Hace pocos días se cumplieron 180 años del nacimiento de Julio A. Roca en Tucumán sin que casi nadie lo recordara. Ahora vemos que habrá cambios en el Centro Cívico de Bariloche y su escultura será desplazada. Nos preguntamos ¿qué nos pasa a los tucumanos que no reaccionamos? ¿Qué harían por ejemplo los salteños si se tocara a Güemes, o los sanjuaninos con Sarmiento? Fuera de una muy buena carta de José Manuel García González en ese diario no advertimos manifestación alguna. Somos indiferentes ante nuestro patrimonio y no valoramos a aquellos tucumanos que engrandecieron nuestro país. Sugerimos consultar las numerosas obras para conocer quién fue Roca. Sólo por nombrar a algunas,” Soy Roca”, de Félix Luna; “Vida de Roca”, de Isidoro Ruiz Moreno; “Roca y Tucumán”, de Carlos Páez de la Torre (h) (editado por la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, 2021), entre muchos otros escritos que dan cuenta de su trayectoria. Se puede tener diferentes visiones sobre la historia pero no ignorar que su decisión geopolítica de ocupar la Patagonia fue correcta. Su gestión con la ley de enseñanza libre, laica y gratuita (ley 1.420) modernizó la educación argentina. Fue un gran organizador que tenía claro su proyecto de país. Hizo efectiva la soberanía nacional sobre la Patagonia pretendida por Chile. Parafraseando a Leopoldo Lugones, podemos resaltar: “Dos veces presidente de la República. Mandó en jefe sus ejércitos; completó su dominio territorial por las armas. Lo aseguró en el derecho y dándole todavía prosperidad, orden, paz y justicia mereció el título de Constructor de la Nación” (Lugones, 1938). Hoy más que nunca debemos destacar la obra de este gran presidente tucumano. Es muy grande su aporte a la construcción de la Argentina moderna. Es por eso que expresamos nuestra oposición al ultraje que sería desplazar la espléndida escultura del Presidente Roca de la plaza principal de Bariloche.
Elena Perilli de Colombres Garmendia
Sara Peña de Bascary
Junta de Estudios Históricos de Tucumán


















