Investigadores de Conicet le respondieron a Milei: “detener el desarrollo científico tecnológico significaría estancarnos en el tiempo”

Conicet. Conicet. FOTO TOMADA DE AMBITO.COM

En septiembre de 1994, Domingo Cavallo -por entonces ministro de Economía del Gobierno de Carlos Menem- mandó a lavar los platos a la investigadora Susana Torrado. Con tal bravuconada, estaba destratando a todas las personas que se desempeñaban en el ámbito de las ciencias en el país. Así lo entendieron los miembros del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que reaccionaron en bloque en repudio a los dichos de Cavallo.

Casi tres décadas después de aquel lamentable episodio, otra vez el Conicet debe salir a defenderse ante declaraciones pronunciadas por un economista. En este caso, por el candidato más votado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el postulante a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei. En rigor, este sugirió que los integrantes del Conicet -entidad que el año pasado se ubicaba en el puesto 141° sobre 8.084 instituciones académicas, científicas y gubernamentales a nivel global dedicadas a la investigación- eran unos vagos.

Que quede en manos del sector privado”, dijo Milei, ante una consulta del periodista Jonatan Viale en La Nación+ sobre el organismo. “Que se ganen la plata sirviendo al prójimo con bienes de mejor calidad y mejor precio, como hace la gente de bien. ¿Qué productividad tienen (los investigadores)?, ¿qué han generado los científicos? Buscaremos otra forma de asignarlo a otras cosas. Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, cerró Milei.

La primera en salir a contestar al diputado libertario fue la presidenta de Conicet, Ana María Franchi, quien en especial recordó el rol del organismo durante la pandemia de covid-19. “El Conicet generó kits de diagnóstico, que no solo sirvieron en la Argentina sino que se exportaron; desarrolló barbijos e insumos de todo tipo que sirvieron acá y en el mundo”, dijo.

Mencionó una serie de productos cotidianos de higiene, de salud y de alimentación que fueron desarrollados por científicos del Conicet. “No me imagino un país desarrollado que no invierta en ciencia y en tecnología. Cuando salieron las primeras vacunas (contra el coronavirus), la primera producción se la quedaron ocho o nueve países, los desarrollados”, subrayó.

La funcionaria dejó entrever que las medidas de Milei podrían asfaltar una nueva fuga de cerebros. “¿Vamos a darles un pasaje a Ezeiza, como otras veces, a los científicos para que se vayan? Nuestros chicos que se formaron en las universidades públicas están formados desde la excelencia. Si no tienen trabajo acá, se irán”, advirtió.

Voces locales

La comunidad científica de Tucumán también salió a responder a Milei. “Su discurso genera miedo, preocupación. Usa un exabrupto para referirse específicamente al Conicet, en una escena muy grotesca, en la cual va sacando, devastando, distintos Ministerios, sin decir qué pasaría con las áreas que abarcan”, reprochó Fernando Longhi, vicedirector del Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES), uno de las 17 unidades ejecutoras del Conicet en la provincia.

“El Conicet es una insignia institucional del país, con amplio reconocimiento internacional. A nivel latinoamericano, es una institución de vanguardia, ya desde finales de los 50, cuando fue creado. Y a partir de entonces se fue consolidando como institución productora de conocimiento”, agregó. El investigador subrayó el uso del concepto como producto, para responderle a Milei a partir de la jerga económica. “Desde este punto de vista, el conocimiento fue muy valorado a lo largo de los siglos, ya desde la antigua Grecia. Y en todos sus años de existencia, con idas y vueltas, con crisis y con fortalecimientos, y aun con las limitaciones que pudiera tener, el Conicet logró generar conocimientos sobre distintos aspectos”, puntualizó.

Longhi contó que su objeto de estudio son los sectores pobres del norte argentino, la consolidación y la persistencia de desigualdades en la región -sobre todo, aquellas que impactan en la desnutrición infantil-, y los efectos de la pobreza en la salud infantil. “Sentir que un órgano pionero, luz en la producción de conocimiento, sea aniquilado genera, de mínima, una sensación de malestar y preocupación”, dijo.

Admitió que podrían discutirse algunas cuestiones vinculadas a la institución. “Cómo funciona, cómo se articula la producción de conocimiento con bienestar general, cómo se transfiere el conocimiento en la mejora en los estándares de calidad de vida de la población; podría discutirse todo eso. Pero terminar con un sistema científico de renombre internacional me parece totalmente disparatado. No hay país desarrollado que haya alcanzado tal nivel sin invertir en ciencia y tecnología”, dijo Longhi.

Contra la politización

Pablo Paolasso director del Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (inteph), lamentó la politización que considera que hizo Milei con sus dichos sobre el Conicet. “La institución fue fundada por el primer premio Nobel de ciencia que tuvo la Argentina, Bernardo Houssay. Y este funda el Conicet precisamente para desligar la investigación científica en el país de cualquier cuestión política. Lo que propone el candidato es volver a esa dinámica”, criticó Paolasso.

Destacó, también, el prestigio del organismo en el ámbito continental, y consideró que el diputado libertario hablaba desde la ignorancia. “Fuera de la rabia y de la bronca que da escuchar a un personaje así, que hable con tanta liviandad, si Milei cree que el Conicet nada aportó al desarrollo está severamente mal informado. En todos los rankings de instituciones académicas y de investigación, es la más importante de América latina. Hay un desconocimiento total y completo por parte del candidato acerca de cuáles fueron, son y serán los aportes de esta institución, tan importante para el país”, subrayó.

Al igual que Longhi, también reconoció la posibilidad de discutir algunas cuestiones sobre el Conicet. “Cómo tendría que estructurarse, cómo tendría que funcionar. Todo es perfectible y mejorable. Pero decir que lo va a suprimir, me parece de ignorante. Primero debería informarse acerca de qué hacen los investigadores, becarios, todo el personal de conocimiento, personal de apoyo. Trabajamos de sol a sol para mejorar las condiciones de vida de la gente”, cuestionó.

Paolasso desistió de polemizar con Milei. “No estoy en papel ni de repudiar ni de ponerme a pelear con nadie. Simplemente creo que está mal informado. Y es terrible que la persona más votada en las PASO no tenga información acerca de cómo funcionan las instituciones en el país. Es tremendo. Lo invito a que se informe -y no una impresión superficial, sino en profundidad- sobre qué hace y cómo funciona el Conicet”, señaló Paolasso.

Autoridad

“Los dichos de Milei son importantes porque podría llegar a la presidencia”, alertó el director del Conicet NOA-sur, Augusto Bellomío, máxima autoridad del organismo en la región. A raíz de ello, consideró necesario destacar la importancia de la entidad. “Cuenta con recursos humanos de alto nivel, capaces de llevar a cabo investigaciones científicas y desarrollos tecnológicos. Solo el Conicet y las universidades públicas cuentan con estos recursos humanos -si bien universidades privadas también tienen personal altamente calificados, la mayor parte de las investigaciones en el país se realizan en las universidades públicas y en el Conicet-”, destacó.

Bellomío también orientó su argumentación en pro del Conicet hacia cuestiones ligadas a la economía. “En esas investigaciones se genera conocimiento, y este luego se hace transferencia de tecnología. Entonces aparecen empresas que usan las tecnologías desarrolladas en investigaciones para generar recursos y cambiar la matriz productiva de nuestro país, para que de ser exportador de materias primas pase a ser exportador de productos tecnológicos de alto valor agregado”, arguyó.

Añadió que la mayor parte de esas empresas aparecen en unidades ejecutoras creadas hace más de 40 años. Y explicó que ello implica que la investigación y el apoyo a la ciencia, sostenido en el tiempo, a la larga redunda en beneficios para la sociedad.

“Es muy fácil destruir y es muy difícil construir. Si de un día para el otro desapareciera el Conicet costaría muchísimos años ponerlo nuevamente en funcionamiento. Entonces es muy importante que aquello no ocurra, que podamos contar con financiamiento para la investigación científica en el ámbito público, y en el privado. Fomentar la investigación científica en el país es clave para el crecimiento. Detener el desarrollo científico tecnológico del país significaría estancarnos en el tiempo”, advirtió.

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