El letargo gubernamental habitual para estas fechas quedará para otros eneros. La temperatura política está en alza y se pronostican tormentas de distintas intensidades para las semanas siguientes en todos los planos estatales. La llegada de Javier Milei a la Casa Rosada sacudió una vez más el escenario nacional. Las medidas -las que ya fueron concretadas y las que aún no- mantienen en alerta a la dirigencia, que no termina de dimensionar de todo el alcance.
Los distintos sectores de los nuevos oficialismos y oposiciones trabajan puertas adentro para trazar los lineamientos y sentar las posturas para lo que viene, sobre todo, en el Congreso de la Nación.
Los procesos electorales que se desarrollaron en este 2023 en el país derivaron en un mapa político complejo: un Gobierno central sin gobernadores ni intendentes y con bloques minoritarios de diputados y senadores y gobernadores identificados con coaliciones en proceso de desintegración. La necesidad de diálogos y acuerdos, por este motivo, será clave para las relaciones que comienzan a foguearse.
En Tucumán, hay una reconfiguración total del panorama. Los comicios provinciales plantearon un orden local de distribución del poder e, inmediatamente, siguieron las elecciones nacionales y sus devenires. La dirigencia de todas las facciones apenas se estaban acomodando cuando La Libertad Avanza (LLA) llegó al Ejecutivo Nacional.
En el oficialismo provincial, el gobernador, Osvaldo Jaldo (PJ), viene haciendo malabares en su gestión y ha ido adaptando sus decisiones a la coyuntura. Pudo pagar los sueldos estatales a tiempo y mantener activa la gestión con recursos propios, pero el futuro es incierto.
A dos meses de asumir, el mandatario dejó en claro que no permitirá que nadie le marque el camino en su relación con el mileismo. Jaldo se plantó ante sus pares del peronismo, más específicamente ante el bonaerense Axel Kicillof, y se despegó de un duro comunicado contra Milei que éste publicó en sus redes y que incluyó como firmante a Jaldo. La misma postura tomó el catamarqueño Raúl Jalil. El peronismo nacional atraviesa un conflicto de liderazgo, pero no estaría en los planes del tucumano acercarse al kirchnerismo.
En la Casa de Gobierno local molestó que se haya actuado de manera inconsulta. Además, consideran que no es un momento para pelear, sino para la cautela. También creen que Kicillof peleará principalmente por lo suyo y no por las administraciones del interior.
La situación especial también implicará para el osvaldismo aplazar las confrontaciones internas con el manzurismo. Jaldo no sólo retomó el diálogo telefónico y en persona con su antecesor Juan Manzur (sólo habían hablado cuando Manzur lo invitó a su jura en la Cámara Alta), sino que pidió el apoyo de los parlamentarios nacionales que le responden. Una vez más las necesidades políticas y de gestión los une a ambos. Jaldo los recibió en su despacho y los diputados y senadores informaron al gobernador sobre el clima en el Congreso y las previsiones. Sólo faltaron Manzur, que no estaba en Tucumán, y Carlos Cisneros. “Quiero agradecerles el compromiso y ratificar que desde el Gobierno de la Provincia vamos a articular y acompañar los proyectos que beneficien al pueblo, como así también preservar firmemente las prioridades de nuestras economías regionales”, escribió el tranqueño en sus redes sociales.
Los representantes tucumanos del PJ analizarán cada punto de las propuestas de LLA por separado e irán marcando sus posturas en conjunto. Jaldo será quién coordinará las estrategias e irá definiendo, según dicen en sus alrededores.
Uno de los temas principales de la conversación, al igual que durante el encuentro entre los gobernadores y el Presidente, fue el Impuesto a las Ganancias. Durante la campaña, el Gobierno anterior había elevado el mínimo de ingresos y había eximido del pago a 800.000 contribuyentes. Esto implicó la llegada de menos dinero para las provincias, que asumieron el costo fiscal de esa medida. Trascendió que el único que podría diferenciarse es Cisneros, que es dirigente bancario, que representa a una porción de trabajadores que volverían a pagar Ganancias de concretarse la iniciativa y quien se viene expresando públicamente en contra.
Las economías regionales preocupan y mucho, sobre todo, las determinaciones que pueden afectar a la industria azucarera y al limón.
En consonancia con su acercamiento con Manzur, Jaldo mantuvo en los últimos días del año una agenda compartida con el vicegobernador Miguel Acevedo. Se reunieron ambos con la intendenta capitalina, Rossana Chahla. Los tres tienen el desafío de gobernar encorsetados, por los recursos y los momentos políticos. Las discusiones de la dirigencia por los nuevos liderazgos dentro del PJ, que tienen a los tres como protagonistas excluyentes, se demorarán por la coyuntura.
En la oposición
Los disidentes provinciales pasan por una etapa de reacomodamiento y disgregación. La fragmentación de Juntos por el Cambio, que era el espacio más numeroso, dejó dispersos y desorientados a sus integrantes. Con base en sus gobernadores y parlamentarios, la UCR toma cuerpo en el ámbito nacional y se espera que esto se derrame hacia la provincia.Las distintas líneas internas en Tucumán comienzan las primeras charlas sobre la presidencia del partido, que se renovará en los primeros meses del 2024.
Los tres intendentes (Paula Quiles, Alejandro Molinuevo y Pablo Macchiarola) y los institucionales (legisladores y concejales) se perfilan como puntas de lanza. El “proyecto Sánchez”, que implicó la titularidad de la fuerza como paso previo a la postulación para la gobernación, parece terminado, aunque al diputado no le disgustaría ser reelecto ¿A quién impulsará Mariano Campero? Un runrún indica que podría proponer al ex jefe municipal de Bella Vista, Sebastián Salazar. El diputado y ex intendente yerbabuenense surgió como un posible líder local de las contiendas del 2023, que tuvieron resultados magros para el espacio. Mientras tiende lazos nacionales y afila sus estrategias para las intermedias de 2025.
El PRO también está en una encrucijada ¿Son o no oficialistas?
En el caso de Creo y del PJS, ambos se consideran totalmente fuera de la construcción. A esta altura, en realidad, Juntos no existe como se lo conocía. Creo apoyó las medidas de Milei; el PJS avanza como oposición municipal, pero mantiene una alianza institucional con Jaldo.
Fuerza Republicana, con Ricardo Bussi a la cabeza, emergió con una cuota importante de poder. Delegado del mileísmo, su rol y su manera de vincularse con las autoridades locales también están por verse.
Oficialismos y oposiciones miran hacia la Nación y esperan atravesar este verano político de nuevos escenarios.