Nadie presenció el momento exacto del crimen, pero sí los minutos posteriores. El lunes a las 7 Joaquín Lara (30 años) fue herido de una puñalada a un costado del esternón (zona del tórax) cuando estaba en el garaje de una casa de Perú al 200. Agonizando, la víctima salió de la vivienda que estaba cuidando con la esperanza de pedir ayuda, pero apenas pisó la vereda se desplomó. Según se informó ayer en una audiencia, en ese momento había mucha circulación de vehículos porque se trata de una calle que es paso obligado hacia una escuela cercana. Fueron los padres que llevaban a sus hijos a clases y un taxista quienes avisaron a la Policía sobre lo que habían visto. Algunos consideraron que Lara había sido víctima de un robo, porque también vieron salir de la casa a un joven que, lejos de ofrecer ayuda, se subió a una moto y escapó hacia el norte por calle Monteagudo. Por el crimen, ayer el barbero Oscar Rodrigo Alejandro Rivadeneira (foto) fue acusado de homicidio simple y le dictaron la prisión preventiva por seis meses.
El caso está en manos de la Fiscalía de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos. El fiscal rápidamente detectó que a Lara no le habían robado nada. En la casa encontraron a otro joven durmiendo, esa persona le dijo a los investigadores que el domingo habían salido con Lara a un boliche y que luego regresaron a la vivienda con un tercer hombre al que él no conocía para seguir tomando. El testigo dijo que se retiró a dormir y que se estaba enterando por la Policía del deceso de su amigo. Brindó una descripción del sospechoso que sirvió para realizar un identikit en conjunto con la información que dio el taxista que lo vio saliendo de la casa tras la muerte de la víctima.
Por otro lado, según reveló el auxiliar fiscal Guillermo Di Lella, con las cámaras de seguridad de los vecinos pudieron identificar el dominio de la motocicleta. Así fue como luego se solicitó allanar la casa de Rafael Obligado al 1.700 donde fue detenido a Rivadeneira.
Siguiendo el consejo del defensor Nicolás Díaz, el imputado prefirió no declarar. El abogado solicitó medidas menores para su representado, pero Di Lella argumentó razones por las que, en libertad, el barbero podría entorpecer el proceso. La jueza Elizabeth Raddi dio lugar a los 6 meses de preventiva que pedía la Fiscalía, pero antes le dio la palabra a los familiares de la víctima. “Solo quiero justicia, mi hermano no se merecía morir así”, sintetizó Josefina Lara.