Traspaso de mando: ¿de qué hablaron Juan Manzur y Osvaldo Jaldo en la Casa de Gobierno?

La mesa chica se reunió para analizar cómo será la sucesión y, a la vez, definir la estrategia con la que el oficialismo pretende recuperar 80.000 votos respecto de la perfomance de las PASO.

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En cuenta regresiva. Así está la gestión del gobernador Juan Manzur, mientras Osvaldo Jaldo se alista para la sucesión. Falta una docena de días y las conversaciones son más frecuentes. No sólo por el traspaso de mando del domingo 29, sino también por la estrategia que el oficialismo aplicará el domingo 22. Sí, el próximo fin de semana.

Manzur convocó a Jaldo, al vicegobernador electo Miguel Acevedo y al presidente subrogante de la Legislatura (que probablemente continuará en ese cargo), Sergio Mansilla, para analizar cómo será el pase de mando y, a la vez, definir la estrategia con la que el oficialismo pretende recuperar 80.000 votos respecto de la perfomance electoral de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto pasado.

El mandatario viajó hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para participar  del acto de Unión por la Patria el estadio Arsenal de Sarandí por el Día de la Lealtad peronista. Allí se encontrará con el candidato presidencial Sergio Massa y con Axel Kicillof, que aspira a continuar en la gobernación bonaerense. Pero el tucumano también volverá a mostrarse  como uno de los armadores de la campaña del actual ministro de Economía. 

La idea es que a su regreso afiance el compromiso asumido y le ponga combustible al aparato electoral oficialista. Hoy no hay otra forma de que funcione, en medio del hartazgo social y de la incredulidad social en la política. La apuesta es fuerte, porque de eso dependerá su rol en el armado nacional.

Las expectativas de Jaldo son las mismas que las de Manzur. Pero, a diferencia del actual titular del Poder Ejecutivo, las elecciones marcarán el ritmo para el inicio de su gestión. Otra derrota en el distrito en manos del libertario Javier Milei no está en los planes oficiales. El tranqueño no quiere acumular dos derrotas al hilo, porque eso implicaría debilidad institucional en una Argentina que enfrenta un cambio en la forma de hacer política. 

Aún más, Jaldo está decidido a reducir el gasto superfluo, a juzgar por las declaraciones que formuló luego del encuentro en la sede de 25 de Mayo y San Martín. Hablar de aumento de la carga impositiva sería echar nafta al fuego. Jaldo, en este aspecto, mencionó la posibilidad de adoptar medidas que impliquen una simplificación tributaria o algún beneficio fiscal. Eso formará parte de su mensaje de asunción. 

La idea del futuro gobierno es acabar con la industria del juicio, aunque eso dependerá de la conducta y del compromiso del contribuyente deudor de mantener, hacia el futuro, regularidad en el pago de sus obligaciones impositivas.

El proyecto de Presupuesto 2024 quedará para el próximo Gobierno. Jaldo pretendía que Manzur se lo envíe hasta esta semana, con el fin de que sea sancionado por la Legislatura antes de que se convierta en gobernador. No sucederá. No hay tiempo material para hacerlo. 

CASA DE GOBIERNO / Imagen ilustrativa de Archivo LA GACETA CASA DE GOBIERNO / Imagen ilustrativa de Archivo LA GACETA

El ajuste de las partidas quedará en mandos de la dupla Jaldo-Acevedo, aunque habrá ruedas de consultas con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Leiva, para establecer cuál puede ser el aporte del Poder Judicial en este nuevo tiempo.

Otro aspecto que inquieta a la mesa chica de conducción política es la contención social. La devaluación brusca en un escenario de alocada inflación torna difícil a cualquier familiar reunir los más de $ 250.000 mensuales que un matrimonio con dos hijos pequeños necesitan para no caer en situación de pobreza. 

La pobreza puede llegar a afectar al 45% de los habitantes del principal aglomerado urbano de la provincia al cierre de este traumático año. Y algo hay que hacer para evitar que es indicador siga incrementándose, por el lado de la asistencia estatal de la provincia.

El cambio de gestión no necesariamente será una continuidad, pese a que el gobernador que se va es del mismo signo del que viene. Entre ambos cuidan los matices, pero cada uno tiene su manera de ejercer el poder. 

Manzur viaja a Buenos Aires y es probable que su estadía en el centro de las decisiones sea más prolongada después del domingo 29 si, en definitiva, le pide a Pablo Yedlin la banca en el Senado. Jaldo, en tanto, tendrá que mostrar en los primeros tiempos de mandato que puede sobrevivir a otra crisis económica, con pocos precedentes en la Argentina, y que es capaz de reducir el gasto político en Tucumán, algo que la sociedad viene reclamando desde hace décadas.

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