04 Diciembre 2023
"No me rompan", la comedia protagonizada por Carla Peterson y Julieta Díaz
Tras su paso por los cines, "No me rompan", la comedia protagonizada por Julieta Díaz y Carla Peterson llegó a Netflix y por estos días es lo más visto en el canal de streaming. ¿De que se trata esta película que también cuenta con la participación de Fito Páez?
"No me rompan" es una comedia que está en contra de las presiones sociales y los canones de belleza impuestos por el patriarcado. Las protagonistas son dos mujeres muy diferentes entre sí. Por un lado, Vera (Julieta Díaz), una emprendedora de cremas faciales naturales y mamá de dos niñas. Y por otros, Ángela (Carla Peterson), una famosa y frívola actriz.
Angela se separó hace poco de su pareja, Fercho (Esteban Lamothe), también actor. Los reúnen en un estudio para grabar un programa de televisión, un talk show (que conduce Cecilia Dopazo) y allí ella se entera de que él embarazó a otra mujer mucho más joven. Lo peor es que las fechas no le cierran. Todo esto, al aire, en vivo.
La decisión de Angela de quemarle la mano con una planchita de pelo a su ex la llevará a formar parte de un grupo que gestione o regule la ira (que dirige Eugenia Guerty).
Y ahí conocerá a Vera. Cuando su marido no va a buscar a sus dos hijos al colegio, en una nueva muestra de desidia, y algo harta de no poder dedicarse a lo que realmente quiere, ella se encuentra en el trabajo de él con que una exnovia es, ahora, su jefa directa. Sin controlar la ira, le arroja un pote de crema a la mujer, y Vera puede terminar en un juicio por lesiones.
De qué se trata la comedia "No me rompan"
La trama toma una vuelta, que seguramente los guionistas no me imaginaron que, al momento de su estreno en los cines, iba a coincidir con el caso de la muerte de Silvina Luna y las denuncias contra Aníbal Lotocki. Es que un cirujano plástico quiere que Angela sea el rostro publicitario de su sistema de rejuvenecimiento estético, y los resultados son tremendos.
La sororidad y la venganza se darán de la mano cuando las mujeres del taller de control de ira se pongan como meta destruir al cirujano plástico.
El asunto no es la temática, sino que el desarrollo de las acciones no da para más que algunos diálogos graciosos, mucho desparpajo y ningún temor a caer en el ridículo por parte de nadie de los involucrados en el filme de Azul Lombardía.
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