales y dirigentes territoriales de la zona. Algunos de los allegados al jefe del Ejecutivo deslizaron que el mandatario mantuvo en los últimos días contactos con varios legisladores no afines a su espacio, y a quienes les habría pedido que se sumen al bloque Lealtad Peronista. No hubo respuestas. Ni negativas ni positivas.
Jaldo tampoco pierde el tiempo. Según sus colaboradores, el presidente de la Cámara incursionó por el Oeste provincial, donde mantuvo encuentros con dirigentes peronistas. Cabe la posibilidad de que, durante la semana que arranca, se produzcan algunos temblores políticos en territorio de los mellizos Orellana, Famaillá, y también en San Isidro de Lules, una jurisdicción gobernada por Carlos Gallia. El libro de pases está abierto en ambos sectores enfrentados del oficialismo tucumano. Las reincorporaciones pueden darse, además, en figuras que han dirigido importantes intendencias de la provincia y que podría desembocar en una suerte de liga de ex jefes municipales en favor de Manzur. Así está el peronismo de hoy, en un choque de figuras con impensadas derivaciones electorales.