Mercedes Margalot, una ex Leona rompe barreras en el periodismo

Pese a lo mucho que se ha avanzado en materia de igualdad de derechos, la brecha de género en los diferentes ámbitos todavía no ha sido clausurada de manera determinante. En el caso particular, el periodismo deportivo todavía es un espacio donde priman los hombres pese a la aparición de varias figuras femeninas. Contra todo eso lucha Mercedes Margalot, ex jugadora de Las Leonas, que actualmente se desempeña como periodista en ESPN.

Referente histórica del seleccionado femenino de hockey, con el que logró tres medallas olímpicas, un título mundial, tres medallas panamericanas, y dos títulos de Champions Trophy, Margalot se metió en el mundo del periodismo hace ya varios años. Sin embargo, en este último tiempo comenzó a tomar mayor protagonismo, al transformarse en relatora, tanto de hockey como de fútbol.

“Desde el colegio siempre me gustó el periodismo en general, no el deportivo; porque siempre me gustó mucho escribir. Para mí, el periodismo o lo que yo soñaba, tenía más que ver con lo gráfico que otra cosa”, recuerda en diálogo con LA GACETA, antes de explicar que terminó recibiéndose de odontóloga por mandato familiar. 

Margalot, de Leona a periodista

Sin embargo, su carrera deportiva terminaría dejando de lado su vínculo con su profesión, y luego de sus exitosos años en Las Leonas, el destino la haría desembarcar en lo que era su pasión inicial: el periodismo que le hizo combinar, además, con su amor por el deporte. Entre 2009 y 2016, trabajó tanto en radio como en televisión. Y en estos últimos años, asentó su figura dentro de los programas de ESPN; primero como conductora del noticiero Sportscenter, y desde hace un par de años como relatora; no sólo de hockey, sino también de fútbol, transformándose, en 2021, en la primera relatora de fútbol mujer de la empresa.

“Lo que me llevó al rol del relato tuvo más que ver con necesidad que otra cosa, pero después me fui enamorando. Yo manejo el hockey en ESPN; era comentarista también, y nunca había un relator estable, algo que a mi parecer hacía perder jerarquía a la presentación del medio”, recuerda “Mechi”, que cuenta que la sugerencia de adoptar ese rol llegó por parte de un productor.

“Siempre sentí mucha admiración por los relatores, por cómo exponían ellos su trabajo. Empecé a prepararme para hockey y me fui enamorando en esa preparación. Algún productor por ahí me preguntó qué me parecía relatar fútbol que es mucho más lento en cuanto al ritmo de juego que el hockey. Con la preparación y el andar me fui enamorando. Hoy, honestamente, es algo que me apasiona hacer”, admite.

Los obstáculos de Mercedes Margalot en el periodismo 

Consultada por los obstáculos que debió enfrentar dentro del mundo del periodismo, “Mechi” reconoce que en lo relativo al noticiero, no encontró ninguna piedra importante en el camino; incluso señala que el haber sido deportista le dio una “espalda mayor”. “Buena parte de las cosas que presento en el mundo deportivo, o las entrevistas que hago, son de cosas que ya viví”, dice.

En donde el camino fue más difícil es en lo relativo al relato. “El otro día leía una nota de una periodista española que está relatando, y me reía porque decía que es increíble la cantidad de críticas que recibió simplemente por ser mujer. Eso sí que sufrí bastante; es un ambiente de casi exclusividad para los hombres, sobre todo en los relatos de fútbol y de boxeo”, apunta.

Pese a tener el título de primera relatora mujer de fútbol en ESPN, Margalot no le da demasiada importancia a ese hito. “No soy lo suficientemente narcisista como para jactarme en ser la primera. Acá lo importante es cómo vas honrando la profesión, la dedicación que le ponés a cada cosa que hacés en la vida”, explica. “Quizás puedo trazar un paralelismo con la primera camada de Las Leonas que fueron primeras finalistas olímpicas. No sé si me enorgullece ser la primera en algo, particularmente es algo que no me modifica en absoluto. En Las Leonas lo importante fue el legado que dejamos y ahora en este camino de relato lo es prepararme de la mejor manera para cada partido que afronto. Trato de superar las críticas, siempre con la frente en alto. Nunca me interesó llegar primero a un determinado lugar, mi meta fue, más que nada, hacer las cosas bien”, reflexionó.

Atravesando un buen momento en lo profesional, y tras cerrar el año relatando la Pro League en Santiago del Estero, Margalot cuenta que ya tiene objetivos planteados para el futuro y buscando siempre progresar. Uno de esos objetivos, cuenta, es poder separar su rol de periodista del de ex jugadora y referente del hockey.

“En el relato de hockey me cuesta; primero porque mi dupla es Soledad García, y más allá de que somos íntimas amigas, ambas hemos vivido y compartido 12 años en el seleccionado, y creo que por ese motivo hay una palabra autorizada sobre el tema. Trato de no salir del rol de relatora, pero eso no quiere decir que no salga. En el hockey es casi imposible”.

“Me parece que lo más difícil, y eso es algo que todavía tengo que lograr en mi vida en general, es ese equilibrio entre la pasión y la razón. A veces uno se deja llevar por la pasión y me parece que esos son los casos en donde a veces o ponderas por demás, o criticas por demás. Esa es una de las cosas más difíciles en mi nueva carrera respecto del hockey. Es un constante aprendizaje, y quizás nunca termine de lograrlo. Eso sí, debería ser mi objetivo personal en el corto plazo”, sentencia.

Después, ya en un paneo más general del periodismo, Margalot remarcó que hay otros dos trabajos que le gustaría realizar: columnista en prensa gráfica, y conductora o columnista de radio; un rol que ya supo cumplir años atrás.

“El desafío que tengo desde hace mucho tiempo es escribir columnas; me encantaría. Y si bien tampoco puedo abarcar tantas áreas, en el fondo todo lo que hago se complementa. Todo lo que estudio para cada relato de fútbol, después me sirve muchísimo para el noticiero. Si mañana escribo columnas con lo vivido, es parte del mismo mundo diversificado en distintas áreas. Me encantaría también tener la oportunidad de hacer radio porque eso también es algo me apasiona”, remata Mercedes, que tras repasar todo lo que gustaría armar como proyectos, cierra con una divertida conclusión, que resume su carrera y su historia: “mi vida tendría que tener 48 horas”.