La buena noticia sobre la disminución del abandono escolar en el país en los últimos años fue acompañada con el informe de que nuestra provincia está rezagada, si bien también nuestra jurisdicción experimentó una mejora. Tal es el informe “Trayectorias escolares: ¿Cuántos estudiantes abandonan la secundaria en Argentina?” del observatorio Argentinos por la Educación, que da cuenta de que el abandono escolar cayó 9 puntos porcentuales en los últimos cuatro años. En 2018, el 24 % de los estudiantes de 17 años había abandonado la escuela. Cuatro años después la cifra desciende al 15% entre los estudiantes que tenían 17 años en 2022. En el caso de Tucumán, el abandono escolar bajó del 32% al 26%.
La coordinadora de Transparencia y Relevamiento de la organización explicó al programa LG Play algunas de las causas de este descenso: influyó la baja en cuanto a los requisitos para la repitencia y para promocionar las materias. “Esto ayuda a que los jóvenes sigan dentro del sistema educativo. También se vio que gracias a la Asignación Universal por Hijo, en situaciones de crisis económica, las familias hacen un esfuerzo enorme para que los chicos sigan conectados a la escuela”. Además, durante la pandemia hubo un trabajo grande de parte de las escuelas para mantener a los chicos, aunque sea conectados y hasta se salió a buscarlos. Luego hay que trabajar en cuanto a la asistencia, explicó, para saber realmente cuántos de esos jóvenes están yendo a clases, dijo. Un tercer paso sería determinar cuántos logran terminar y cuál es el aprendizaje con que finalizan la secundaria.
Añadió que hay que analizar el sistema educativo de cada provincia. “También influyen mucho la situación socioeconómica y la cuestión cultural, es decir, el valor que le da cada familia y cada sociedad a la educación”. También “el abandono está más asociado principalmente a los varones, muchas veces por razones laborales y también por la poca motivación de la escuela”, detalló. Hay sectores socieconómicos muy vulnerables donde esto se advierte, como se vio en marzo en la escuela del Mercofrut, cuyos alumnos, en gran parte, inician tarde, en mayo, el ciclo lectivo porque van a trabajar al sur. La especialista recalcó que el Observatorio trabaja por la transparencia para que los datos del Ministerio del Educación sean públicos, y también por la nominalización. Esto último se trata de un sistema que permita, con nombre y apellido, y demás datos personales, como notas, asistencia, situación socioeconómica, etcétera, poder seguir a cada estudiante del país a lo largo de toda su trayectoria escolar. También se señala la importancia de los programas de tutorías para mejorar los desempeños en comprensión lectora, matemática y ciencias y disminuir la probabilidad de abandono escolar. Por último, la especialista subrayó que contar con estos datos que el observatorio analiza e informa sirve también para contar con mejores políticas en materia educativa y para que los que toman decisiones en esa área tengan más información y así, adopten mejores estrategias.