Cinco poemas cortos de Mario Benedetti ideales para dedicar por WhatsApp

Ver y sentir el mundo a través de la literatura y a través de WhatsApp.

Cinco poemas cortos de Mario Benedetti ideales para dedicar por WhatsApp (Radio Duna)
05 Enero 2024

Los tiempos modernos ameritan medidas modernas. Es por ello que para amar, añorar, alentar, esperar, quererse y abrazarse podemos hacerlo por una plataforma de mensajería directa  y con la ayuda de uno de los poetas más exitosos de todos los tiempos.

Whatsapp es una de las aplicaciones de mensajería más populares: miles de mensajes de texto se envían por segundo, así cómo imágenes, videos, gifs, stickers, audios y más. Los motivos de su uso son varios, para emergencias, para saber de un familiar querido, para mantenernos al tanto de nuestros amigos, para saludos en fechas importantes, pero además para expresar lo que sentimos.

Una forma querer y abrazar al otro desde la distancia es a través de la maravillosa literatura que puede transportarnos a la cercanía del cobijo de un ser querido sin el contacto físico, pero con el mismo sentimiento que si así lo hiciéramos, y quien puede cortar con esa lejanía es el célebre poeta, novelista, dramaturgo uruguayo Mario Benedetti.

Críticas de las injusticias sociales, reveladoras de realidades corruptas, reivindicadoras de la ética y la moral, portadoras de esperanzas, vías de escapatoria, reflexiones con empeño son algunas de las temáticas que flotan en la vasta bibliografía de este asombroso escritor.

En su obra literaria, la poesía y los poemas son un pilar importante y la riqueza de sus letras hacen de este autor digno de compartir con los que más queremos y acercarles un poco de aquella esperanza, escapatoria, cariño y sensatez. Por ello, entregar una lista de los poemas y poesías parece prudente en esta ocasión:

Cinco poemas cortos de Mario Benedetti ideales para dedicar por WhatsApp

No te salves: Vivir con entusiasmo pero sabiendo que la lucha es una constante

No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca.

No te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas entonces no te quedes conmigo.

Hagamos un trato: un poema para recordar que para los que más queremos somos infalibles.

Compañera usted sabe que puede contar conmigo no hasta dos ni hasta diez sino contar conmigo.

Si alguna vez advierte que la miro a los ojos y una veta de amor reconoce en los míos no alerte sus fusiles ni piense qué deliro a pesar de la veta o tal vez porque existe usted puede contar conmigo.

Si otras veces me encuentra huraño sin motivo no piense qué flojera igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato, yo quisiera contar con usted. Es tan lindo saber que usted existe uno se siente vivo y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos aunque sea hasta cinco no para que acuda presurosa en mi auxilio sino para saber a ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.

Defensa de la Alegría: levantar la bandera de aquello que nos mantiene vivos

Defender la alegría como una trinchera, defenderla del escándalo y la rutina, de la miseria y los miserables, de las ausencias transitorias y las definitivas.
Defender la alegría como un principio, defenderla del pasmo y las pesadillas, de los neutrales y de los neutrones de las dulces infamias y los graves diagnósticos

Defender la alegría como una bandera, defenderla del rayo y la melancolía, de los ingenuos y de los canallas, de la retórica y los paros cardiacos, de las endemias y las academias.

Defender la alegría como un destino, defenderla del fuego y de los bomberos, de los suicidas y los homicidas, de las vacaciones y del agobio, de la obligación de estar alegres.

Defender la alegría como una certeza, defenderla del óxido y de la roña, de la famosa pátina del tiempo, del relente y del oportunismo, de los proxenetas de la risa.

Defender la alegría como un derecho, defenderla de dios y del invierno, de las mayúsculas y de la muerte, de los apellidos y las lástimas del azar.
y también de la alegría.

Cuando éramos niños: recordar los buenos momentos

Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta, un charco era un océano, la muerte lisa y llana no existía.

Luego cuando muchachos los viejos eran gente de cuarenta, un estanque era un océano, la muerte solamente, una palabra.

Ya cuando nos casamos, los ancianos estaban en los cincuenta, un lago era un océano/la muerte era la muerte, de los otros.

Ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad, el océano es por fin el océano pero la muerte empieza a ser la nuestra.

Táctica y estrategia: permanecer al lado de los que amamos

Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos.

mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras/un puente indestructible

mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos

mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos.

mi estrategia es en cambio más profunda y más simple

mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin, me necesites.

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