Estigarribia tuvo un regreso "furioso" en Atlético Tucumán

Marcó un golazo, se mostró siempre como una amenaza para la zaga de la "T" y fue la gran figura del triunfo "decano".

Estigarribia tuvo un regreso furioso en Atlético Tucumán LA GACETA/ JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

Seis partidos fueron los que Marcelo Estigarribia tuvo que esperar para volver a pisar el césped de una cancha. Su vuelta no sólo fue recibida con una oleada de aplausos, sino que generó más de una sonrisa entre los hinchas “decanos” que asistieron ansiosos por volver a gritar sus goles. Y si bien el retorno tardó en llegar, la recompensa arribó rápidamente.

18.32. El pitido hizo que el delantero vuelva a tocar una pelota como titular con la misión de cambiar la suerte que Ignacio Maestro Puch, Ramiro Ruiz Rodríguez y Justo Giani no habían tenido. Una responsabilidad que implicaba cambiar la historia y renovar las ilusiones de un equipo que sueña con volver ser parte de los torneos internacionales.

Y tan sólo seis minutos necesitó para agigantar esa esperanza. Adrián Sánchez recuperó la pelota a metros del área rival y asistió a un delantero que estaba hambriento de gol. En milésimas de segundos acomodó el cuerpo y con una categoría de los iluminados, puso el 1-0 con una definición cinco estrellas.

Euforia y descontrol pasó por su cabeza en una lluviosa tarde que parecía limpiar el pasado de las últimas tres fechas en las que el “decano” solamente había podido convertir un gol.

Pero Estigarribia no estaba satisfecho. Su hambre parecía no tener fin, por eso siguió ofreciéndose como una gran alternativa en el ataque del equipo de Favio Orsi y Sergio Gómez. Su corpulencia y su altura lo transformaron en una pieza fundamental a la hora de tener que aguantar cada uno de los pelotazos que partieron desde los pies de Bruno Bianchi o de Tomás Marchiori.

Como todo goleador, todavía no pierde la costumbre de generarse sus propias oportunidades. Sus recursos no se acababan ahí.

El buen posicionamiento le permitió poder recibir una pelota de Renzo Tesuri y tener servido en bandeja el segundo tanto de su cuenta personal. Aunque en ese mano a mano quien ganó la pulseada fue Guido Herrera.

Ese error no iba a opacar la tarde del “19”. Mucho menos iba a cortar su ímpetu para seguir siendo la principal referencia que tuvo en ataque Atlético.

En todas las arremetidas “decanas” se mostró como una opción de pase para las conducciones de Joaquín Pereyra y Ramiro Carrera. Así, se convirtió en una constante amenaza para zaga central de la “T”.

Sus juegos ausentes pareció no resentir la gran conexión que tiene con Mateo Coronel. El tándem entre el ex Patronato y el ex Argentinos parece ser el que más soluciones y efectividad le ofrece a la dupla técnica. La alternancia de roles y los números cosechados, lo posicionan como la mejor dupla ofensiva que tiene el “decano” (16 goles en 24 partidos jugando juntos).

Otra característica que sacó a relucir “Chelo” fue el esfuerzo defensivo. El punta intentó en múltiples ocasiones cortar los avances de los cordobeses transformándose en el primer defensor del equipo.

A pesar de que no tuvo mucho éxito en algunos intentos, lo cierto es que el sacrificio fue valorado por los presentes en el “José Fierro”.

Minuto 58. Los corazones se paralizaron y la preocupación inundó a las tribunas del Monumental. Los fantasmas del pasado parecían resurgir tras una patada de Rodrigo Villagra en el tobillo izquierdo (el que lo alejó de las canchas por más de un mes). Tras ese impacto, los presentes decidieron silbar y reprochar por la vehemencia del defensor central. Estigarribia quedó tendido en el piso y fue retirado en camilla en medio de una gran ovación. Sin embargo, no estuvo ni un minuto fuera de la cancha y se repuso con algunos signos de dolor en su rostro.

Su función tuvo final a los 75 minutos. El delantero siguió intentando generar peligro pero el cansancio le pasó factura, justo en el momento en el que la generación de juego del medio campo había disminuido.

Estigarribia dejó el campo reemplazado por Maestro Puch. Pero su trabajo ya estaba realizado.

Con su nueva conquista, el entrerriano llegó a su séptimo grito defendiendo los colores del “decano” y fue el primero en esta Copa de la Liga, ya que su último festejo había sido en la victoria frente a Independiente, en la fecha 26 de la pasada Liga Profesional.

Con el gol que le permitió a Atlético volver a ganar tras tres juegos, Estigarribia se transformó en la gran figura de un “decano” que recobró el poder de fuego, gracias a un delantero que volvió con todo.

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