Con el objetivo de desarrollar y fortalecer habilidades socioemocionales en alumnos, docentes y las familias, la Legislatura aprobó una ley para incorporar la educación emocional a la currícula educativa de Tucumán, en los niveles inicial, primario y secundario, de establecimientos públicos y privados. La norma, impulsada por distintos arcos políticos, fue sancionada por unanimidad durante la sesión que se realizó la semana pasada.
En el articulado de la ley sancionada se indica que se entiende por educación emocional “al proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de habilidades socioemocionales como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales de la formación integral de las personas, con el objeto de capacitarlas para la vida”.
Además, la ley sancionada insta al Ministerio de Educación a incorporar este tipo de contenidos como eje transversal de los que actualmente se imparten como obligatorios. Para ello incita a la cartera que conduce Juan Pablo Lichtmajer a crear el Programa Provincial de Educación Emocional, con los deberes y los objetivos a cumplir. Además, modifica la Ley Provincial de Educación (Nº 8.391), para que en la formación docente inicial se incluyan contenidos orientados a la educación emocional que proporcionen a los educadores estrategias pedagógicas que puedan implementar en su desempeño posterior.
Fuentes consultadas del Ministerio de Educación adelantaron que se cumplirá con la norma sancionada por la Cámara. Señalaron que una vez que sea promulgada por el gobernador interino, Osvaldo Jaldo, se pondrán a trabajar para la reglamentación y el diseño de los contenidos.
Un proceso permanente
La presidenta de la comisión de Educación de la Legislatura, Graciela Gutiérrez (FdT) explicó en el recinto que para el dictamen se tomaron iniciativas presentadas por actores de distintos arcos políticos. A su vez, destacó que la norma se trabajó con diversas especialistas en la materia y también con organizaciones no gubernamentales como la Fundación de Educación Emocional y la Asociación Civil Protege Tu Corazón.
“No se puede ni se debe prescindir de la formación emocional. Es un proceso continuo y permanente. Pretende potenciar el desarrollo de habilidades emocionales como complemento del desarrollo cognitivo”, dijo la parlamentaria. Remarcó que se debe incorporar de manera transversal en los demás contenidos académicos. “No es una materia o un espacio curricular más, sino que se desarrolla como eje transversal en todos los aspectos curriculares; para que los niños y niñas sean conscientes del otro. Que aprendan a vivir con el que piensa o es distinto”, acotó.
El radical José María Canelada, impulsor de otro de los proyectos, remarcó que trabajar sobre las emociones es algo central. “Lo que buscamos es que nuestros jóvenes y toda la comunidad educativa adquieran herramientas para administrar sus emociones, sobre todo después de un periodo de falta de socialización, de distanciamiento, con consecuencias que no terminamos de dimensionar”, manifestó.
Tratamiento transversal
Las parlamentarias oficialistas Adriana y Marta Najar consideraron que esta iniciativa va a repercutir enormemente en la calidad educativa y en los estudiantes. Opinaron que es necesario el tratamiento transversal del tema para acompañar a los educandos en su autoconocimiento.
El radical José Ricardo Ascárate consideró que esta norma permite abordar lo que es un proceso educativo en toda su dimensión. De todos modos, advirtió que se deben convertir en realidades las expresiones de anhelo que se manifestaron en el recinto. Consideró que debe haber un acompañamiento del Poder Ejecutivo (PE) y, de ser necesario, solicitarle que avance con las reglamentaciones y las disposiciones necesarias para poder llevarla a la práctica.
El legislador Raúl Ferrazzano (FdT) marcó que la norma posibilitará implementar en los establecimientos públicos algo que ya se aplica en algunos que son del ámbito privado. Su par de bancada Carlos Gómez, impulsor de una de las iniciativas junto a Norma Reyes Elías, solicitó que la ley se aplique cuanto antes. “Tenemos que ver de qué forma el Ejecutivo puede llevarlo a la práctica lo antes posible y que el Ministerio de Educación entienda la importancia que tiene para la sociedad este proyecto”, expresó.
El jefe de la bancada oficialista, Roque Tobías Álvarez, reflexionó que la norma va mucho más allá de las aulas. “Es algo que también se extiende a la familia. Es desarrollar un sano juicio para que, a partir de ese sano juicio, se tomen decisiones sanas. Estamos iniciando un proceso que va a llevar un tiempo. Somos conscientes de que estamos transitando un camino muy largo”, dijo a colación de lo que manifestó Ascárate.
El norte manda en este tipo de metodologías de educación
En la Argentina hay algunas provincias que ya cuentan con una ley de estas características. Corrientes sancionó en 2016 la primera norma en este sentido y, en 2018, lo hizo Misiones. En 2021 se sumó Jujuy; y hace pocas semanas Chaco hizo lo propio.