A 35 años del triunfo de San Martín en La Bombonera: puntos de vista
Antonio Vidal González
El misionero marcó un triplete
Actualmente estoy viviendo en Buenos Aires con mi hijo, pero la distancia no es un problema para estar comunicado continuamente con la gente de Tucumán. El recuerdo es imposible de olvidar. Fue un partido donde San Martín iba como perdedor, pero nosotros fuimos con mucha esperanza a tratar de sacar un buen resultado. Imagínate lo importante que fue, que pasaron todos estos años y los hinchas se siguen acordando.
En la noche previa, Nelson Chabay me llamó a su habitación y me dijo: ‘tanto que me jodiste que querías jugar, ahora tenes un partidito en La Bombonera”. Ese había sido mi debut porque yo en San Martín todavía no había jugado ningún partido y tenía mucho nerviosismo. Es algo espectacular quedar en la historia de ese club.
Había llegado a préstamo de Guaraní Antonio Franco y como no jugaba, llegue a pensar en decirle a Chabay que me iba si no me quería utilizar. Con ese equipo ya le había marcado a Boca en un amistoso, hice cuatro goles y le ganamos 6-0. En dos partidos, prácticamente le hice siete.
Recuerdo que siempre íbamos al choque con Simón y con Tavares. En ese partido, San Martín atacaba y era medio gol. Entramos a jugar con confianza y después del gol de penal de Jorge López se nos hizo todo más fácil.
A mí me conocen por ese partido. Más allá de que soy fanático de Boca, San Martín me abrió las puertas para que me conozcan otros clubes, como Argentinos Juniors.
En la semana se había lesionado Ernesto Campos y me tocó entrar por él. Es feo que le pase eso a un compañero, pero creo que fue coincidencia que haya podido jugar.
Sería lindo que nos hagan un reconocimiento. Pasaron muchos años y algunos chicos perdieron el contacto.
Ricardo Troitiño
Recibió la falta para la expulsión de Juan Simón
Fue un día inolvidable para todos nosotros. Fue la primera vez que se le ganaba a Boca en la Bombonera por 6 a 1. En la previa del partido decían que Boca se enfrentaba a un ‘equipito’ y nosotros demostramos que San Martín no era cualquiera. Que estábamos para grandes cosas, como fue. Después tuvimos algunas dificultades sobre el final del torneo, pero ese equipo dio mucho. Se conformó un buen grupo humano, todos eran buenos jugadores.
No sé si por los años que uno ya venía jugando en Primera o adquiriendo experiencia, no estaba nervioso, pero si ansioso para que llegara la hora del partido. En la previa estaba tranquilo. Yo agarraba la primera pelota y la hacía la fácil, simple. Si nosotros hacíamos el fútbol que sabíamos hacer, podíamos sacar un buen resultado.
La expulsión de Juan Simón nos favoreció un poco porque era el mejor defensor que tenían ellos. Atrás quedó José Luis Cociuffo, Richard Tavares y Enrique Hrabina, jugadores más bien rústicos. También fue mérito nuestro porque buscamos por afuera.
No pensábamos que iba a ser un resultado tan abultado, pero sí que podíamos hacer un buen partido. Veníamos jugando bien y nos respetaban. Había buenos jugadores y dejábamos todo en la cancha por San Martín.
Eusebio Jacinto Roldán
Ex delantero de San Martín de Tucumán
Sin dudas que te motiva más que nos hayan menospreciado en la previa. Obviamente te toca el orgullo y salimos a dejar todo en la cancha. Obviamente que no pensábamos en ganar un partido de la forma que ganamos. Pero sí, habíamos hablado mucho de eso, de dejar todo en la cancha. Dejar bien en alto el nombre del club. Esto, al margen de todo lo que significó para nosotros, sino para la gente. Ganarle 6-1 a Boca es algo que muy pocos equipos puedan hacer. Ojalá que algún día nuestro club pueda conseguir otro resultado parecido, es difícil, pero lo anhelo.
Nelsón Chabay era un técnico al que le gustaba atacar. Nosotros empezamos jugando. Siempre iba a buscar los partidos, él quería que ataquemos y ganamos partidos así. Tenía mucha confianza y la transmitía a los jugadores. Ese era su estilo y nos adaptamos perfectamente a lo que quería. Nos salió muy bien todo ese día, logramos un resultado histórico, que quedó en la memoria de toda la gente.
En el regreso nos esperaron en el aeropuerto. Toda la semana nos invitaban a comer después de ese partido. El recibimiento que nos dieron en la fecha siguiente con Vélez, fue el mejor que viví como jugador. El campeonato seguía, pero teníamos la cabeza puesta todavía en el 6-1.
Parece que hubiera sido ayer. El tiempo pasa demasiado rápido para mi gusto, pero quedó en la memoria de toda la gente y me sorprendió que ya sean 35 años de ese partido.