El deterioro de la ruta 334, señal de un grave problema

06 Septiembre 2023

El relato de los vecinos de la ruta 334, que une Taco Ralo con La Cocha, da cuenta de los problemas vividos durante décadas en esa zona del sur de la provincia, asolada por las crecientes veraniegas del río San Francisco. Pavimentada hace 49 años y en proceso destructivo desde hace tres décadas, apenas queda una calzada por la que pueden pasar, con riesgo, motocicletas y bicicletas y hay un sector entre dos cauces de agua en que la población queda aislada en temporada de lluvias. Se trata de una situación puntual, pero de ella se desprende una problemática añeja de la deficiente acción del Estado para hacer frente a los cambios derivados de la agricultura, el desmonte y la sedimentación en el área extensa de la cuenca de los ríos San Francisco y Marapa.

Los 40 km de pavimento de la ruta 334 fueron un enorme logro para la comunicación terrestre de unas 500 familias desperdigadas en ese tramo. Pero de los 49 km queda una precaria capa asfáltica de apenas ocho kilómetros. Los torrentes de agua de lluvia que bajan de las fincas agrícolas, las canalizaciones sin control, los desbordes de acequias, los transportes pesados de granos y la falta de mantenimiento, hicieron estragos en esta vía. “Para los que vivimos en la zona es un drama permanente trasladarnos para llevar a los chicos a la escuela, salir de compras, al médico o hacer otras diligencias en La Cocha o en Taco Ralo. Hasta movilizarse en motocicleta es un problema. Y para colmo solo tenemos un colectivo al día”, dijo una vecina que pidió que al menos se enripie el camino.

Las perspectivas son, sin embargo, poco halagüeñas. El titular de la Dirección Provincial de Vialidad explicó que para atender la problemática de la ruta 334 y a partir de las inundaciones del 2017, cuando se desbordó el San Francisco, la Legislatura conformó una comisión de estudio. “De este trabajo -dijo- surge que hay que hacer muchas obras, pero se tiene que empezar desde Catamarca, en donde está la raíz del problema. Desde ahí y atravesando el sector tucumano, antes se extendían bañados. Se desmontó y se planta soja. Hubo un cambio de toda la corriente hídrica que hay que atender”, explicó. “Tenemos que encarar un gran plan integral de arreglos porque de lo contrario la 334 no tiene remedio. Los bañados se tienen que recuperar. Mientras no paremos el agua que viene desde Catamarca no se puede hacer nada”.

Además dijo que “la situación económica es complicada y se está haciendo algo muy de a poco”. Prometió que se tratará de construir para el verano un puente en El Palancho para quienes resultan aislados, pero por ahora no hay seguridades. La cuestión se enmarca en el mismo problema que padece la población de La Madrid, que desde hace seis años espera una salida para la emergencia que padecieron con la gran inundación de 2017. Poco y nada de lo que se diagnosticó en la Comisión de Emergencia se pudo avanzar. Sería tiempo de hallar caminos para que se haga ese plan integral y se aborde un tratamiento completo del problema.

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