Las iglesias son lugares de celebración, donde además de realizar misas, se hacen varios festejos. No obstante, en el barrio de Maipú de Córdoba capital, se encuentra un templo que durante la noche abre sus puertas como local bailable, incluso los días de seman.
Esto causó muchas molestias en los vecinos, y Eduardo Nicolsi, uno de los más afectado, denunció a la institución religiosa una innumerable cantidad de veces.
Nicolsi lleva presentado 1239 reclamos y 112 denuncias penales ante la Justicia y la Municipalidad. Incluso, asegura que ganó dos juicios contra la institución religiosa. A pesar de ello, la situación no cambia y sufrió aprietes y amenazas.
En un programa local, el hombre comentó: “los martes y los jueves hacen fiestas bailables, a las que asisten menores y mayores y toman alcohol. Se supone que esta es una iglesia y lo que debe reinar es la paz y la tranquilidad. Teóricamente están orando a dios, pero están haciendo cosas que no son lógicas”.
Además, asegura que realizan torneos de fútbol y básquet en canchas no habilitadas: “los fines de semana, y también los martes y jueves, hacen campeonatos con música a alto volumen, afuera y a cualquier hora”.
“Quiero paz y tranquilidad, no voy a parar. Gané dos juicios, se cansaron de hacerme cosas. Me quisieron comprar la casa, no me importa que sean mormones. No tengo nada en contra de la religión pero quiero las cosas en su lugar. No pueden convertir una iglesia en una discoteca”, explicó.
También, contó que fue víctima de hechos de inseguridad y sufrió amenazas por sus intentos de solucionar el problema. “Estoy con miedo, me hicieron de todo. Me mandan gente a apretar. El “obispo” anterior me disparó con un arma. Cuando fui a hacer la denuncia a la comisaría ya me estaban haciendo una denuncia a mí”, relató.
Y sentenció: “me dijeron que solamente le oran a Jesucristo… ¿bailando la mona Jiménez? Es una broma”.