En octubre de hace 50 años se produjeron dos recitales que, en distinta escala y diferentes maneras, conmovieron al mundo del rock argentino. En un concierto íntimo, con un manifiesto vanguardista, Luis Alberto Spinetta presentó su disco “Artaud”, durante una mañana en el Teatro Astral.
Por esos mismos días, llegó Carlos Santana, y el mismo Spinetta fue a verlo en el antiguo gasómetro de San Lorenzo; salió conmovido del recital, que, sin embargo, se alejaba tanto de lo que estaba creando y ofreciendo.
Sergio Pujol cuenta (“El año de Artaud. Rock y política en 1973”) que el músico llegó en un avión privado, con 20 personas, 12 toneladas de equipo, cachet de U$S50.000 y una banda de ocho músicos que se alojó en el Hotel Sheraton. Con la presentación en la cancha de San Lorenzo quedó claro que el rock pasaba del teatro de un par de miles de personas a un campo para 10.000 asistentes (también tocó en el Teatro Metro y en el Luna Park).
Con Santana, el país comenzó a incorporarse en el circuito de las grandes bandas de rock, de los rockstars, por decirlo así. En ese entonces, como ahora, las cámaras de televisión lo esperaban en Ezeiza, y el asombro aumentó cuando vieron el enorme avión con el logo del grupo en el fuselaje.
El músico había sido sensación en Woodstock en 1969, donde hizo una aparición impresionante sin haber editado su primer disco aún. “Santana”, salió a la venta un mes después del festival y fue un éxito extraordinario tanto en ventas como en la crítica, en ese mismo año.
Desde Woodstock se sabía que Santana no era sólo rock y guitarra sino ritmos afrolatinos, salsa, jazz y blues con arreglos de percusión que serían notables más que en cualquier otro grupo de la historia. La banda llegó a Buenos Aires la madrugada siguiente al día de la tercera asunción presidencial de Juan Perón, que asumía el que sería su último mandato.
Temas
“Oye cómo va”, “Black magic woman”, “Samba pa tí”, “Samba de Sausalito” y “Going home” fueron algunos de los temas más celebrados, entre guajiras, jazz rock y rock latino. El músico tocó canciones de “Abraxas”, y de “Caravanserai”, un disco mucho más influido por la corriente jazz rock, pero siempre manteniendo las raíces latinoamericanas.
La gira comenzó en México, pasó por Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Venezuela, Colombia y de ahí a Buenos Aires para seguir a San Pablo, Río y Brasilia. Una especie de confirmación de su reinado sobre la Latinoamérica rocker. Hay una filmación de su show en el Luna Park, mezclado con entrevistas a transeúntes en la calle Florida, que alcanza para entender el impacto que pudo haber causado en una audiencia que solo lo había visto en el cine.
Etapa mística
El periodista de la revista Pelo, Juan Manuel Cibeira, recuerda que le realizó una entrevista, y que en su cuarto del hotel, cuando lo recibió, se puso de cuclillas al borde de la cama: “Fue una charla muy interesante porque él ya estaba en su etapa mística, tenía el portarretratos en la mesa de luz con la foto de su gurú. Charlamos de todo eso, de su éxito, de la cosa incendiaria que tenía la banda, y de su nuevo disco”. Con el título “La furia viene calma”, la nota en el número 42 de Pelo da cuenta con detalles de este paso a la devoción del gurú Sri Chinmoy. Hizo un cambio radical en su vida que provocó una grieta con muchos de sus músicos, quienes aún mantenían un estilo de vida ligado a los excesos y a los alucinógenos. “Trato de imitar a Jesucristo lo más que puedo, cada día. Trato de descubrir, de ver las cosas buenas de la gente. Cuando un músico toca para Dios, no hay límites”, se podía leer en la revista.
En el diario La Nación se cuenta que durante su visita se pudo ver al músico en un parque diversiones, en el Italpark, junto a parte de su delegación.
Plaza ignorada
Los historiadores de rock señalan que tras el paso de Santana, Argentina volvió a ser una plaza ignorada por los músicos de rock internacionales y a lo largo de esa década apenas recibió algunas visitas de nula repercusión en los grandes medios y en el público masivo, como la de Joe Cocker en 1977 y la de Billy Preston en 1979, quien actuó en el Luna Park, Córdoba y Rosario. La situación cambió en los primeros años de los 80, con las visitas de The Police, Queen, Yes y, finalmente con el show de Sting en River, se puso en marcha una maquinaria imparable que aún persiste con fuerza.
Santana volvió a actuar en el país 20 años después de aquel hito, el 29 de mayo de 1993 en Vélez, y repitió en 2006 con un concierto en el Campo Argentino de Polo.
Algunos de los temas de la agenda de las tres presentaciones
- Black Magic Woman.
- Samba pa tí.
- Samba de Sausalito.
- Oye cómo va.
- Mother África.
- Light of Life.
- Flame-Sky
- Eternal Caravan of Reincarnation.
- Future Primitive.
- Se Acabó.