A 50 años del adiós de Nasif Estéfano

A 50 años del adiós de Nasif Estéfano

El 21 de octubre de 1973, el más grande piloto de automovilismo de Tucumán se convirtió en leyenda en una curva de Aimogasta. Aquí, en repaso a su vida, sus ideas, su carrera deportiva, y el imprescindible legado que dejó.

Carlos Werner
Por Carlos Werner 21 Octubre 2023

1-¿Por qué Nasif Estéfano es considerado un personaje inolvidable del deporte nacional?

Porque por sus condiciones y personalidad generó legiones de seguidores a lo largo y ancho del país. Fue un “distinto”, un mimado del gran público. Él retribuía ese inmenso cariño con frecuentes actuaciones memorables.

2-¿Qué legados dejó?

Que se puede hacer automovilismo de calidad aunque no se haya nacido en los principales centros que dominan a la disciplina; que se puede competir y trascender, sin perseguir sólo un resultado; que el deporte promueve el hermanamiento sin importar el resultado.

3-¿Qué se sabe de sus orígenes?

Había nacido el 18 de noviembre de 1932 en Concepción y vivió una infancia tranquila. Hizo la escuela primaria en la escuela “Uladislao Frías”. No avanzó demasiado en sus estudios secundarios, por lo que empezó a trabajar en el almacén familiar, haciendo repartos sobre una vieja camioneta Ford V8 de 1940. Fue entonces cuando descubrió la conducción con derrape controlado, el llamado “punta y taco”, el cambio de doble embrague y muchas otras cosas más.

4-¿Quiénes fueron sus padres; tuvo hermanos?

Fue hijo de los inmigrantes libaneses Jorge Estéfano y Elia Chantire. Tuvo cuatro hermanos: Eduardo (ya fallecido), Roberto, Luis y Julio. Nasif Moisés fue el segundo.

5- ¿Qué relación tenía con sus padres? 

La mejor, de hecho cuando regresaba a Concepción aún en sus tiempos de mayores hazañas, se iba a dormir a la casa natal. Los restos de los tres yacen, junto con sus abuelos, en un mausoleo familiar ubicado en el Cementerio Municipal de Concepción.

6-¿Qué gustos y aficiones tenía aparte del automovilismo?

Le gustaba el fútbol y seguía la campaña de Boca. Tenía algunos “ídolos” en el deporte: Pelé, Nicolino Locche y Jackie Stewart. Le gustaba la música y sobre todo los discos de Frank Sinatra. Leía mucho y destacaba tres medios y dos escritores: La Gaceta, La Razón y Gente; Marta Lynch y Horacio Quiroga

7-¿Qué aspectos se destacaban en su forma de ser?

Decía tener muchos amigos y ningún enemigo. No tenía supersticiones ni cábalas. Su virtud era ser honesto; su defecto, ser caprichoso. Sus lugares en el mundo eran Concepción y Buenos Aires. Le gustaba estar informado, sobre todo de automovilismo. Consideraba a Juan Manuel Fangio “un trauma” para su carrera deportiva.

8-¿Cómo era la personalidad de Nasif y su aspecto físico?

Quienes lo conocieron destacaban que era campechano, sencillo, de corazón bueno y generoso. Era humanamente intachable, propenso a hacer amistades. Era de mediana estatura, flaco, de sonrisa permanente. Luchaba contra la caída del cabello.

9-¿Se sabe cuándo hizo su primera carrera?

Fue el 6 de enero de 1952, con un coche Ford 60 biplaza armado con fierros prestados. La carrera se concretó en las calles del parque 9 de Julio y la categoría era la Mecánica Nacional Fuerza Limitada zonal. Su debut fue con abandono por rotura del cardán. Antes de aquella jornada, participaba de picadas de autos y motos en caminos rurales.

10- ¿Qué anécdota se recuerda de aquella primera competencia?

Que las autoridades de la carrera no dejaban correr al auto, porque tenía un capó de lona. Entonces a Nasif se le ocurrió improvisar uno con la chapa de un cartel de publicidad que había en la zona. La pieza se hizo, pero a poco de largar y debido a la aceleración, el capó voló por el aire. Otra: como consiguió un distribuidor a último momento, terminó armando el coche en el camión que lo trasladaba entre Concepción y San Miguel de Tucumán.

11- ¿Siguió compitiendo luego de esa experiencia?

Esporádicamente. También incidió el hecho de que debía hacer el servicio militar obligatorio en la marina, en Río Santiago, desde 1952. Se cuenta que al primer permiso que le dieron, de 10 días, los estiró a 30 por su afán de correr. Al volver a Buenos Aires, le llevó al jefe de la guarnición militar los trofeos que había ganado para que lo perdonen. También en Río Santiago (estuvo dos años) tenía una afición: trabajar en los motores de los tanques.

12- ¿En qué fecha ganó una carrera por primera vez?

Lo hizo el 28 de agosto de 1955 en un circuito de Juan Bautista Alberdi, en una prueba informal de las tantas que se organizaban en la época. Manejó un Ford de Fuerza Libre, al que se le rompió la palanca de cambios. Recibió ayuda de un técnico soldador y siguió adelante.

13- ¿En qué momento se decide por seguir de lleno en el automovilismo?

Haber ganado en Alberdi con un auto hecho por él le da envión a sus sueños y entonces se vuelca a dedicarse a las carreras. En efecto, instala un taller mecánico. De a poco se anima a hacer más y más modificaciones en el coche que preparaba, y eso redunda en buenos resultados.

14- ¿Cómo lograba solventar los gastos que insumían las carreras?

Al integrar una familia de clase media, los recursos eran limitados. Pero Nasif se las ingeniaba para conseguir fondos. Además, desde joven se hizo de un compacto grupo de amigos. Muchos hicieron aportes para que pudiera correr, otros lo ayudaron a armar los autos, varios lo asistieron técnicamente. Eran los tiempos de las peñas para reunir fondos o de los aportes desinteresados para alimentar la pasión por los motores.

15- ¿Por qué lo apodaron “El Califa Chico”?

Lo de “Califa” fue una extensión del apodo que recibió por su origen libanés otro grande del automovilismo, Oscar Cabalén; él era el “Califa Grande”, aunque también como a Nasif, le decían “El Turco”. Un dato más: Cabalén (nacido en Santa Fe, radicado en Córdoba) también falleció sobre un auto de carreras, un Ford, en 1967, durante una prueba cerca de San Nicolás (Buenos Aires).

16- ¿En qué fecha hizo su primera carrera en el TC?

Fue en diciembre de 1958, en el Gran Premio Argentino de Carretera con un Ford modelo 1938 de la Fórmula B. La prueba tuvo siete etapas: partió de Buenos Aires, recorriendo Salta, San Juan, Bahía Blanca, y finalizó en el autódromo de la Capital Federal, tras 5.491 kilómetros de competencia. Con este auto participó de otras dos carreras: el 6 de marzo de 1960 lo hizo en el Premio Vendimia, en Mendoza y, del 1 al 11 de diciembre del mismo año, del GP Argentino (con recorrido Buenos Aires-Villa Carlos Paz-Mendoza-Tucumán-Córdoba-autódromo de la Capital Federal).

17- ¿Cuándo empieza a correr regularmente en el TC?

En la Vuelta de Córdoba de 1964, a bordo de un Ford modelo ‘38 que le había comprado a Tadeo Taddia (terminó 9°). Poco después fue convocado por Ford Motor Argentina para formar parte del equipo oficial. El 22 de mayo de 1966 logró su primer triunfo con un Falcon en el autódromo “General San Martín” de Mendoza. Ante la aparición de los Torino en 1967, se cambió a esa marca. En el ‘68 llegó a formar parte del “Equipo Bardahl” junto a Eduardo Copello en las veloces Liebre II. Luego de pasar por el Sport Prototipo, los caminos volvieron a unirse con Ford.

18-¿Cómo fue su participación en la F-1?

En 1960 participó de una visita a Buenos Aires que hizo la categoría, con Maserati: terminó 14°. Hizo un segundo intento, aunque la experiencia resultó un fiasco porque lo estafaron. Juan Manuel Fangio le aconsejó la compra de un coche armado por Alejandro De Tomaso, argentino radicado en Italia. Corría 1961 y pagó U$S 7.000 por un auto que nunca anduvo. Perdió tres años en ese proyecto (con tres viajes a Europa en ese tiempo), además del dinero, que había juntado vendiendo autos suyos y recibiendo apoyo del gobierno de Tucumán, en ese entonces bajo el mandato de Celestino Gelsi.

19- ¿Sufrió otras frustraciones deportivas además de aquella de la F-1?

Sí. En el campeonato de TC de 1972, ganaba en Zapala (Neuquén) y son ello se aseguraba el título. Pero el motor de su Ford tomó temperatura porque un papel levantado al paso de la máquina ahogó el radiador. Otra frustración la vivió en durante la citada visita de la F-1 a Buenos Aires: le asignaron el peor auto, una vetusta Maserati. Hay más: en 1969, deambuló sin pena ni gloria en el Sport Prototipo Nacional y en Mecánica Argentina Fórmula 1.

20-¿Qué particularidad se sumó a su carrera deportiva luego de su fallecimiento?

Que se convirtió en el único campeón post mortem del Turismo Carretera, la categoría de automovilismo más importante de la Argentina. También en 1973 el Círculo de Periodistas Deportivos le concedió el Olimpia de Plata y la revista El Gráfico le otorgó el premio al piloto del año.

21-¿Cuáles habrían sido sus últimas palabras antes de la tragedia?

“No leas más la hoja de ruta que a esta zona la conozco muy bien…”, le habría dicho a José Pacioni, su acompañante. Antes de partir habló por radio y saludó a todas las mamás del país, porque se celebraba el Día de la Madre. “La ‘vieja’ me estará esperando en Concepción más contenta que nunca”, dijo, y luego se metió dentro del auto pintado de azul.

22-¿Por qué se produce el accidente?

-El Ford Falcon derrapó en la zona de frenaje de una amplia curva en la localidad riojana de Aimogasta, y comenzó una serie de tumbos. Nasif salió despedido y quedó tirado a cinco metros. Pacioni permaneció en el habitáculo y resultó sólo con un fuerte golpe en una pierna.

23- En aquella carrera ¿tenía alguna necesidad de descontar tiempo o estaba muy apremiado por su escolta?

-No. Le llevaba 10’28” de ventaja a su compañero de equipo y escolta, Héctor Luis Gradassi.

24-¿Dónde se originó la teoría de que su muerte fue producto de un sabotaje?

En el libro “Nasif Estéfano, El Califa, Un piloto superdotado”, escrito por su hermano Julio. En él se puede leer que al Ford se le salió el perno que sostenía a la pedalera del freno y del embrague. También se detalla que Nasif, al no poder frenar ni rebajar, realizó una brutal corrección del vehículo para evitar atropellar al público que se encontraba en el empalme. El coche siguió casi derecho y comenzó a dar tumbos. También se puede leer: “durante el vuelco, falla el sistema de seguridad de la puerta izquierda, que se abre provocando también que se desprenda el cinturón de seguridad, que tenía la hebilla de sujeción peligrosamente ubicada sobre la izquierda del piloto, muy cerca de la puerta. Nasif sale despedido y muere instantáneamente, quedando su cuerpo sin vida a unos cinco metros de distancia del coche”.

A 50 años del adiós de Nasif Estéfano ARCHIVO LA GACETA

25- ¿Qué otras teorías se hicieron del accidente?

Juan María Traverso sostuvo que Nasif se pegó por esquivar al público. “Si él no lo hacía, no hubiese tenido ese final. Además, iba con su cinturón flojo. Fui el primero en llegar al lugar del vuelco. Nosotros nos guiábamos por los postes de teléfono o de luz. En Aimogasta hay una L, por un empalme de ruta, por eso los postes seguían derecho”. Por su lado José Miguel Herceg, que tenía a su cargo la dirección técnica y deportiva del equipo Ford, atribuyó lo sucedido a una “distracción” del piloto en el momento de frenar: “el auto se trabó con una saliente de piedras chicas. Fue mucha mala suerte. Un accidente”.

26- ¿Qué dijo su navegante de lo sucedido?

José Pacioni dijo en distintos reportajes: “ni yo sé bien qué pasó. Supongo que como la carrera terminaba en Concepción, él quería llegar primero: venía permanentemente mirando por el espejo porque detrás nuestro había largado Gradassi”.

27- ¿Cómo fue la última noche de Nasif?

Miguel Ángel Devoto, ex presidente de la Comisión de Automovilismo Deportivo de Concesionarios de Ford, contó al respecto: “estuve en la última cena de Nasif. A la mesa estábamos sentados Héctor Gradassi, el entonces gobernador de La Rioja, Carlos Menem y miembros del equipo oficial. Fue una reunión tranquila y cordial. Nos fuimos a dormir temprano. Y a la mañana siguiente, tras desayunar, fuimos a la largada. No hubo nada especial, sólo algunas palabras para la etapa”.

28- ¿Cómo venía siendo su temporada al momento de su trágico final?

En 1973 había logrados tres victorias seguidas en la Vuelta de 25 de Mayo, San Juan-Calingasta y Vuelta de Tandil. Luego festejó en Vuelta de Olavarría y en la prueba Cerro La Gloria-El Challao. Todo esto le permitió contar con una holgada ventaja al frente del certamen.

29-¿Qué gestos tuvieron sus padres después de su fallecimiento?

Hasta el día de su muerte, cerca de los 100 años, su mamá recordaba cada aniversario con una donación de ropa al Hospital de Concepción. Ese mismo hospital que recibió del padre de Nasif la donación del dinero, que le correspondía por el seguro del accidente. Una elogiable forma de honrar la memoria de su hijo.

30-¿Qué hazaña se recuerda de sus carreras en el exterior?

La principal sucedió en 1964. Con un Porsche 904 que compartió con el piloto ítalo-argentino Andrea Vianini, ganó las célebres “12 Horas de Reims” de Gran Turismo Internacional, en Francia. Junto a Vianini ya habían corrido en Europa. En Nürburgring, la dupla fue quinta en su categoría, en los 1.000 kilómetros.

31- ¿Qué otras performances suyas ocupan un “top 3” entre sus mejores logros?

-Una se dio durante la Temporada Internacional de Fórmula 3 de 1966, en Rosario, con su Brabham pintado de azul y oro: largó desde los últimos lugares y llegó 2º detrás del suizo Silvio Moser, tras batir 23 veces el récord del circuito. El público lo ovacionó. Otro trabajo significativo lo concretó en el TC, en lo que fue su primer triunfo en la categoría. El 22 de mayo de 1966, con un auto de menor cilindrada (3.000cc, el resto llevaba motores de 4.000cc), ganó llegando a la meta con una rueda en llanta.

32-¿Qué sorprendentes declaraciones hizo de aquella proeza en la F-3?

“La máquina con la que corrí era un desastre, hervía por todos lados, chorreaba aceite, estaba floja de amortiguación, de freno, de todo. ¡Qué desgracia es ser pobre! Si yo pudiera me iría a Europa a correr en F-1”.

33-¿Cómo eran las recepciones a Nasif luego de sus grandes conquistas?

Multitudinarias. Sobre todo se recuerda la que se le brindó luego de la competencia internacional de F-3: desde Juan Bautista Alberdi hasta Concepción lo escoltaron por la ruta 38 fanáticos en 200 vehículos. Ya en su ciudad, todos los habitantes salieron de sus casas a recibirlo. Incluso, el Obispo de la “Perla del Sur”, Juan Carlos Ferro, le colocó una guirnalda de flores y en el estadio de Concepción FC fue llevado en andas por sus fans. La recepción que le hicieron allí incluyó un espectáculo artístico. Días después lo agasajaron con multitudinarias cenas en Aguilares y en Yerba Buena.

34-¿Quién fue su mayor rival?

Tuvo varios, pero quizás el mayor fue el cordobés Héctor Gradassi, justamente su compañero en el equipo Ford. “Pirín” era amigo personal del preparador de motores José Miguel Herceg, por lo que se notaba la predilección y favoritismo de este sobre el cordobés. Sin embargo, Nasif lo superó en varias carreras.

35- Se dice que la carrera de Juan María Traverso se catapultó gracias a la gestión de Nasif. ¿Fue así?

Sí, el propio Traverso lo dijo: “del grupo de notables que había en esa época en el automovilismo, Nasif fue quizás mi primer amigo. Era muy especial, una gran persona, vivía el automovilismo como nadie. Yo corría con Torino y alguna vez le conté de mis dificultades para reunir un presupuesto. Fue él quien me promovió para que llegue al equipo oficial Ford, era algo así como un piloto de pruebas”.

36-¿Qué opinaba de él Rodolfo De Álzaga, campeón del TC en 1959 y uno de los grandes pilotos contemporáneos de Nasif?

En 1966 le brindó un reportaje a la revista El Gráfico y dijo del tucumano: “desde hace dos años le vengo gritando a todo el mundo que Nasif está a la altura de Oscar Cabalén y ‘Charly’ Menditeguy, para mí los mejores del país. En la tierra o en la pista es un fenómeno. Siento que es un Fangio con menos físico. Si actuara seguido en Europa, si anduviera en pista regularmente, en un plazo de dos años estaría entre los cinco menores pilotos del mundo, a la par de cualquiera”.

37- ¿Con qué marcas corrió?

Entre otras, lo hizo con Ford, Chevrolet, Torino, Maserati, Porsche, Alfa Romeo, Brabham, Fiat, Dodge, Lola y Abarth.

38-¿Cuántos campeonatos logró?

Además del de TC, fue campeón de Fórmula 1 Mecánica Nacional con un Löeffel-Chevrolet (en 1963 y 1964) y Turismo Mejorado Clase D (Alfa Romeo Giulia, en 1965).

39-¿Qué motivos hay para considerarlo una leyenda del deporte tucumano?

Porque se proyectó, con escasos medios, a niveles superlativos tanto en sus incursiones nacionales como en los desafíos internacionales de los que participó. Y lo hizo en un deporte que en su momento fue muy popular. Con el paso de los años, y pese a la aparición de numerosos deportistas de calidad, mantiene su sitial de honor.

40-¿Por qué se lo consideró un grande ya en los tiempos cuando corría?

Por la contundencia de los resultados que conseguía. También por su don de gentes, por su ascendiente sobre el público de distintas generaciones, y por su origen humilde.

41-¿Hubo o hay otros pilotos tucumanos que lograron conquistas similares?

Fue tan grande Nasif con sus conquistas, incluida la post mortem en el TC, que llevó años hasta que otros comprovincianos lleguen a lograr éxitos nacionales. Sobre asfalto, por ejemplo, el panorama fue complicado y ninguno pudo seguir la huella que él había abierto en el TC. En otras categorías pisteras hubo algunas conquistas, aunque menores. En el rally (es decir, en la tierra), quien estuvo a su altura fue otro concepcionense: Roberto Sánchez.

42-¿Se hace justicia con su memoria en Tucumán?

Parcialmente. El mayor desplante se hizo con una de las obras a la que se le dio su nombre: el autódromo del parque 9 de Julio, cerrado desde años y sumido en el olvido. Parte de su dibujo se utilizó hace algunos meses para hacer una pista de ciclismo.

43- ¿Qué homenajes permanecen vigentes hoy en Tucumán?

El principal es el museo que se construyó en Concepción. Comenzó como un proyecto familiar a fines de los años 90 y con mucho trabajo y esfuerzo se pudo concretar en 2006. Además, hace varios años se levantó en esa ciudad un conjunto escultórico en su honor. También se lo recuerda en calles en la “Perla del Sur”, La Trinidad y Salta; en un pasaje en San Miguel de Tucumán; en una escuela de su ciudad natal y en la sala de terapia intensiva del Hospital Regional. Incluso, lleva su nombre un kartódromo de tierra ubicado en Alto Verde.

44-¿Fuera de la provincia se lo recuerda?

Sí. En Aimogasta se erigió una plazoleta. En la entrada al autódromo de Pigüe (Buenos Aires) hay un monolito. En el autódromo de Las Termas hay un palco VIP que lleva su nombre. Además, es objeto de permanentes recuerdos por parte de la prensa y los aficionados de varias provincias.

45-¿Cómo es la plazoleta que se le dedicó en Aimogasta, el lugar de su fallecimiento?

Amplia y pintoresca. En el centro está emplazada una réplica del Ford Falcon que manejó. Hay un busto y numerosas plaquetas recordatorias. El área está parquizada y cuenta con una pequeña pista para enseñar educación vial. Existe una oficina de turismo, en la que se brinda información de la ciudad y también sobre quién fue Nasif. Además, en el lugar se puede acampar.

46-¿Qué cosas se pueden ver en el museo que se levantó en su homenaje?

Está en Concepción y cobija recuerdos de todo tipo, incluidos autos, réplicas, buzos, cascos y recortes de distintos medios de prensa, entre un sinfín de artículos.

47- ¿Cómo se lo recuerda hoy?

Como uno de los grandes pilotos del automovilismo nacional. Sus logros, su ascendiente, el haber formado parte de una época de oro del automovilismo lo ponen en un sitial de honor.

48-¿Cómo era su estilo de manejo?

Se dice de él que tenía talento natural, velocidad mental y fineza en el manejo. Que era corajudo y que hacía automovilismo “a la criolla”, pero guiado por el conocimiento y por su instinto. Ganó en todas las categorías en las que corrió. Se adaptaba rápido al manejo de los más diversos tipos de vehículos: monoplazas; turismos; Sport Prototipos; Turismo Carretera y coches de categorías internacionales. Se convirtió en un rompe-récords, con un increíble poder de adaptación a las circunstancias más difíciles. Supo sacarles a los coches con los que corrió un rendimiento superior al que podía esperarse.

49- ¿Hay algún ejemplo contundente sobre este último concepto?

Sí. Ocurrió en 1972, al ganar el “Desafío de la Montaña” frente a los pilotos más renombrados de la especialidad. Lo hizo con un Fiat 1600, sin preparación, que a diario usaba su hermano.

50-¿Nasif se hubiese adaptado a las condiciones que impone el automovilismo actual?

En esta pregunta funda sus bases la historia contra fáctica. En el vértigo de las múltiples posibilidades que abre, uno puede imaginar los más diversos acontecimientos. Pero hay una verdad insoslayable: los buenos pilotos siempre tienen ganado un lugar en la historia, no importa el tiempo en que corran. Y Nasif fue bueno de verdad.

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