Las interminables filas de personas aguardando en las veredas de la manzana donde se encuentra la Anses mostraron postales de los problemas que padece la gente para hacer trámites. El martes la cola daba la vuelta a la manzana y el esquema se repetía en otras oficinas. La explicación fue, por un lado, que se habían reprogramado turnos debido al asueto por feriado decretado la semana pasada por la llegada de la Selección de fútbol al país, y por una asamblea del personal de la oficina en los críticos momentos en que debía atender al público.
Hombres, mujeres, adultos mayores y muchos niños; muchas de las madres beneficiarias de programas sociales cargaban a sus hijos pequeños en brazos. También se veían ancianos que, al refugio de la mínima sombra encontrada, aguardaban sentados en alguna escalera. Otros se cubrían del sol con gorras o camperas y, la mayoría de ellos, con los mismos formularios impresos que trajeron para presentar. Tal la descripción de las cientos de personas que estaban esperando, muchas desde tempranas horas, desde la noche anterior o desde la madrugada. Todas coincidían en que les había resultado imposible conseguir turnos en la página web. No importaba el horario al que ingresaban -decían-, intentaban incansablemente, pero no lo conseguían. Explicaron que detrás de esta problemática está la venta de turnos. Enrique Salvatierra, titular de la UDAI Capital de la Anses en Tucumán, dijo que estaba al tanto de la situación. “Hay gente que tiene un cyber y está permanentemente sacando turnos; los tienen, modifican el nombre del titular y los venden”, relató. “La gente que dice (que se venden turnos) debería hacer una denuncia”, pidió el funcionario.
Dentro de la multitud de gente, la mayoría llegó para presentar la libreta de sus hijos acreditando la cursada del año académico y controles sanitarios, lo que les permite cobrar las retenciones de haberes de Asignación Universal por Hijo. Al menos las primeras 100 personas estaban a la intemperie desde las 5 de la mañana. Pero no las atendieron temprano por una asamblea de personal, según denunció el mismo Salvatierra. “Hay distintos gremios dentro del organismo; uno de esos gremios organizó una asamblea. Muy desproporcionada, porque la podría haber hecho más temprano”, dijo. Hubo una señora que se desmayó en la fila. Hubo otra que se fue a buscar un baño y que al regresar había perdido su turno y ya no le dieron otro.
El titular de la Anses apuntó también contra los beneficiarios. “Tuvieron todo el año para cargar la libreta de asignación, esa es una realidad”, dijo. Por su parte, desmintió las declaraciones de un jubilado que comentó a LA GACETA que era la tercera vez que tenía que asistir por reprogramación de turnos. “Es imposible –dijo Salvatierra–, sino que venga y hable conmigo. Nosotros atendemos a la mayoría de la gente y hay gente a la que atendemos sin turno cuando vemos la necesidad que tienen. Los invito a que vengan temprano”, remarcó.
Ante semejante panorama corresponde pensar que las autoridades tendrían que haber programado la atención, sabiendo que se verían desbordadas, y por ello debieron tener mucho más personal para atender a la gente; asimismo, tendrían que estar investigando la denuncia de la venta de turnos y ver cómo hacer para que el sistema de asignación de turnos on line sea expeditivo. No hace mucho en una repartición provincial fue echado un funcionario por la deficiente atención a los usuarios. Correspondería que las reparticiones como la Anses asumiesen la responsabilidad que les cabe para una atención rápida a la gente y para que se erradiquen la colas en las oficinas públicas.