Mientras los contagios siguen en aumento en todo el país, la lista de muertos por la pandemia de coronavirus se vuelve cada vez más dramática. En las últimas semanas se registraron las peores estadísticas de la segunda ola y muchos piensan que lo peor está por venir, de la mano del invierno. En un relevamiento de datos, publicado por Infobae.com, se sostiene que el 85% de los casos acumulados corresponden a menores de 60 años, mientras que el 83% de los fallecidos son mayores de 60. Mientras tanto, la edad promedio de los fallecidos es 73 años.
Las tendencias por edad han sido claras desde principios de la pandemia: los adultos mayores representan un gran porcentaje de los casos y los fallecidos debido a que pertenecen a un grupo de factor de riesgo. De hecho, una investigación realizada en agosto pasado y publicada en Nature, determinó que por cada 1.000 personas infectadas con el coronavirus que tienen menos de 50 años, casi ninguna morirá. Para las personas de cincuenta y sesenta años, morirán alrededor de cinco, más hombres que mujeres. Luego, el riesgo aumenta abruptamente a medida que se acumulan los años. Por cada 1.000 personas de setenta o más años que están infectadas, morirán alrededor de 116. Estas son las duras estadísticas obtenidas por algunos de los primeros estudios detallados sobre el riesgo de mortalidad por covid-19.
Con los 576 fallecidos informados en las últimas 24 horas, Argentina superó los 75.000 muertos por coronavirus. Hace un año, esa cifra era de 12.668. Hoy es cinco veces más. Los decesos desde el primer fallecimiento, de un hombre de 64 años que había regresado de Europa el 7 de marzo del 2020, ubican a nuestro país en la posición 11 en el ranking mundial en cantidad de muertos acumulados, sobre una lista de 147 naciones. Pero si se toma en cuenta la población, Argentina desciende unos lugares hasta el puesto número 21, con 1.638 muertos por millón de habitantes.
En el informe de Infobae.com, analizan con preocupación el ritmo de fallecimientos del último mes, ya que, en lo que va de mayo, el aumento en el promedio de nuevos muertos diarios fue del 25%. El 1 de este mes, los fallecidos cada 24 horas eran 375; esta semana fueron 470. El ritmo de muertes cada 24 horas fue, sin embargo, inferior al crecimiento de nuevos contagios diarios, que alcanzó el 45% en lo que va de este mes.
El pico de la primera ola el año pasado fue el 9 de octubre cuando se notificaron 515 fallecidos en un día. Pero el récord de muertos fue hace apenas una semana, el 18 de mayo, cuando se reportaron 745, en solo un día. La cifra, cuando aún no llegó el invierno y en una semana en la que los contagios arañaron 40.000 en una jornada, encendió todos las alertas en el Gobierno Nacional. La suba en los fallecimientos es interpretada por las autoridades sanitarias como una consecuencia de la escalada de casos a partir de la segunda quincena de abril.
La franja más comprometida en cuanto a casos graves, que pueden derivar en el fallecimiento es la de mayores de 80 años: 32 de cada 100 contagiados de esa edad perdieron la vida, a nivel nacional. Le sigue el grupo comprendido entre 70 y 79 años, en el que fallecieron el 28% de los que contrajeron el virus. Si se analiza el resto de las edades, el 22% de los fallecidos tenía entre 60 y 69 años; 10% entre 50 y 59; 4% entre 40 y 49% y el 4% restante eran menores de 39. En cuanto al sexo, del total de fallecidos en todo el país, el 56% eran hombres, 41% mujeres y, el 3% sin especificar al momento de la carga de los datos.
Una de las características que tienen las personas adultas mayores es la de desarrollar condiciones de salud relacionadas con la edad, por ejemplo diabetes, hipertensión y la enfermedad pulmonar crónica. Todas estas, aunque pueden presentarse a cualquier edad, se registran con más frecuencia en la población de 60 años y más. Es por eso que el mayor impacto de la pandemia en los mayores de 60 años: el 83% de los que perdieron la vida por complicaciones derivadas de la covid-19.