Un gigante puede estar dormido, pero nunca deja de ser un gigante. En los últimos meses, una empresa del mundo tecnológico ha desplegado su enorme potencial y regresó a la escena con la destreza de un hábil jugador. Solo en cuestión de meses, sorprendió a los usuarios y generó alertas rojas en compañías líderes. Microsoft, para quienes vimos nacer al primer Windows, lo fue todo en su momento y Bill Gates, el gurú de la era pre-internet. Su habilidad para hacer negocios lo llevó a crear entornos que hasta hoy usamos en las computadoras, sistemas operativos que resistieron 40 años desde que pensó que la mejor manera de manejar las computadoras era a través de una interfaz gráfica de ventanas. Sin embargo, jugadores como Google, Facebook y rivales como Apple, supieron surfear de manera más hábil los nuevos tiempos de dispositivos conectados unos con otros.
Microsoft vio morir a su navegador de internet Explorer, fue testigo del abandono de su sistema de mensajería Messenger y llegó tarde al concepto de programas de oficina en la nube. Tampoco pudo entrar en los dispositivos móviles, pese a los intentos de Windows Mobile y vio cómo Gmail le arrebató la hegemonía de Hotmail. Fue una larga carrera por ser el líder de la web, competencia que perdió por mantener una lógica de producto y de negocio y que sus competidores transformaron.
Pero Microsoft volvió a ser protagonista y la inteligencia artificial fue la punta de lanza para demostrar que la empresa está lista para la revancha. Sin Microsoft quizás nunca hubiésemos escuchado hablar de Chat GPT, ya que desde 2019 la empresa ha invertido en OpenAI miles de millones de dólares para acelerar el desarrollo de la inteligencia artificial y su aplicación de manera masiva. En enero de este año, cuando ya todos tuvimos una idea más concreta sobre la potencialidad de esta nueva tecnología, el rey del sistema operativo invirtió 10.000 millones más por el derecho a usar los productos de OpenAI.
Sin embargo, una serie de adquisiciones previas a 2022 demuestran que la compañía estaba preparando un plan maestro para lo que muchos denominan la “cuarta revolución industrial”. Repasemos solo algunas de las más importantes y veamos cómo, de a poco, la compañía consolidó pilares claves para los nuevos tiempos. En 2011 adquirió Skype, uno de los primeros productos exitosos para las telecomunicaciones a través de internet. En 2013 invirtió 7.200 millones en la división de celulares de Nokia, otra compañía que había sido líder en el mercado de los móviles.
En 2014 adquirió Mojang, la empresa creadora de Minecraft, uno de los videojuegos más exitosos de la historia. En 2016 dio un salto importante en las plataformas sociales y compró Linkedin por 26.200 millones y en 2018 compró GitHub, un repositorio de software usado por la mayoría de los programadores de todo el mundo. El año pasado hizo uno de sus mayores desembolsos al comprar Activision Blizzard por más de 68.000 millones de dólares. Se trata de una empresa líder en el desarrollo de juegos y cuyo alcance convierte a Microsoft en una compañía líder en el mundo del entretenimiento digital.
De a poco, la empresa fundada por Gates comenzó a mostrar el valor de sus adquisiciones. Gracias al contenido de GitHub, por ejemplo, el año pasado impulsó el lanzamiento de Copilot, una inteligencia artificial para desarrollar y analizar código de programación nunca visto. Por otra parte, ser dueños de Minecraft le posibilitan conocer y desarrollar productos concretos para un metaverso masivo y exitoso, algo que para Meta todavía es una utopía. Y finalmente, ahora se prepara para integrar la inteligencia artificial a sus productos de oficina y así ofrecer asistentes inteligentes para crear documentos de texto, presentaciones u hojas de cálculo.
En los próximos meses podríamos ver un golpe muy duro para Google como consecuencia de estas jugadas maestras de Microsoft. Según el New York Times, Samsung evalúa dejar de utilizar el buscador más exitoso de todos los tiempos como predeterminado en sus teléfonos para pasar a Bing. El motivo radica en el enorme avance que hizo Microsoft en inteligencia artificial y en cómo puede cambiar la manera en la que buscamos en internet.
“Ladran Bill, señal que cabalgamos”, y por ahora más rápidos e inteligentes que ninguno.