Daniel Leiva: “Tratamos, como Corte, de dar más respuestas que excusas”

“Nuestro principal objetivo es acercar la Justicia al ciudadano”, dijo a LA GACETA.

Minutos después de haber sido reelegido por otros dos años como presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Daniel Leiva, habló en su despacho con LA GACETA y contó los planes que tiene para el futuro. Aseguró que trabaja de manera cohesionada con el resto de los vocales y afirmó que los cambios que se están produciendo son en beneficio de todos, y que la transparencia del Poder Judicial está a la vista de todos. Este fue el diálogo.

- ¿Qué balance hace de sus dos primeros años al frente de la Corte?

- Tenemos una Corte institucionalmente cohesionada, que tiene un rumbo, que toma decisiones en todo lo referente a la fase jurisdiccional, como así también las cuestiones propias de gobierno que nos permiten apuntalarnos institucionalmente para poder prestar un mejor servicio de justicia. Y en ese sentido hemos avanzado mucho. Hemos sistematizado el trabajo en distintos ámbitos, tanto en oficinas jurisdiccionales, o sea, en los juzgados, como en los no jurisdiccionales, sobre todas las oficinas de apoyo. Tenemos hoy por hoy, en gran parte del Poder Judicial, todo lo que son los lineamientos de trabajo estructurados, organizados, a punto tal que tenemos 22 unidades, entre jurisdiccionales y no jurisdiccionales, que han certificado en ISO 9001. Estamos a la espera, hasta fin de año, de tener alrededor de 10 u 11 unidades más que certifiquen. ¿Cuál es la idea de esto de las certificaciones? ¿Es por tener una suerte de blasón más? No, nada que ver. La idea es justamente someter nuestro trabajo a estándares internacionales de funcionamiento. La potestad jurisdiccional del magistrado, eso no entra en juego, porque es algo que cuenta partir en las expresas normas contenidas en la Constitución. El tema de certificar las normas ISO les da a la ciudadanía una garantía de un trato igual, de un trato ordenado, de mayor profesionalismo en lo que es la tramitación interna del expediente. Y la verdad que es muy positivo porque también ayuda a cohesionar los equipos internos y, en definitiva, terminamos en una posición que le es mucho más favorable para el justiciable. Igualmente las disculpas del caso, tendremos que pedirlas cuando corresponda, pero la verdad es que, además de pedir perdón, el Poder Judicial históricamente estaba más cerca de dar excusas. Nosotros tratamos como Corte de dar más respuestas que excusas. ¿Por qué? Porque comenzamos a viabilizar formas de acceso que antes la gente no tenía. Por ejemplo, hablar de un proceso de filiación que tarde dos, tres meses, creo que es un paso muy importante. Nuestro principal objetivo es acercar la Justicia al ciudadano.

- ¿Qué cambios hubo desde que comenzó la pandemia?

- Todas las decisiones que se tomaron acá, más allá de las iniciativas, fueron decisiones de la Corte. El Poder Judicial en la etapa más dura de la pandemia, pudo poner en funcionamiento un nuevo Código Procesal Penal que llevaba implícita situaciones que son difíciles de dimensionar. Implicaban un cambio cultural, era un paso hacia una forma de abordar la administración del conflicto penal que no era natural para nosotros. Pasamos a un sistema totalmente adversarial, que demanda una dinámica totalmente diferente a todos los operadores de justicia, tanto magistrados, funcionarios y abogados. Y hemos logrado diálogos entre todos los estamentos que conforman el Poder Judicial, más los Ministerios Públicos, tanto el Fiscal como el de la Defensa, más los Colegios de Abogados, hemos logrado con mucha fortaleza apuntalar un sistema que hoy por hoy está funcionando muy bien. Y como ya lo dije en más de una ocasión, comienza a transformar a Tucumán en un modesto faro de referencia.

- ¿Qué otros planes tiene?

- Queda mucho que hacer. Nosotros estamos, a partir de la incorporación de nuevos magistrados, estamos habilitando las Oficinas de Gestión Asociadas. Como ya lo hicimos en el fuero Laboral, lo estamos haciendo extensivo en la mayoría de los fueros. Estamos trabajando ahora en la implementación de dos oficinas de gestión judicial en el fuero Civil y Comercial Común, que van a funcionar con cuatro juzgados cada una. A partir de febrero comenzaremos a trabajar con las otras dos restantes para posibilitar el trabajo de la totalidad de los 16 magistrados. Estamos también trabajando en la constitución de una Oficina de Gestión Asociada del fuero de Familia en el Centro Judicial del Este. También en el Centro Judicial Concepción, con una Oficina de Gestión Asociada en Cobros y Apremios. Y en Familia, también en el centro judicial capital, estamos proyectando un trabajo en idéntico sentido. Así que ese es el gran desafío, porque es una nueva forma de administrar los conflictos en cada en el fuero que correspondiera. Luego queremos seguir trabajando sobre la capacitación, que es algo muy, muy importante. Y también un tema que no es menor, todo lo contrario, como el plan estratégico en el abordaje de funcionamiento de los Juzgados de Paz, con 18 edificios nuevos del total de 69 y con la refacción de alrededor de 40. No tan solo eso, sino que se ha venido capacitando al personal y a los magistrados, porque vamos avanzando hacia una Justicia de Paz Letrada que sea lo más eficiente posible y que preste los servicios jurídicos de cercanía en la jurisdicción de los ciudadanos que requieran la intervención del Poder Judicial.

- ¿En qué beneficia a la gente que vive lejos y tiene un juzgado de paz letrada?

- Todo esto posibilita volver el acceso efectivo a la justicia. ¿Por qué? Porque alguien que vive en el interior profundo de la provincia, donde la distancia pasa por muchos patrones, podrá resolver alguna situación que se plantea dentro de la dinámica familiar, alguna situación que se plantee con su vecino por un tema relacionado con medianería, alguna cuestión relacionada con el tema de sucesión. En fin, son temas muy importantes para que puedan contar en su cercanía con una atención primaria de justicia, con un lugar donde puedan ellos ver satisfechas sus necesidades.

- Se vivió una situación controvertida con el tema de las vacantes judiciales…

- Sí, a ver, este Poder Judicial de la provincia de Tucumán se ha caracterizado, durante todo el tiempo de pandemia, en tener las puertas abiertas en términos de atención a quienes necesitaban de nuestros servicios. Luego, evidentemente hubo una falta importante de magistrados, pero también hubo una cantidad importante de magistrados que tuvieron con la mayor de las predisposiciones y la mayor de las responsabilidades para atender la situación. En Familia hace unos días se incorporó un magistrado nuevo, subrogante, ya que durante un tiempo, más de dos meses, veníamos con tan solo dos magistrados en el Centro Judicial Capital, de los seis que tenía que tener, que a su vez ya eran pocos. Y cuando nosotros vemos los tableros de control para ver cómo están funcionando, y los números nos dicen a nosotros, como Corte, que están funcionando con normalidad. Los despachos no están atrasados, las sentencias, el dictado de las sentencias no están atrasados. Hay mucho trabajo y hay mucho compromiso por parte de los magistrados. También hago extensivo esto, puntualmente, sin desmerecer los otros fueros, a la situación que se planteó en el Fuero Civil y Comercial, donde desde hace un año están trabajando con un nuevo Código Procesal Civil que, como ha sido concebido, demanda de muchos magistrados, y nosotros teníamos, desde el año 78, ocho juzgados Civiles y Comerciales, y tenemos que sumar el agravante que había dos juzgados de los ocho que estaban vacantes. Aún así, los magistrados, trabajando, imprimiéndole todo el esfuerzo posible a su trabajo, pudieron estar a la altura, y con todos los déficits que pudiera tener, al servicio se lo prestó, y se lo continúa prestando. En el Fuero Penal la resolución de causas pendientes, también como se denomina, Conclusional, vemos qué causas de vieja data están siendo resueltas. Hoy por hoy, tenemos una tasa de resolución del 100% de las causas. Significa que 100 causas ingresan por mes, y 100 causas salen. Hoy desde la imputación hasta la audiencia y dictado de sentencia, en primera instancia, tenemos un plazo de 119 días, lo cual es un tiempo más que breve.

- ¿Cómo analizan el crecimiento de los casos de violencia?

- Es uno de los fenómenos más transversales que hay en toda la sociedad, se da en todos los estratos sociales, en todos los estratos etarios, en todos los estratos económicos; se da absolutamente en todos lados, y sí, se ha incrementado, se ha incrementado notablemente. Nosotros estamos trabajando a partir de la Oficina de Violencia Doméstica, a partir de la Oficina de la Mujer, a partir de la Oficina de Derechos Humanos, estamos trabajando para poder dar soluciones.

- Siempre se habló de problemas de transparencia en el Poder Judicial. ¿Cómo ve usted esto hoy?

- Todos los meses estamos publicando nuestros datos estadísticos. Es la respuesta real, los números. Usted puede entrar, hoy por hoy, en la página oficial del Poder Judicial, y puede ver las audiencias que tenemos programadas, las estadísticas, todo el trabajo que hacemos está a la vista. Todo fluye con la mayor transparencia posible

Comentarios