Una mirada al universo: si no se ve o no se detecta, ¿no existe?

Muchas veces se toman por ciertas cosas que no se ven o no se detectan. Para que la ciencia acepte estas cosas, se deben cumplir ciertos protocolos que a veces son bastante complicados.

En algunas áreas de las ciencias se trabaja con modelos, porque los objetos de estudio son muy pequeños como es el caso de la física de partículas o con objetos a los que no se puede llegar, como en algunos temas de astrofísica.

Los modelos, generalmente, son ecuaciones matemáticas que incluyen todos los procesos involucrados en lo que se está queriendo reproducir. Por ejemplo, a las estrellas no se puede llegar, ni ver lo que hay dentro de ella. Solo tenemos la radiación que llega a un detector que puede ser luz visible, infrarroja, ultravioleta o cualquier otra. El modelo es una ecuación matemática en la que se incluyen todos los procesos que ocurren en su interior como reacciones nucleares, movimiento de materia, la interacción de la radiación con la materia, etc. y permite calcular la radiación emitida. Si lo que predice el modelo y lo que se detecta coincide, se considera que el modelo es correcto. Si no hay coincidencia hay que modificar el modelo. Construir un modelo no es simple ni definitivo. Al mejorar la tecnología se pueden observar mejor y en muchos casos hay que modificar los modelos y a veces hasta desecharlos.

Así hay modelos de átomos, de objetos del cielo y hasta de la evolución del universo. A veces al construir los modelos es necesario incluir objetos o procesos no conocidos para poder reproducir la realidad. El caso quizás más popular, es el Boson de Higgs, necesario para explicar el funcionamiento del modelo estándar de física de partículas. Esto fue enunciado en 1964. Recién en 2012 fue detectado en el Gran Colisionador de Hadrones, después de un esfuerzo enorme. Pero si no se detectaba, no significaba que no existía, sino que se necesitaba otra tecnología para detectarlo. Si se construyese otro modelo que pueda reproducir lo mismo sin el Boson de Higgs, se invalidaría su existencia. Hay modelos que no son matemáticos. Por ejemplo, las maquetas de edificios, o ciudades también son modelos, es decir son representaciones, lo más fieles posibles de la realidad.

Otro caso parecido, es el de los planetas extrasolares. Estos fueron descubiertos en 1995 por Michel Mayor y Didier Queloz. Se sospechaba que existían y el modelo de formación de estrellas lo predecía. En realidad, los exoplanetas fueron detectados por los efectos que producen en el movimiento de una estrella. También se pueden detectar por la disminución del brillo de una estrella cuando el planeta pasa delante de ella. Hace algunos años se pudo ver su imagen y el telescopio James Webb pudo medir algunos componentes de la atmosfera de un exoplaneta. Nadie duda de su existencia.

El caso de vida extraterrestre es quizás el más complicado. Hasta el momento no se ha podido detectar, pero muy poca gente duda de su existencia. Para poder detectar vida no inteligente habría que ir hasta el lugar en la que está, lo que actualmente es imposible. En el caso de la vida inteligente sería suficiente detectar alguna señal, lo que hasta el momento no ha sido posible hacerlo. ¿Por qué la mayor parte de los científicos acepta su existencia si no hay evidencias de ningún tipo? Se conocen muchos sistemas en los que hay planetas con algunas condiciones similares a la Tierra, pero aún nos falta tecnología y conocimiento para detectarla. Recordemos que se busca vida similar a la que existe en la Tierra, porque no se puede buscar algo que no se conoce.